La madre de Santiago Sánchez, preso en Irán, pide disculpas al régimen de los ayatolás “si en algo les ha ofendido”
Un centenar de personas se manifiesta ante la Embajada de la República Islámica en España por la libertad de los dos españoles detenidos
Celia Cogedor, madre de Santiago Sánchez, preso en Irán desde el pasado 2 de octubre, se ha apartado a una esquina para que no la vieran llorar tras leer en voz alta una carta al embajador iraní en Madrid, Hassan Ghashghavi. En la misiva, la madre de Santiago explica que su hijo fue detenido por tomar unas fotos de la tumba de Mahsa Amini, la joven iraní muerta tras ser detenida por la policía de la moral por llevar el velo mal colocado. “En modo alguno pretendía atentar contra la seguridad del Estado de Irán. Si en algo les ha podido ofender, yo, su madre, les pido disculpas en su nombre, aunque estoy segura de que él también las ha pedido”, afirma en la misiva.
Un centenar de personas se han congregado este domingo durante una hora junto a la Embajada de la República Islámica en España, aunque la policía las ha mantenido a considerable distancia de la legación diplomática. Los congregados han permanecido en silencio, evitando cualquier grito o gesto que pudiera molestar a las autoridades iraníes y agravar la situación de Santiago Sánchez. La mayoría eran familiares y amigos del aventurero madrileño que partió el 8 de enero de San Sebastián de los Reyes (Madrid) con el objetivo de acudir al Mundial de fútbol de Qatar, tras recorrer a pie 6.800 kilómetros; aunque también se han sumado miembros de la Asociación Iraní pro Derechos Humanos en España, que les mostrado su apoyo. Los concentrados han exhibido una pancarta en la que se leía “Tu familia pide que te liberen pronto”, con fotos del aventurero, y “Freedom for Santiago” (“libertad para Santiago”).
El acto ha sido convocado por la familia Sánchez Cogedor, pero algunos concentrados mostraban fotos de Ana Baneira, la activista gallega también presa en Irán, detenida durante una manifestación de protesta por la muerta de Amini.
Celia Cogedor ha explicado que el pasado jueves acudió a la Embajada de Irán en Madrid para entregar la carta que ha leído este domingo, y el embajador la recibió y la invitó a un té. Durante una hora, la madre de Santiago explicó al diplomático que su hijo es un deportista y amante de la naturaleza que en 2019 ya visitó su país, camino de Arabia Saudí, donde se jugaba la Supercopa de fútbol de España (es aficionado del Real Madrid) y solo tenía elogios para la hospitalidad del pueblo iraní. El diputado se comprometió a hacer todo lo posible para que se pueda repetir una llamada como la que sus padres mantuvieron con su hijo el pasado día 6, con motivo de la visita que el embajador español en Teherán le hizo en prisión, cuando pudieron charlar con Santiago durante 11 minutos y este les tranquilizó diciéndoles que estaba bien de salud y de ánimo. “Es posible que me haya equivocado, pero esto me va a servir para crecer como persona”, les aseguró.
Los dos españoles no son los únicos extranjeros presos en Irán. Decenas de europeos han sido detenidos, especialmente desde que se iniciaron las protestas por la muerte de Amini, en lo que la UE considera una forma de chantaje para frenar las sanciones internacionales al régimen de los ayatolás cuando no una toma de rehenes para intercambiarlos por iraníes presos en países europeos como Bélgica o Suecia. Los ministros de Asuntos Exteriores de los Veintisiete instaron el pasado lunes a Teherán a “poner fin a la preocupante práctica de detener a civiles extranjeros inocentes con el fin de obtener beneficios políticos”.
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