Pedro Sánchez: “El bombardeo de Ucrania en pleno G-20 demuestra el desprecio de Putin”

España no está en el G-7, no es miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, formalmente ni siquiera es miembro del G-20 ―aunque siempre acude en calidad de invitada desde que se fundó tras la crisis financiera de 2008―, tiene un tamaño medio, es uno de los últimos países occidentales en incorporarse a la democracia... Y, sin embargo, Pedro Sánchez ha logrado en esta cumbre una presencia internacional importante, hasta el punto de haber organizado bilaterales con dos colosos como China y la India y haber tenido varios encuentros formales e informales con el líder del la mayor potencia mundial, Joe Biden. Si hace poco más de un año Sánchez era muy criticado en España porque solo logró en una cumbre de la OTAN que Biden lo atendiera unos segundos mientras caminaba por un pasillo, en esta cumbre el presidente español, que ya reforzó su papel internacional cuando fue anfitrión de la misma reunión en Madrid, ha estado en todas las citas importantes y se lo ha visto no solo con el chino Xi Jinping, con el que estuvo reunido 40 minutos, sino también con el presidente estadounidense, que primero lo invitó a un encuentro del G-7 ampliado, y después estuvo charlando con él un buen rato en un momento de relax mientras visitaban unos manglares en Bali.

Sánchez aprovechó la ocasión de que la organización lo sentó con Biden en la fase previa de esta visita para estar un rato largo hablando con el presidente de EE UU en un momento especialmente delicado, algo que recogieron en varias ocasiones las cámaras de la organización. Sánchez es el presidente con más interés por la agenda internacional de los últimos años, y aprovecha que es el primer jefe de Gobierno español que habla inglés fluido para desenvolverse con comodidad en este ambiente internacional.

En la rueda de prensa, el presidente reivindicó que “la voz de España se ha hecho oír” en el G-20 con esa presencia en todas las reuniones relevantes y se mostró especialmente duro con Vladímir Putin. “Esta cumbre ha estado marcada por la guerra de Putin en Ucrania y sus consecuencias para todo el mundo. Los acontecimientos de esta noche [los bombardeos sobre Ucrania] son una clara muestra de la falta de intención de Putin de poner fin a esta guerra. Condenamos en los términos más enérgicos la ilegal guerra de agresión de Putin a Ucrania. En la reunión [del G-7 ampliado a la que se invitó a España] hemos acordado una condena de los bombardeos que llegaron precisamente cuando estábamos hablando en el G-20 de cómo lograr la paz. El bombardeo de Ucrania en plena cumbre del G-20 demuestra el desprecio que tiene Putin a los mecanismos multilaterales. Pero aunque Rusia trate de boicotear el G-20, hay que reconocer que la presidencia indonesia ha tendido puentes y hemos podido firmar un comunicado conjunto”, sentenció Sánchez.

“Se ha logrado adoptar una declaración consensuada. Y esto es muy importante. Hemos sido capaces de sentarnos juntos, hablar y garantizar la continuidad del G-20. La declaración refleja condena inequívoca a Rusia, que es la gran causante de la crisis alimentaria que padecen millones de seres humanos. Además, se afirma que el uso de armas nucleares o la amenaza de usarlas resulta inadmisible. Es un mensaje rotundo que puede ayudar a crear certidumbre”, ha señalado Sánchez. Este fue uno de los asuntos centrales de la conversación del presidente español con el chino Xi, muy preocupado por la posible escalada nuclear.

Sánchez cree que de esta cumbre sale claro el mensaje de que Putin no puede tener encima de la mesa esa solución porque todo el mundo, incluido su aliado China, se volcaría contra él. El presidente, en cualquier caso, quiso rebajar la inquietud generada por la explosión con dos muertos en Polonia, aunque sí apuntó contra Putin por los ataques en Ucrania. “Mientras discutíamos en el G-20 se ha producido un masivo ataque de misiles a Ucrania para cortar la luz y la calefacción de millones de personas, unos crímenes de guerra que no van a quedar impunes”, remató.