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Puigdemont y el PSOE imponen el secretismo en su reunión de este sábado en Suiza

La cita, en la que participará un verificador internacional cuya identidad se mantiene oculta, sentará las bases de la relación entre Junts y el Gobierno durante toda la legislatura

Miriam Nogueras, ayer a su llegada a Ginebra, en una imagen de RTVE.
Miriam Nogueras, ayer a su llegada a Ginebra, en una imagen de RTVE.
Marc Rovira

La primera reunión entre miembros de Junts per Catalunya y del PSOE para “buscar una solución política y negociada al conflicto” catalán bajo la supervisión de un verificador internacional se producirá este sábado en Suiza y arranca rodeada de un espeso hermetismo. El expresidente catalán Carles Puigdemont y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, capitanean las respectivas delegaciones, y ambas partes dan a entender que no revelar cómo se negocia es tan importante como el contenido de la propia negociación. El papel de verificación de los acuerdos se ha dejado en manos de un organismo internacional especializado en mediación —cuya identidad no se ha facilitado—, y la idea de independentistas y socialistas es que no haya declaraciones que puedan perturbar, de arranque, la neutralidad. Sí está previsto que trascienda en algún momento el nombre del portavoz del equipo mediador: “Se conocerá a la persona” que va a “acompañar” el proceso de diálogo, afirmó el presidente Pedro Sánchez en TVE el pasado jueves. La cita se celebra fuera de España porque Puigdemont, que se marchó de España en 2017 para evitar ser juzgado, sería detenido inmediatamente si pisara suelo nacional.

Los negociadores llegaron a Ginebra este viernes. El primero en pisar suelo suizo fue el secretario general de Junts, Jordi Turull, por la mañana y con discreción. Ya por la tarde aterrizó en Ginebra la portavoz parlamentaria, Míriam Nogueras, que no hizo declaraciones a los periodistas congregados en el aeropuerto. Tampoco desveló detalles Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, que se limitó a decir “hay reunión mañana, ya se enterarán cuando sea” y “mañana tendrán noticia” a su llegada a Suiza.

La reunión, la primera entre los dos socios tras la investidura de Sánchez, marca el punto de partida de la relación que tendrán el Gobierno y Junts durante toda la legislatura. Puigdemont describió el pacto con el PSOE como un “acuerdo histórico” y su partido insiste en presentar como una hazaña las consecuencias del trato. Envolver en secretismo cualquier puesta en escena contribuye a robustecer ese relato. “Cualquier cosa que se explique es por acuerdo de las tres partes”, ha manifestado Jordi Turull, secretario general de Junts.

El PSOE tampoco ayuda a poner luz a la opacidad. El ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, reivindicó este viernes la “discreción” y rebajó el alcance del desplazamiento a Suiza. En ese mensaje coincidió esta semana Santos Cerdán: “Es una reunión de trabajo, nada más. Anunciamos cuando hicimos el acuerdo que iba a haber reuniones de este tipo, no es la primera ni va a ser la última, por lo tanto no hay que darle más importancia a una reunión de trabajo”.

Pese a que algunos de los protagonistas del encuentro viajaron este viernes con rumbo a Ginebra, las partes ni siquiera han confirmado de manera oficial dónde se celebrará la reunión. Algo parecido ocurre con la identidad del verificador, cuya existencia volvió a defender Pedro Sánchez en su entrevista en TVE: “Si dos no se entienden, el que nos acompañe un tercero en esa labor de verificación es una buena noticia porque nos puede ayudar efectivamente a llegar a acuerdos”, dijo. “Ojalá en un futuro no necesitemos este sistema de verificación porque eso significará que hemos construido una confianza”.

Puigdemont llama “cuervos togados” a los jueces

En la víspera de la reunión con el PSOE, Puigdemont lanzó este viernes una dura crítica al poder judicial, uno de los tres poderes del Estado, y calificó a los jueces como “cuervos togados”. “La represión contra el independentismo no se frenará del todo mientras no seamos una república libre de todos los vínculos con las estructuras franquistas”, escribió en las sociales. Puigdemont, que acostumbra a usar X (antiguo Twitter) para plasmar sus reflexiones, escogió esta vez Instagram. Anunció que se avecinan semanas de “actividad intensa” y aseguró que sus decisiones serán ajenas a las presiones que reciba: “De los unos o los otros”, puntualizó.

Según Puigdemont, el poder judicial trata de interferir en la dinámica política: “Los cuervos togados se revuelven y enseñan garras y dientes”, aseveró. Y añadió: “Se les pone cara de general Pavía”, en alusión al golpe de Estado que ese militar propició en enero de 1874, durante la Primera República española.

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