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España entrega a los 168 migrantes rescatados a las autoridades de Senegal, el país del que partieron

Interior defiende que ha resuelto con “éxito” una “situación complicada”, y Marlaska tilda la operación de “humanitaria”

Algunas de las 168 personas rescatadas por la patrullera 'Río Tajo' de la Guardia Civil.
Algunas de las 168 personas rescatadas por la patrullera 'Río Tajo' de la Guardia Civil.
José Naranjo
Saint Louis (Senegal) -

Después de seis días hacinadas en alta mar, las 168 personas rescatadas frente a las costas de Mauritania por la patrullera de la Guardia Civil Río Tajo han llegado en la mañana de este miércoles a Senegal, el país del que partieron en un principio los migrantes. Tras la negativa de Mauritania a abrir sus puertos para acoger a los rescatados, a pesar de ser la costa más cercana, el Gobierno llegó a un acuerdo con Senegal para devolver a los migrantes. Según ha informado el Ministerio del Interior español, todos se encuentran ya “a salvo en tierra”. Sin embargo, Senegal no ha confirmado el desembarco ni, de haberse producido, en qué puerto ha sido.

La patrullera Río Tajo partió de la bahía de Nuadibú (Mauritania) este lunes y llegó a la costa senegalesa en torno a las siete de la mañana. Una vez allí, los migrantes fueron trasladados desde el Río Tajo a patrulleras de la Marina senegalesa, en un movimiento que duró en torno a una hora y media, según fuentes conocedoras de la operación. El traslado en el mar se debió a que, por su tamaño, la embarcación española no podía recorrer el tramo que la separaba del muelle donde desembarcar. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Senegal informó en un comunicado, publicado a última hora del martes, que las personas rescatadas serían llevadas finalmente a Dakar esta tarde, donde se produciría el desembarco y donde se harán cargo de ellas las autoridades competentes del Estado senegalés.

Fuentes de Interior, por su parte, han afirmado que el ministro en funciones, Fernando Grande-Marlaska, “quiere reconocer, agradecer y ensalzar la extraordinaria labor llevada a cabo por la dotación del Río Tajo y de todos los miembros de la Guardia Civil que han participado en esta operación humanitaria y que han conseguido salvar la vida de todos los rescatados”, informa Patricia Ortega Dolz. A la pregunta de si en Interior preocupa la situación de los migrantes y la posibilidad, por ejemplo, de que entre ellos haya personas que escaparon de Senegal por motivos políticos y ahora son devueltas al país del que huyeron, estas fuentes han respondido:A Interior lo que le preocupaba era poner a salvo a 168 personas que estaban en grave peligro y resolver, como se ha hecho, una situación complicada. Y considera un éxito rotundo la operación humanitaria llevada a cabo por la Guardia Civil, devolviendo a su país de origen, un Estado democrático, a todos los rescatados. Nadie puede comprender, por absurdo, irresponsable e inhumano, que se pretenda que el barco, con todos a bordo y extenuados, diese media vuelta tras llegar a puerto seguro y emprendiese una travesía de 12 días, poniendo en riesgo cierto la vida de todos”.

Marlaska ha conversado este miércoles por teléfono con el comandante del buque Río Tajo y con varios agentes de la Guardia Civil para trasladarles su agradecimiento.

El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, conversa con el comandante al frente del patrullero de la Guardia Civil, 'Río Tajo'.
El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, conversa con el comandante al frente del patrullero de la Guardia Civil, 'Río Tajo'.

Varias ONG han alertado de una posible vulneración de la legislación internacional al tratarse de una “devolución colectiva” que no ha respetado el derecho de los migrantes a ser atendidos de forma individual, con ayuda de un intérprete, y solicitar asilo, pero Interior defiende que la actuación del Gobierno fue plenamente legal. La asociación senegalesa Boza Fii también ha mostrado su rechazo y ha pedido al Ejecutivo senegalés que reconsidere sus políticas relativas a las repatriaciones de migrantes desde Europa. “Los informes y las pruebas de incidentes en las repatriaciones son profundamente inquietantes. Devolver a la fuerza a individuos o grupos que buscan refugio, sin que haya un procedimiento regular, es una forma de violación de sus derechos (…) Tales acciones no solo ponen en peligro la seguridad y el bienestar de personas vulnerables, sino que repercuten también en la reputación de nuestra nación y los principios que defiende”, reza el comunicado hecho público por la organización defensora de los derechos de los migrantes.

Saliou Diouf, presidente de Boza Fii, recuerda que “la petición de asilo es un derecho humano fundamental reconocido por acuerdos y tratados internacionales. El principio de no-repatriación, que impide el retorno de refugiados a situaciones donde su vida o su libertad están amenazadas, es una piedra angular del derecho internacional. Implicándonos en prácticas de repatriación, corremos el peligro de convertirnos en cómplices del mal del que huyen esas personas”.

La decisión de Mauritania de negarse a acoger a los migrantes se produjo a pesar de que este país recibe desde 2009 más de 10 millones de euros al año para que colabore en el control de la inmigración irregular. No obstante, el Gobierno ha querido quitar hierro al asunto, que ha reducido a “diferencias puntuales de procedimiento” que “no enturbian las relaciones y la cooperación” con Mauritania, según aseguró la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, en rueda de prensa el martes.

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Sobre la firma

José Naranjo
Colaborador de EL PAÍS en África occidental, reside en Senegal desde 2011. Ha cubierto la guerra de Malí, las epidemias de ébola en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Congo, el terrorismo en el Sahel y las rutas migratorias africanas. Sus últimos libros son 'Los Invisibles de Kolda' (Península, 2009) y 'El río que desafía al desierto' (Azulia, 2019).

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