El PSOE acusa al PP de fomentar “asonadas trumpistas”
Los socialistas presentarán mociones en los ayuntamientos para instar al Gobierno a apostar por el diálogo con los independentistas “dentro del marco constitucional”
El PSOE da un paso más en la refriega que mantiene con el PP a cuenta de una posible ley de amnistía como parte de las negociaciones de los socialistas con Junts para lograr el apoyo de sus diputados en la investidura de Pedro Sánchez. Los socialistas han anunciado que presentarán en los próximos plenos de ayuntamientos y diputaciones una moción en la que denuncian que el Partido Popular vierte “amenazas apocalípticas cada vez que gobierna la izquierda” y que esas afirmaciones preceden “a convocatorias de movilizaciones que tienen el tufo de asonadas trumpistas y que ponen de manifiesto que no se digiere el resultado electoral”.
La referencia alude al llamamiento del expresidente José María Aznar, que este martes animó una movilización social contra la amnistía similar al ¡Basta Ya!, el movimiento cívico contra ETA, una proclama que el Gobierno calificó de “antidemocrático y golpista”. Al poco, el PP anunció la convocatoria de un acto público en Madrid para oponerse a una norma que amnistíe a los líderes independentistas catalanes que participaron en el procés, y que se celebrará el domingo 24 de septiembre, solo dos días antes de que comience el debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo en las Cortes.
En el texto, que los socialistas han anunciado que presentarán en los próximos plenos de los ayuntamientos y diputaciones en los que tienen representación, el PSOE culpa la PP de no digerir “el resultado electoral” y de “usar Cataluña como arma política para procurar mejores resultados en otras comunidades”.
Los socialistas arguyen en la moción que el PP tuvo buena parte de culpa en que el conflicto entre el Gobierno de Cataluña y el del Estado derivase en el procés: “Aquella tensión a la que Rajoy sometió las relaciones de Catalunya y el conjunto de España están considerados como el inicio del procés que tanta confrontación y división produjo entre catalanes y que sometió a tanta tensión territorial a nuestro país”.
El texto se remonta a 2012, cuando la Diada del 11 de septiembre superó el millón y medio de participantes pidiendo la independencia. “La negativa al diálogo del PP es el mejor caldo de cultivo para el independentismo y el resultado electoral [de entonces] refuerza las posiciones independentistas con un incremento de 10 puntos en la participación”, especifica la moción, que subraya que el entonces presidente popular, Mariano Rajoy, recurrió el Estatut de Cataluña en el Constitucional, mientras “votaba a favor de algunos artículos idénticos” en otras comunidades. El texto abunda en un argumento ya esgrimido por los socialistas en la campaña de las elecciones generales del 23-J: que durante los gobiernos de Rajoy se produjeron dos referendos ilegales en Cataluña y una declaración unilateral de independencia.
En la exposición de motivos, los socialistas acusan a los populares de usar doble rasero a la hora de juzgar los pactos entre el Gobierno y los partidos nacionalistas cuando es el PSOE el partido que los busca y cuando es el PP. Así, se remontan aún más atrás, a la década de los noventa y al pacto alcanzado por Aznar con CiU en 1996 para lograr el apoyo de los catalanistas a los populares en la investidura, el conocido como pacto del Majestic, en el que, enumeran los socialistas, los populares transfirieron las competencias de tráfico a la Generalitat quitándoselas a la Guardia Civil, desapareció la figura de los gobernadores civiles provinciales (las provincias pasaron a tener un subdelegado del Gobierno), se pasaron a Cataluña las políticas activas de empleo (si bien luego la Generalitat devolvió la tramitación de los subsidios al Estado). “Si lo hace el PP, es responsabilidad y pacto de Estado; si lo hace el PSOE, entonces se rompe España con tal de mantenerse en el poder”, ironiza la moción.
El texto, de cinco páginas, apela a que las corporaciones municipales y las diputaciones insten al Gobierno a que continúe “haciendo del diálogo, dentro del marco constitucional, la herramienta para mejorar la convivencia entre catalanes y de estos con el resto de España”.
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