Una consejera de Camps descarga la contratación de Gürtel en un subordinado: “A mí me importaba un bledo”
Alicia de Miguel, acusada por la Fiscalía, niega que favoreciera a la trama de Correa
Alicia de Miguel, consejera de Bienestar Social de Francisco Camps en la Generalitat Valenciana, ha señalado hacia abajo con enorme insistencia en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional sobre su presunta implicación (y la del expresidente autonómico) en el caso Gürtel. Este martes, en la séptima sesión de la vista, la expolítica del PP ha descargado toda la responsabilidad de la contratación de la trama corrupta en su antiguo jefe de gabinete, Enrique Navarro, quien ya aseguró al tribunal que ella le dio indicaciones para hacerse con los servicios de las empresas de Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez, alias El Bigotes. “A mí, el señor Álvaro Pérez me importaba un bledo. Yo no me ocupaba de los actos”, ha afirmado la ex alto cargo de la Generalitat.
De Miguel echó así balones fuera durante su declaración como acusada. “Navarro tenía toda mi confianza y era autónomo en los actos porque tenía mucha más experiencia que yo”, ha subrayado la exconsejera regional sobre su antigua mano derecha. “Yo no participé en ningún acto de contratación, y no vi una factura en mi vida”, ha añadido, a preguntas de la Fiscalía Anticorrupción.
—Pero, si usted no tenía nada que ver con la contratación, ¿en calidad de qué se reúne con Álvaro Pérez? —ha cuestionado entonces la representante del ministerio público.
—Yo no lo conocía de nada. Yo recibía a mucha gente porque esa era la consejería de las personas: a empresarios, a asociaciones, a todo tipo de personas... Yo recibí a Álvaro Pérez como a cualquier otro empresario —ha contestado la exconsejera.
Según se ha defendido De Miguel este martes, puso a El Bigotes en contacto con su jefe de gabinete, y se desentendió. “Navarro era el responsable de organizar los actos a los que yo acudía como consellera”, ha minimizado sobre su intervención.
Pero Pérez, hombre de Correa en la Comunidad Valenciana, y Navarro han ofrecido una versión muy distinta. Según ambos, ella fue una pieza clave en la trama. Así lo detalla El Bigotes en un escrito de confesión remitido a la Audiencia: “Con Alicia tenía una buena relación y trataba con ella personalmente, así como con Enrique Navarro y otros trabajadores de la consejería, para la realización de los eventos y asegurarme la participación de Orange Market, [una empresa de la red corrupta]. De esta forma no tendríamos competidores y también los procedimientos de contratación se verían reducidos en tiempo”.
La pasada semana, Navarro especificó que De Miguel le indicó que tenía “interés” en que se contratase con la trama Gürtel para “congraciarse” con el sector del PP regional que encabezaba Camps. “Le pregunté por qué lo hacíamos con este señor. Y Alicia dijo que Álvaro tenía una amistad con [Ricardo] Costa, [ex secretario general del PP valenciano], y proximidad con Camps”, contó el antiguo jefe de gabinete, antes de explicar que De Miguel, del sector del partido próximo a Eduardo Zaplana [entonces enfrentado con el de Camps], temía que pudiera quedarse fuera del Gobierno en la siguiente legislatura. “Y esta era una forma, a través de Pérez, de congraciarse [...] Era para quedar bien ante Costa, y Costa ya transmitiría”, añadió Navarro.
De Miguel ha rechazado este martes esas afirmaciones: “Navarro, cuando declaró como testigo, dijo que yo no sabía nada de estos temas. Pero, cuando lo imputan, dijo que yo era la que lo decidía todo. Y no dijo que yo había matado a Manolete porque no se lo preguntaron. Navarro miente de una manera descarada”.
El juez instructor José de la Mata y la Fiscalía mantienen que Alicia de Miguel “eligió” a la empresa de la red corrupta, después de “ponerse de acuerdo” con los cabecillas de la trama. Según el sumario, la consejera intervenía personalmente “como interlocutora” y como “la persona que decidía la realización de los eventos”. “Trataba personalmente con Álvaro Pérez y demás personal de su empresa sobre su organización y sobre el procedimiento que en cada caso se siguió para su contratación, al objeto de asegurar la participación de la referida mercantil en la adjudicación de los mismos, en su propio provecho, con la finalidad de soslayar la concurrencia pública de otros posibles competidores y de agilizar los procesos de contratación”, apuntó el magistrado en el auto de apertura de juicio oral.
El juez añadió que la exconsejera “generó intencionadamente dos contrataciones menores en favor de Orange Market, emitiendo facturas el mismo día (24 de mayo de 2006) en favor de la misma empresa y por cuantías inferiores al límite de 12.020,24 euros”. El Bigotes también contó que la Consejería de Bienestar Social los contrató gracias a la intervención en su favor del expresidente valenciano: “Estos servicios se aceptaron por la recomendación de Paco Camps para que nos lo adjudicasen”. De Miguel lo niega.
—¿Usted tiene conciencia o conocimiento de haber recibido alguna orden o sugerencia directa o indirecta para que usted o su jefe de gabinete contratara con Álvaro Pérez o sus empresas? —ha preguntado el abogado de Camps a la exconsejera.
—Nunca. En absoluto. Jamás —ha respondido ella.
Junto a Camps, se sientan en el banquillo otras 25 personas: entre ellos, tres exconsejeros de los Gobiernos populares de la Generalitat Valenciana (Alicia de Miguel, Luis Rosado y Manuel Cervera), para los que solo se piden penas de inhabilitación por prevaricación administrativa. Ninguno de los cuatro expolíticos del PP ha pactado con la Fiscalía Anticorrupción, como sí han hecho otros 11 procesados, incluido Enrique Navarro.
“Yo no fui jamás amigo de Álvaro Pérez”
Tras el interrogatorio de De Miguel, ha llegado el turno de David Serra, ex secretario autonómico del Deporte y exvicesecretario general del PP regional. Serra, que ya fue condenado a casi cuatro años de cárcel en la línea de investigación de Gürtel sobre la financiación irregular de los populares valencianos, ha negado este martes las irregularidades: “Yo no fui jamás amigo de Álvaro Pérez; ni él, mío. Yo no tenía confianza en él, no me fiaba”. “En los años que estuve en la Administración autonómica, jamás recibí ninguna indicación de Camps, ni de ningún miembro del Gobierno valenciano”, ha remachado.
La vista oral proseguirá este miércoles con los interrogatorios a más acusados: aún quedan nueve. Según el calendario previsto por la Audiencia, Camps será el último en declarar y cerrará esta fase inicial del juicio, antes de que comiencen a desfilar testigos ante el tribunal. La Fiscalía pide dos años y medio de cárcel para el expresidente por fraude y prevaricación. Los líderes de la trama han señalado al ex jefe de Gobierno regional como la vía de entrada de la red corrupta en la comunidad.
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