El juicio a Camps se suspende durante dos meses tras la declaración de 109 testigos
La vista oral, que arrancó hace medio año, se reanudará el 19 de septiembre
El juicio al expresidente valenciano Francisco Camps por su presunta implicación en el caso Gürtel, que acoge la Audiencia Nacional desde enero, se adentra en un nuevo parón. Esta vez, de dos meses. El magistrado José Antonio Mora, presidente del tribunal, ha anunciado que, finalizada la jornada de este martes, las sesiones se reanudarán el próximo 19 de septiembre, pasado ya el inhábil mes de agosto. Según sus previsiones iniciales, el juicio tenía que haber acabado este 23 de mayo, pero los retrasos acumulados —entre otros motivos, por la huelga de los funcionarios de la Administración de Justicia— han provocado que los tiempos se trastoquen y que, según el órgano judicial, la sentencia no se vaya a dictar como mínimo hasta final de año.
El juicio a Camps acumula ya 31 sesiones. A lo largo de ellas, los 26 acusados han desfilado ante el tribunal para declarar (incluido Camps), así como 109 testigos. El tribunal espera empezar en septiembre con los interrogatorios a los peritos y policías que participaron en la investigación sobre la trama Gürtel, que anidó en el seno del PP y que desembarcó en la Administración valenciana en época del expresidente Camps (2003-2011).
Para ello, según la Fiscalía, la red corrupta de Francisco Correa se valió de la cercana relación que mantenía el dirigente popular con Álvaro Pérez, El Bigotes, el hombre de confianza de Gürtel en la comunidad levantina. El ministerio público, que pide dos años y medio de cárcel para Camps, sostiene que el antiguo jefe del Ejecutivo ordenó amañar adjudicaciones a favor de la trama.
Sin embargo, el abogado de Camps niega esa tesis. Es más, la defensa ha tratado de demostrar a lo largo del juicio que los otros acusados que declararon contra el expresidente se mueven por un interés personal: beneficiarse de pactos con la Fiscalía Anticorrupción. El letrado también ha tratado de desacreditar a todos los testigos que han ofrecido datos perjudiciales para el exdirigente del PP; cargando, por ejemplo, contra Ricardo Costa, ex secretario general de los populares valencianos y mano derecha de Camps, que aseguró que El Bigotes “trabajaba con el partido y el Gobierno porque el presidente lo decidió”; contra una exdirectiva de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, dependiente del Gobierno regional, que relató que el Ejecutivo de Camps impuso contratar para la feria de turismo Fitur 2009 con Orange Market, una empresa de la trama; o contra una empleada de la Generalitat que describió cómo Gürtel campaba a sus anchas por la Administración regional.
El secretario del club de tenis
Para corroborar su versión, la defensa de Camps ha hecho llamar este martes como testigo a Juan José Gómez, exsecretario del Club de Tenis de Valencia y “muy buen amigo de Francisco Camps desde hace más de 30 años” —“durante más de 15 años estuvimos jugando todos los viernes un doble al tenis”—. El abogado del expresidente busca contrarrestar la confesión de El Bigotes, que contó que, en una ocasión, acudió a esa instalación para verse con Camps, quien le prometió allí mismo que le daría una concesión irregular: “Estaba en la zona de las pistas de juego, practicando deporte con su familia. Hablamos en el exterior un buen rato y, en cuanto terminé, fui a buscar a Mónica Magariños e Isabel Jordán, [dos empleadas de Gürtel], que me esperaban dentro. Les comuniqué entonces que ya estaba todo dicho, que nos fuéramos: Paco me había adjudicado directamente la producción de todo el acto. Me dijo: ‘Lo haréis todo”.
Magariños y Jordán confirmaron ese relato. Pero Gómez dice que esa cita no pudo producirse porque los tres no podían acceder al interior del club sin “un socio” que les acompañara. El exsecretario asevera que, según las normas de las instalaciones, el responsable de seguridad no les debería haber dejado pasar de la puerta. Gómez ha admitido que, en una ocasión, se reunió con Álvaro Pérez, quien le ofreció sus servicios para organizar los actos del centenario del club de tenis, pero que no lo contrataron: “Me acuerdo perfectamente porque me causó un impacto su presentación. Llego con unos botines de piloto de Fórmula 1 de color rojo bermellón, con una gigantesca hebilla, con las iniciales de ‘Álvaro Pérez’, con el cuello del niqui subido, con las gafas puestas en el cuello con los cristales...”.
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