Un ex alto cargo valenciano dice que contrataron con Gürtel para “congraciarse” con el sector de Camps
Los testimonios de los acusados confesos cercan al expresidente, al que los líderes de la trama señalan como la vía de entrada en la comunidad gobernada por el PP
La quinta sesión del juicio al expresidente valenciano Francisco Camps, que se celebra en la Audiencia Nacional desde enero, ha servido para poner punto final a la ronda de interrogatorios a los 11 acusados que han confesado y pactado con la Fiscalía —de las 26 personas que se sientan en el banquillo—. La mayoría de sus testimonios han infligido duros golpes a las defensas de los ex altos cargos del Gobierno autonómico procesados, incluido el propio expresidente regional. De hecho, este miércoles, el tribunal ha escuchado cómo Enrique Navarro, jefe de gabinete de la consejera Alicia de Miguel entre 2003 y 2007, ha incidido en que este departamento contrató con la trama Gürtel para “congraciarse” con el sector del PP que encabezaba Camps.
Navarro ha detallado que, de pronto, se presentó en la consejería Álvaro Pérez, alias El Bigotes, el hombre de Francisco Correa en la Comunidad Valenciana. Según ha expuesto, pese a que “no había concertado cita” con Alicia de Miguel, esta lo recibió y lo introdujo de inmediato en el departamento para que se le conociera. “Acceder a un conseller no es sencillo [...] Este señor simplemente apareció allí de la nada”, ha subrayado, antes de recalcar el “interés” de la consejera por adjudicar un proyecto a Pérez. “Le pregunté por qué lo hacíamos con este señor. Y Alicia dijo que Álvaro tenía una amistad con [Ricardo] Costa, [ex secretario general del PP valenciano], y proximidad con Camps”.
La versión que Navarro ha puesto sobre la mesa es que De Miguel, del sector del partido próximo a Eduardo Zaplana (entonces enfrentado con el de Camps), temía que pudiera quedarse fuera del Gobierno en la siguiente legislatura. “Y esta era una forma, a través de Pérez, de congraciarse [...] Era para quedar bien ante Costa, y Costa ya transmitiría”, ha añadido.
En sesiones anteriores, los líderes de Gürtel señalaron a Camps como la vía de entrada de la red corrupta en la Comunidad Valenciana, gracias a la amistad de El Bigotes con el expresidente autonómico. “Como Álvaro Pérez tenía una muy buena relación con Camps, yo decidí abrir una oficina en Valencia”, dijo Francisco Correa, cabecilla de la trama. “Pérez tenía relación con determinados dirigentes regionales. Conocía a Camps. El señor Pérez me lo decía a mí, que tenía una relación muy estrecha con Camps, que había química”, añadió Pablo Crespo, número dos de la trama y ex secretario de Organización del PP gallego.
El propio Álvaro Pérez lo resumió este pasado lunes: “Camps me propuso ir a Valencia a trabajar. [...] Lo que yo hablé con Camps es: ‘Vente a Valencia y haces todos los actos del partido’ [...] Y había empresas que se dedicaban a lo mismo que yo en Valencia y hacían para la Administración valenciana 200 trabajos al año. Y yo hice, entre 2004 y 2009, 10 trabajos. Entonces yo le pedí a Camps que me ayudara, y él me ayudaba”.
Esa tesis la han confirmado otras dos antiguas trabajadoras de las empresas de Correa, Isabel Jordán y Mónica Magariños, que afirmaron que se trocearon contratos por orden de la Generalitat para burlar la ley, y que incluso El Bigotes se vio con el entonces presidente valenciano en un club de tenis para conseguir una adjudicación. “Camps iba con ropa deportiva, no sé si estaba con su familia. Salió y estuvieron hablando. Y cuando volvió, Álvaro dijo muy contento: ‘El presi nos lo ha dado todo’. Y nos dieron el Open [de Tenis]”, ha resumido una de ellas este miércoles.
“Yo no despachaba con Camps”
Tras acabar con los interrogatorios de los 11 acusados que han admitido los hechos, este mismo lunes han arrancado también las declaraciones de los 15 procesados que no han pactado con la Fiscalía. Salvadora Ibars, ex directora general de Promoción Institucional, ha sido la primera en hacerlo. Según el ministerio público, Camps “dio verbalmente instrucciones a Ibars” para que adjudicasen a una empresa de Gürtel, Orange Market, los “trabajos relativos al montaje del stand de Grandes Proyectos” de la feria de turismo Fitur 2009. Pero ella lo ha negado este miércoles: “Yo nunca he despachado con el señor Camps. Nunca he tenido una relación profesional ni personal con él [...] Nunca me he sentado, ni he tenido una reunión con él. Pueden llamar hasta al último bedel del Palau [de la Generalitat], que no me habrán visto entrar en su despacho”, ha insistido la ex directora general, antes de sacar una pizarra con dibujos para explicar al tribunal cómo se dispusieron los puestos en Fitur.
La Fiscalía, que pide dos años y medio de cárcel para Camps por delitos de prevaricación y fraude, sostiene que el expresidente maniobró para adjudicar de forma irregular un contrato en 2009 a las empresas de la trama y favorecer así a la red de Correa, “como venía haciendo desde 2005”. En esa misma línea, el magistrado instructor José de la Mata escribió en una de sus resoluciones: “Constan evidencias de que [el exdirigente del PP] decidió la adjudicación a Orange Market y que dio las instrucciones oportunas para que se produjera tal resultado”.
El juicio se reanudará el próximo lunes con la sexta sesión. La vista proseguirá con las declaraciones del resto de acusados que no han llegado a un acuerdo con el ministerio público. Entre ellos, Francisco Camps, al que se prevé interrogar el último.
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