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Sánchez ve a Podemos en modo electoral y asume que reformará la ‘ley del solo sí es sí’ con o sin ellos

El presidente pide a sus socios que planteen soluciones viables para el cambio en la ley de libertad sexual en vez de ruido

Pedro Sanchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este jueves en Viena.CHRISTIAN BRUNA (EFE)

Esta vez Pedro Sánchez no espera a Podemos. Cada día que pasa parece más evidente que el presidente ha decidido dejar que la crisis en la coalición de Gobierno por la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, bautizada como del solo sí es sí, se disuelva con el tiempo mientras Podemos, al menos según la visión socialista, se va quemando políticamente por su resistencia a la reforma de la ley. El propio presidente, en una conversación informal con los periodistas que le acompañan en la primera de las cinco giras que ha organizado La Moncloa para preparar la presidencia española de la UE, se ha mostrado muy tranquilo y convencido de que Podemos está sobreactuando porque ya estamos en ambiente electoral y “buscan visibilidad”.

Por eso el presidente no espera: él tiene su propuesta para reformar la ley, y va a seguir adelante con ella. Le gustaría sacarla adelante con Podemos, aclara, pero la reforma va a llegar con o sin el concurso del partido que controla el ministerio de Igualdad, el máximo responsable de la ley. Si hay una propuesta viable alternativa a la del PSOE, se negociará. Pero si Podemos insiste una y otra vez en la misma idea que ya bloqueó la negociación hasta hace dos semanas, Sánchez seguirá adelante sin ellos y la sacará con el PP y alguno de sus socios que ya se han ofrecido, como el PNV y el PdeCAT. La coalición, explica Sánchez, no se va a romper porque no lo quiere ninguno de los dos. Pero en este delicado asunto del sólo sí es sí, PSOE y Podemos no están negociando de momento y parecen empezar a gestionar la discrepancia para seguir adelante sin romper.

Para Sánchez, todos los movimientos de Podemos, desde su resistencia a pactar la reforma del solo sí es sí, que se negoció durante dos meses, hasta la propuesta que ha dado a conocer hoy de un bono para compensar el aumento del precio de los alimentos, tienen un evidente trasfondo electoral. “Somos dos partidos distintos, con dos formas de hacer política muy diferentes”, ha explicado Sánchez, que se ha distanciado en todo momento de la estrategia de Podemos, al que reclama que dé a conocer públicamente sus propuestas para reformar la ley del sólo sí es sí en vez de centrarse en “el ruido”.

“La propuesta que yo quiero hacer pública es la propuesta de acuerdo del Gobierno y de la mayoría feminista del Congreso. Quiero que lleguemos a un acuerdo y que lo hagamos antes de que se debata en el pleno esa proposición de ley del PSOE, que desgraciadamente vuelve al esquema penal anterior, el de la violencia o la intimidación”, ha respondido Irene Montero desde los pasillos del Congreso, inmediatamente después de la aprobación de las leyes del aborto y trans, otros dos proyectos fundamentales de Igualdad. El visto bueno definitivo a ambos textos, sin embargo, ha quedado opacado en parte por la polémica de las últimas semanas. La ministra ha reiterado que el Ejecutivo no puede “permitirse un retroceso en derechos de la mano de PP y Vox”. ”No me voy a levantar de la mesa y voy a trabajar para que el PSOE vuelva a sentarse y tengamos un acuerdo antes de que se debata en el pleno”, ha insistido.

Podemos asegura que ha enviado una nueva propuesta a los socialistas, la séptima, que no quiere hacer pública para facilitar la negociación, pero desde el PSOE insisten en que es la misma idea de siempre que Justicia ya rechazó, esto es, la de convertir la violencia en un agravante penal. Los socialistas creen que esa opción daría mucho margen a los jueces y se correría el riesgo de que se repitan los problemas actuales.

Al presidente se le ve molesto con la insistencia de sus socios en buscar el choque ―sus portavoces aseguran que el PSOE quiere volver “al Código Penal de La Manada”, una fórmula que volvió a usar Montero en sus declaraciones públicas este jueves― pero está convencido de que todo se irá resolviendo. Sánchez ya dijo la semana pasada que la coalición no se va a romper, y hoy ha ido un poco más allá: “Podemos no quiere romper, ellos lo han dicho, estos son momentos que se superan”.

