El presidente del Tribunal Constitucional pide respeto por la institución y que se eviten las “injerencias” en su labor

El presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, ha pedido este jueves que se respete el “principio de no injerencia” entre instituciones del Estado. “Cada poder debe desempeñar con independencia su función propia y evitar las descalificaciones públicas”, ha incidido Conde-Pumpido durante una intervención en el acto inaugural de las XXIX jornadas de la Asociación de Letrados del Constitucional, que se celebran en Vigo. La exhortación del presidente del órgano de garantías está relacionada con las críticas que viene recibiendo el tribunal desde su última renovación, en enero pasado, en el sentido de que la actual mayoría progresista está actuando con fórmulas de rodillo para imponer sus tesis y avalar las iniciativas gubernamentales. En medios del propio tribunal se subraya la coincidencia de estas críticas con las negociaciones del actual proceso de investidura y el debate anticipado sobre una posible ley de amnistía.

Conde-Pumpido centró su intervención de este jueves en defender la independencia y la imparcialidad de jueces y magistrados como pieza esencial del Estado de Derecho, pidiendo a todos los representantes públicos que respeten las leyes vigentes y que den cumplimiento a las sentencias de los órganos judiciales. Insistió en este sentido en que la independencia es un principio indispensable e inseparable de la función jurisdiccional. La ausencia de la misma —añadió— supone “un claro retroceso en la calidad democrática y la división de poderes”.

Del mismo modo, resaltó la importancia del respeto entre los poderes del Estado y las instituciones, punto en el que aludió a la relevancia del “principio de no injerencia” en la labor de cada una de ellas. Defendió también en este pasaje de su discurso el respeto a la independencia de cada institución, para que todas puedan realizar las funciones que les son propias, reclamando que se eviten las descalificaciones “de las actuaciones de los demás poderes”. A su juicio, vulnerar esta pauta de conducta sólo contribuye a “debilitar la fortaleza del conjunto del sistema”, porque las descalificaciones “deben ser ajenas a un entendimiento democrático de cada función”.

Conde-Pumpido defendió también la legitimación democrática de todos los poderes estatales y recordó que la Constitución establece que “la soberanía nacional reside en el pueblo español del que emanan los poderes del Estado”. Y recalcó que la expresión “todos los poderes del Estado” incluye obviamente al judicial, como proclama expresamente el artículo 117 cuando proclama que “la justicia emana del Pueblo”.

Por otro lado, el presiente del Constitucional reivindicó asimismo la vigencia del imperio de la ley. “Las leyes”, dijo, “están para cumplirse, y el hecho de que no nos guste una ley o deseemos cambiarla, no puede ser excusa para el incumplimiento de la ley vigente y menos para un incumplimiento prolongado, que amenaza con ser indefinido”. En clara referencia a los casi cinco años que lleva sin cumplirse el mandato constitucional de renovar el Consejo General del Poder Judicial, añadió que existen procedimientos democráticos para cambiar las leyes; pero mientras no se modifiquen,” las leyes vigentes nos obligan a todos, jueces, ciudadanos y al resto de los poderes públicos”.

Con esta intervención, Conde-Pumpido abrió las jornadas tituladas “Estado de Derecho e instituciones democráticas en el actual contexto sociopolítico”, acompañado por el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y por el vicepresidente primero y Conselleiro de Presidencia, Justicia y Deportes de la Xunta de Galicia, Diego Calvo. Las jornadas forman parte del citado encuentro de los letrados del órgano de garantías, en su vigésimo novena edición.