Lío en Extremadura entre PP y Vox: “Si Guardiola rectifica sus palabras, no habrá peligro de ruptura de Gobierno”

Dos meses después de la toma de posesión, María Guardiola ha vuelto a señalar a Vox. La presidenta de la Junta de Extremadura ha concedido este miércoles dos entrevistas a los dos únicos diarios de papel de la región. Una al Periódico de Extremadura y otra al diario Hoy, con motivo del cumplimiento este jueves de los 60 días desde que entrara en el despacho presidencial de Mérida el 14 de julio. En esta última conversación con el diario Hoy, Guardiola ha respondido así a la pregunta de si mantenía relación con Vox, ya que últimamente no suele mencionar a la extrema derecha en sus discursos.: “Mi relación con Vox ahora mismo”, ha observado Guardiola, “es escasa o ninguna, porque estoy centrada en trabajar, en gestionar, en poner en marcha esta maquinaria que es muy grande”.

Las declaraciones han tenido tanto eco que llegaron hasta el Congreso de los Diputados. “Tendrá que rectificar o tendrá un gobierno muy débil o puede ser que no tenga gobierno”, ha amenazado la nueva portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán. El primer Gobierno de coalición en Extremadura estaba en jaque hacia el mediodía. Y el PP guardó silencio hasta pasadas las seis de la tarde. El portavoz, Ángel Sánchez Juliá, en unas declaraciones recogidas por la agencia Europa Press ha defendido que la “relación” de su formación con Vox es “buena”. Y ha afirmado: “Por lo tanto, creo que se ha buscado una polémica estéril, generada con un titular que puede haber sido malinterpretado, pero que en ningún momento se habla de una diferencia dentro de un Gobierno”.

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Los giros de Guardiola y el PP con Vox en Extremadura

Una hora después de las declaraciones de la portavoz nacional de Vox, el partido en Mérida ha enviado a los medios regionales una convocatoria inesperada. “Ángel Pelayo Gordillo, presidente del Grupo Parlamentario VOX Extremadura, hará unas declaraciones sobre las 13.40 en la Asamblea de Mérida”. La expectación era máxima. Rodeado de sus cuatro diputados y hasta siete medios de comunicación, Gordillo comenzó así su declaración: “La señora Guardiola, efectivamente, nos hemos desayunado esta mañana con unas declaraciones, en las que, bueno, decía, que, bueno, pues que estaba ocupada en gobernar y que decía que no tenía tiempo para valorar la colaboración entre Vox y el PP. No son unas declaraciones acertadas. Vox merece el respeto que tiene encomendado por parte de los votantes en Extremadura. Exigimos en cada momento el respeto y no tenemos más que decir. Le pediría una reflexión, si han sido transcritas tal y como ella las ha dicho, que rectifique. Y si no ha sido así, pues tiene el derecho a rectificación si el medio no ha transcrito bien sus palabras. Estamos aquí para trabajar por los extremeños. Y poco más puedo decir”.

Gordillo estableció a continuación esta conversación con la prensa:

―¿Corre peligro el Gobierno?

―Si la señora Guardiola rectifica sus palabras, como estoy seguro de que lo hará, no habrá ningún peligro, por ahora, de que el Gobierno se ponga en entredicho.

―¿Le pide una rectificación?

―Naturalmente. Una rectificación facilísima. A lo mejor han sido unas declaraciones irreflexivas porque cualquiera tiene un mal momento.

―¿Cuál es la relación con Guardiola?

―Yo soy diputado. La señora Limia, naturalmente, hace sus propuestas y tiene una relación cordial con todo el Gobierno.

Limia es Camino Limia, abogada, ganadera, y desde el pasado 14 de julio la consejera de Gestión Forestal y Mundo Rural en Extremadura. Saltó a los medios nacionales en enero de 2022 al lanzar bulos contra el ministro de Consumo, Alberto Garzón, de IU. Todavía no ha hecho declaraciones tras estas palabras de Guardiola.

Guardiola, de 44 años, es presidenta de la Junta de Extremadura tras perder las elecciones el 28 de mayo, negarse a pactar con Vox el 20 de junio y, finalmente, integrarlos en su propio Ejecutivo con una consejería tan solo 10 días después.

Es una política que presume de ser un rostro nuevo, pero viene de estar ocho años como concejal en Cáceres. Ahora, asume el timón de Extremadura tras unas negociaciones con bandazos, giros de guion y, sobre todo, después de traicionar a sus propias palabras. Parece que ha pasado un siglo, pero fue el pasado 20 de junio cuando, nada nerviosa, miraba con el rabillo del ojo el discurso de nueve minutos que tenía colocado sobre el atril en la sala de prensa de piedra de la Asamblea:

—Yo solamente tengo mi palabra y mi trabajo.

“Moneda de cambio”

Guardiola siguió. “Yo no voy a regalar consejerías. [...] Iremos a elecciones, si hay que ir. [...] Yo no puedo dejar entrar en mi Gobierno a aquellos que niegan la violencia machista, a quienes usan el trazo gordo, a quienes están deshumanizando a los inmigrantes, y a quienes despliegan una lona y tiran a una papelera la bandera LGTBI [...] He hecho todo lo que estaba en mi mano. Mi promesa y mi tierra no son moneda de cambio de nada. Muchas gracias”. Ningún miembro del PP, ni autonómico ni nacional, se había mostrado con tanta fiereza contra Vox. Guardiola estaba convencida. Firme a su palabra despachó así el turno de preguntas:

―¿En ningún caso Vox entraría en un Gobierno de María Guardiola?

―No. No se puede utilizar las instituciones para ideologizar.

Este jueves, en la entrevista con el diario Hoy, ha dicho que no se arrepiente de integrar a Vox en el Ejecutivo. “En ningún caso”, ha dicho. “Yo creo que no he roto mi palabra, yo di mi palabra a los extremeños de poder transformar esta tierra, y para eso es verdad que mi deseo, que era el de poder gobernar en solitario, no era posible, y lo que hice fue reconducir una situación para cumplir el objetivo de poder cambiar esta tierra”.