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Lo que parece claro de la conversación es que el presidente está convencido de que va a sacar adelante la reforma del solo sí es sí con o sin Podemos, porque tiene la opción de aprobarla con el PP, que le ha ofrecido sus votos. Sánchez aún no da por hecho que será así, e insiste en que en cualquier caso no sería solo con el PP, porque el PNV y PDeCAT ya se han mostrado favorables, mientras ERC y Bildu insisten en que si no está Podemos, ellos no entrarán. Pero muestra muy claramente que no está ansioso por mover ficha para que entre Podemos. “De momento la propuesta del PSOE es la única que hay encima de la mesa. Si quieren, que muestren la suya”, ha insistido el presidente, retando así a Podemos a plantear públicamente su alternativa.

La estrategia parece clara: dejar que los ciudadanos vean que el PSOE es el único que de momento plantea una solución viable y esperar a que sea Podemos quien se vea presionado por el desgaste y obligado a buscar una solución intermedia. Por eso, los socialistas han descartado forzar un pleno extraordinario la próxima semana, como pide el PP, y asumen que la discusión será larga. A Sánchez no le preocupa especialmente que la primera votación sea el 7 de marzo, previo al 8-M, una jornada muy simbólica para el feminismo. Y tampoco descarta que finalmente haya pacto entre el PSOE y Podemos. Pero si no es así, en cualquier caso la reforma saldrá y la coalición no se va a romper, según su visión, así que no parece un asunto que inquiete especialmente a La Moncloa. De hecho, Sánchez cree que el interés informativo ya está decayendo porque el debate está agotado y las posiciones no se mueven. “Hay mucho ruido y pocas propuestas”, ha insistido.

En la formación que dirige la ministra Ione Belarra la percepción es la contraria. Creen que la imagen de una votación que saliese adelante solo con el apoyo de la derecha en la víspera del Día internacional de la Mujer sería muy perjudicial para los socialistas. “Reformar la ley del solo sí es sí con PP y Vox que votaron en contra de la propia ley no puede ser una opción. Acuerdo, acuerdo y acuerdo”, subrayan fuentes de Igualdad. Podemos también percibe cierto nerviosismo en el PSOE, que achaca a unas encuestas poco favorables para sus intereses electorales a tres meses de las municipales y autonómicas. Ellos aseguran que se han movido al aceptar subir las penas y creen imprescindible seguir hablando con el socio mayoritario, que no ha respondido directamente a la solicitud de reunión formulada desde el fin de semana.

Crisis de Gobierno en marzo

El presidente también ha hablado sobre la crisis de Gobierno que está en ciernes por la salida de Reyes Maroto, ministra de Industria y candidata en Madrid, y Carolina Darias, ministra de Sanidad y candidata en Las Palmas. Sánchez asegura que la crisis se hará en marzo y será “puntual”, limitada a estos dos ministerios, y no una remodelación amplia, aunque bromea con la idea de que, diga lo que diga, la prensa no le va a creer. En el verano de 2021, en un viaje similar, Sánchez dijo que no habría ninguna crisis y una semana después cambió medio Ejecutivo y desplazó al núcleo duro, desde su jefe de Gabinete, Iván Redondo, a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, o el secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos.

Sánchez parece dispuesto a sacar la reforma del solo sí es sí con el PP si finalmente Podemos no entra, pero ironiza sobre el “súbito frenesí feminista” de este partido. El presidente cree que el tenso debate que vive el PP sobre el aborto entre las posiciones más duras y más moderadas del partido demuestra que la derecha no puede presumir de feminismo. “Feijóo tiene que buscar sus malabarismos dialécticos con el aborto para no herir la sensibilidad del ala dura del PP”, ha asegurado. Sánchez ha dejado claro que el PSOE centrará buena parte de su campaña en la sanidad y en el modelo de gestión del PP, con un “proceso de privatización encubierta” como se está viendo en Andalucía, donde se ha planteado la posibilidad de externalizar la atención primaria. “El PP está demostrando una gran falta de respeto a los profesionales sanitarios y muy poco interés en resolver la crisis, y Feijóo se alinea con Ayuso”, ha sentenciado Sánchez.

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