Los motivos de Aragonès para no avanzar elecciones: aprobar los Presupuestos y ser el primer ‘president’ en 14 años que agota el mandato
Las expectativas de estabilidad del Govern coinciden con la negociación de un pacto tripartito en el Ayuntamiento de Barcelona
El presidente catalán Pere Aragonès afirma que las elecciones a la Generalitat serán “cuando tocan”. Esto es, en febrero de 2025. La declaración, hecha este lunes, busca zanjar las especulaciones sobre la posibilidad que a Esquerra le interese un adelanto electoral para pillar a Junts a contrapié —aún no ha definido quién va a ser su candidato— y para evitar perder más distancia con Salvador Illa. Las encuestas dan como favorito al jefe de filas socialista. Si se cumple el vaticinio del president, los catalanes acudirán a las urnas tras meses espinosos, porque la emergencia por sequía hará necesario activar la fase de emergencia en breve e imponer restricciones de agua, un asunto de gestión complicada para el Govern, atendiendo a la endeble mayoría que tiene Esquerra Republicana en el Parlament, de 33 diputados sobre 135. Pero el jefe del Ejecutivo autonómico reitera tener el empeño de terminar su mandato. Reivindica que será el primer president que cumple íntegros los cuatro años de legislatura en 14 años, desde que lo hiciera el socialista José Montilla en 2010, cuando pilotaba el segundo tripartito. Lo sucedieron Artur Mas, Carles Puigdemont y Quim Torra.
Aragonès también asegura que el Govern será capaz de encontrar los socios necesarios para aprobar el tercer presupuesto consecutivo. “Creo que tendremos presupuestos, evidentemente”, respondió el president este lunes en Catalunya Ràdio, al ser preguntado por cómo evoluciona la negociación, ya fuera de plazo, de las cuentas de la Generalitat para este 2024. “Pese a que se nos dice que no tenemos mayoría en el Parlament, cada año hemos aprobado presupuestos”, presumió Aragonès. Los de 2023 se validaron entrado el mes de marzo.
“Poder completar un ciclo de ocho años de presidencia creo que sería positivo”, razona el president. Lo que pueda venir luego, ya se verá. Aragonès recogió este sábado el encargo de la dirección de Esquerra para ser el cabeza de cartel en las próximas elecciones, pero dio a entender que hay un plan para darle el relevo a Oriol Junqueras. Escribirá “páginas de gloria” en la historia de Cataluña, dijo Aragonès, para referirse al presidente de ERC. Junqueras está a la espera de la entrada en vigor de la ley de amnistía para que se le levante la pena de inhabilitación que acompañó su condena de 13 años de cárcel por organizar el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
Esquerra dice que no se pone límites a la hora de mantener contactos con otros partidos, y que lo mismo sondea complicidades con Junts que con el PSC. “Cuando quieres ser un partido de gobierno hablas con todo el mundo”, manifiesta la portavoz de ERC, Raquel Sans. Aragonès airea su optimismo sobre la aprobación de los Presupuestos, y sobre la posibilidad que pueda agotar el mandato, en un momento en que se ha dado un acelerón a las conversaciones para armar un pacto de gobierno entre el PSC, Esquerra y los comunes en el Ayuntamiento de Barcelona. Tras semanas buscando un acercamiento con Junts y Xavier Trias, el alcalde Jaume Collboni ha intensificado los contactos con los republicanos y con la formación que comanda Ada Colau. En una entrevista en Aquí Catalunya de la SER, la exalcaldesa manifestó este lunes que “el gobierno progresista en Barcelona es 100% probable”. Trias ha calificado de “grave error” el “cambio de voluntad” adoptado por Collboni, en su rastreo de socios.
Esquerra, por su parte, mantiene que no hay que mezclar la buena predisposición para formar un tripartito en el consistorio de Barcelona con las perspectivas de encontrar alianzas que muestra Aragonès para apuntalar el último año de mandato. “Hay cosas que coinciden en el tiempo”, sintetizó este lunes la portavoz de ERC Raquel Sans.
Salvador Illa, líder del PSC, afirmó este lunes que los socialistas quieren que en este 2024 se aprueben los presupuestos catalanes, como ocurrió el año pasado gracias a un acuerdo entre ERC, el PSC y los comunes. Illa fija como condición que Aragonès cumpla con lo pactado el año pasado o, cuando menos, que dé explicaciones de por qué no se pueden cumplir. El principal escollo de las cuentas de entonces fueron la prolongación de la Ronda Nord, la comisión de estudio sobre la ampliación del aeropuerto -ya desencallados- y el desbloqueo del complejo de casinos Hard Rock de Salou, pendiente todavía de la aprobación del plan director urbanístico. “Queremos que haya presupuestos y depende de que ERC y Aragonès hagan lo que tienen que hacer”, demanda Illa.
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