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Juan García-Gallardo, de charco en charco

El vicepresidente de Castilla y León, de Vox, defensor del protocolo antiabortista en la región, es un abogado de 31 años abonado a la polémica y al insulto. La oposición lo califica de borde, arrogante y especialista en abrir debates ya cerrados

Juan García-Gallardo comparecía ante los medios de comunicación en Valladolid el 16 de enero de 2023. Foto: NACHO GALLEGO (EFE)
Antonio Jiménez Barca

Patricia Gómez, diputada en las Cortes de Castilla y León por el PSOE, dice: “En el resto de España se ha hablado mucho de García-Gallardo esta semana. Pero este señor la arma aquí constantemente. Y lo volverá a hacer: es su manera de hacer política”. Juan García-Gallardo, de 31 años, vicepresidente de Castilla y León —el cargo institucional más poderoso de un representante de Vox en España—, se estrenó en el pleno de las Cortes, el 24 de mayo de 2022, replicando así a Noelia Frutos, una diputada discapacitada del PSOE que va en silla de ruedas: “No la voy a tratar con ninguna condescendencia. Le voy a responder a sus faltas de respeto como si fuera una persona como todas las demás”. En septiembre, llamó “imbécil” desde su escaño al diputado de Ciudadanos y exvicepresidente autonómico Francisco Igea cuando este le afeaba haber aparecido en el programa de televisión MasterChef. En octubre, también en un pleno, tachó de “banda criminal” al PSOE en bloque. Cuando la bancada le exigió que se retractara, García-Gallardo se encogió de hombros y respondió: “No: el Partido Socialista tiene una historia criminal contrastada”.

Pero la actual polémica desatada por García-Gallardo va más allá: presentó, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno del jueves 12 de enero, acompañado por el consejero portavoz, Carlos Fernández Carriedo, del PP, una serie de medidas antiabortistas encaminadas aparentemente a influir y coaccionar a las mujeres decididas a interrumpir su embarazo. Tras el escándalo generado y la reacción del PP nacional, junto a la presión del Gobierno, el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, del PP, desautorizaba (a medias) a su socio de Gobierno y dejaba en teoría sin efecto el protocolo anunciado. Y una semana después, en otra rueda de prensa, el portavoz Fernández Carriedo, esta vez solo, en un ejercicio notable de contorsionismo declarativo, aseguraba que todo lo que entonces se presentó como una orden se limitaba —ahora— a aumentar (cuando se pueda) las prestaciones médicas para las mujeres embarazadas. En la práctica, dejaba en manos de los médicos la aplicación de las medidas. El vicepresidente no compareció durante todo ese tiempo.

Juan García-Gallardo Frings trabajaba como abogado en el despacho de su padre cuando decidió ingresar en Vox, en mayo de 2021. Un perfecto desconocido sin experiencia política. Y lo seguía siendo cuando, en febrero de 2022, se celebraron las elecciones autonómicas, con él como candidato de la extrema derecha por designación personal y directa de Santiago Abascal. Vox consiguió 13 de los 81 escaños y la llave para la gobernabilidad. García-Gallardo había nacido en Burgos en el seno de una familia conservadora y acomodada. Su padre, Juan Manuel García-Gallardo Gil-Fournier, representa la segunda generación de un reconocido bufete con sedes en Burgos y en Madrid y que ha defendido, entre otros, al empresario José María Ruiz-Mateos.

Juan creció en la capital burgalesa dentro de un círculo social de clase media-alta y familias pertenecientes al club de recreo El Soto. Estudió Derecho en la Universidad Pontificia de Comillas y el ICADE. De esta época, 2012, es el vídeo en el que, con 21 años, sin barba y traje de chaqueta añil, aparece en un programa de televisión en La Sexta defendiendo a Mario Conde: “A mí me merece confianza para dirigir un banco”, dice. A sus estudios de Derecho añadió varios cursos de “Liderazgo y compromiso cívico” o “Los ocho hábitos del líder”. Ejerció como letrado en algunos despachos extranjeros para, en 2016, volver al de su familia.

El candidato de Vox a la Presidencia de la Junta, Juan García-Gallardo, y el presidente nacional de Vox, Santiago Abascal, se abrazaban la noche electoral en Valladolid, Castilla y León, el 12 de febrero de 2022.
El candidato de Vox a la Presidencia de la Junta, Juan García-Gallardo, y el presidente nacional de Vox, Santiago Abascal, se abrazaban la noche electoral en Valladolid, Castilla y León, el 12 de febrero de 2022. CLAUDIA ALBA (Europa Press)

García-Gallardo fue elegido candidato tras una especie de casting de Vox al que se presentó junto a un puñado de aspirantes. Y pronto dejó claro que, junto a su falta de experiencia política (lo que podía interpretarse también como ausencia de hipotecas partidistas), se caracterizaba por cierta tendencia a combustionar con facilidad y meterse en charcos. Cuando fue nombrado, borró un ramillete de tuits antiguos xenófobos, machistas y ultras. Estos eran algunos de ellos: “Me parece una gran idea recuperar a Raúl para la Eurocopa. Hay que heterosexualizar ese deporte repleto de maricones”; “Qué ridículo suena que las mujeres exijan igualdad de trato, cuando lo que quieren es seguir siendo tratadas igual de bien que hasta ahora”; “¿Podrías decirme por qué se vivía peor con Franco? A los que no lo sabemos por experiencia personal nos gustaría saberlo”.

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Francisco Igea lo califica de “niño bien de Burgos, con tolerancia cero a la frustración, arrogante y borde, cuya principal actividad política es provocar y abrir debates ya cerrados en la sociedad”. Y añade: “Ideológicamente, es una especie de Obras Completas de la Ultraderecha: la inmigración, la hipersexualización de la sociedad, el feminismo, el aborto…”. También critica que no haya impulsado una sola medida que haya servido para mejorar la vida de los castellanoleoneses. “Lo último que han propuesto es declarar Bien de Interés Cultural las placas franquistas de ‘caídos por España”.

En junio de 2022, cuando se terminaba de extinguir el peor incendio de Castilla y León, en la zamorana sierra de la Culebra, con 32.000 hectáreas calcinadas, García-Gallardo anunció una batería de medidas para paliar los daños: un concierto benéfico en otoño para recaudar fondos, una partida económica para contratar a parados que limpiaran el monte en invierno y el sorteo de maillots de la vuelta ciclista a Castilla y León, también para reunir fondos. El concierto no se ha celebrado, la contratación de parados (muy criticada por los bomberos) aún no ha empezado y por el maillot ciclista se recaudaron 250 euros.

En diciembre, el vicepresidente de Castilla y León decidió dar un mensaje de felicitación navideña (cosa que hasta ese momento no había hecho ningún vicepresidente). Lo rodó junto al espectacular belén de la Iglesia de San Salvador, en Béjar (Salamanca), acompañado del maestro belenista. En el vídeo, entre dulces escenas de pastores e hilanderas, García-Gallardo, el otrora admirador de Mario Conde, afirmaba: “No hay mayor batalla cultural que adorar a Jesús mientras el sistema te ofrece una forma de vida individualista en el que el éxito se mide exclusivamente por la acumulación material y de poder”. Y luego añadía: “No pasa nada por llevar la chaqueta que heredaste de tu abuelo”.

Con información de Juan Navarro.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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