Detenido un fugitivo que intentó despeñar a dos agentes en Las Palmas y ahora cuidaba caballos en Francia

La Policía Nacional ha detenido a un fugitivo en la localidad francesa de Gouvieux (unos 10.000 habitantes) que atentó contra la vida de dos agentes en Las Palmas de Gran Canarias en 2017. Eduardo S. G., al que los investigadores han calificado de “muy peligroso”, huyó de España a través de Marruecos y se instaló en el norte de Francia, donde se dedicaba al cuidado y a la monta de caballos de carrera. El pasado 6 de febrero, un juzgado de Las Palmas de Gran Canarias emitió una orden de detención, ya que pesaba sobre el prófugo una condena de siete años y medio de prisión por un delito de atentado contra agentes de la autoridad y dos delitos de lesiones. El 9 de febrero fue detenido gracias a una colaboración entre las autoridades policiales españolas y francesas, en el marco de la Red ENFAST (Red Europea de Equipos de Búsqueda Activa de Fugitivos).

Los hechos por los que se le buscaba sucedieron en 2017. Eduardo S. G. fue avistado por dos agentes de la Policía Nacional abandonando la vivienda de su expareja en coche, contra la que tenía una orden de alejamiento. Esto provocó una persecución por carretera en la que Eduardo S.G. realizó varias maniobras con su vehículo con la intención de embestir contra el coche policial que le perseguía. En un momento de la persecución, frenó en seco y dio marcha atrás, logrando, así, arremeter en varias ocasiones contra el vehículo policial, y arrastrarlo hacia un barranco con una caída de 60 metros, todo ello mientras amenazaba de muerte a los agentes. Finalmente, logró que el coche quedara al borde de la pendiente de la carretera, pero uno de los agentes pudo mover el freno de mano para evitar que el vehículo cayera por la ladera. Aun así, los policías resultaron heridos con lesiones que les han dejado secuelas y el coche quedó destrozado.

Tanto por su maniobra como por sus antecedentes, el individuo fue considerado de “alta peligrosidad” por parte de los investigadores, ya que, además, podía suponer un gran riesgo para la integridad física de su expareja, quien no ha dejado de recibir amenazas, según la Policía Nacional. Por ello, su localización y posterior arresto era “prioritaria” para los agentes del caso.

Tras la orden de detención dictada el pasado 6 de febrero —seis años después de que sucedieran los hechos— por un juzgado de Las Palmas de Gran Canaria, los investigadores acreditaron que Eduardo S.G. había abandonado las Islas Canarias y que, vía Marruecos, se había establecido en Francia. En este país, los agentes constataron que se dedicaba al cuidado y a la monta de caballos de carrera en varias ciudades francesas, teniendo en una localidad de la región francesa de Gouvieux su último domicilio desde 2020.

Los agentes españoles trasladaron toda la información recopilada a las autoridades francesas, al tiempo que se coordinaban con la Oficina Sirene España —la oficina encargada de gestionar la información respecto a fugitivos europeos— para emitir la correspondiente Orden Europea de Detención y Entrega. Finalmente, el fugado fue localizado y detenido, el pasado 9 de febrero, en la localidad francesa de Gouvieux.