La Audiencia eleva la pena de cárcel al tirador ultraderechista que quería matar a Pedro Sánchez
El tribunal, que impone 15 meses más de prisión a Manuel Murillo, hasta alcanzar casi los nueve años, destaca que existía “un plan, una víctima concreta y una petición de ayuda” a terceros para ejecutar el crimen
“Había un plan determinado, una víctima concreta y una petición de ayuda a terceros para que le aportasen la información precisa de los movimientos del presidente del Gobierno”. Así de contundentes se han manifestado tres magistrados de la Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional, que han elevado la pena de cárcel impuesta a Manuel Murillo, un tirador ultraderechista que amenazó con matar al socialista Pedro Sánchez y buscó ayuda para perpetrar su objetivo tras acopiar un importante arsenal de armas, que incluía revólveres y un fusil de asalto. Tras rechazar el recurso de la defensa y aceptar el de la Fiscalía, el tribunal castiga finalmente con ocho años y nueve meses de cárcel al acusado —frente a los siete años y medio impuestos en primera instancia— y confirma que existía un “riesgo objetivo”.
De esta forma, seis magistrados han concluido ya que Murillo, un vigilante de seguridad de 66 años y nostálgico del franquismo, representaba una amenaza real. Según la Sala de Apelaciones, mostraba una intención “seria, contumaz y reiterada” de cometer el crimen. Una actitud que era “cada vez más concreta y resuelta”, según añade el fallo, fechado este 25 de octubre. Es más, continúa la resolución, buscó ayuda de terceros para ejecutar su plan y se lo “concretó” a Patricia Marta Muñoz, una coordinadora local de Vox en Cataluña. “Creía que [el partido] disponía de capacidad para proporcionarle medios y contactos que le auxiliasen en la materialización de su propósito”, dicen los jueces, que apuntan que la formación política no se “prestó a facilitarle ayuda”.
“Contaba con la persistencia, fijación y desvelada determinación” de acabar con la vida del jefe del Ejecutivo, recalcaron también los tres jueces de primera instancia en su sentencia del pasado abril, donde echaron por tierra las alegaciones de la defensa y descartaron que sufriera ninguna alteración psíquica. Murillo insistió en que estaba bebido cuando envió los mensajes que lo incriminan y que eran solo bravuconadas. En su recurso añadió que se había vulnerado su presunción de inocencia y que se valoró erróneamente los indicios presentados contra él.
Pero la Sala de Apelaciones lo rechaza. Existe “suficiente prueba” para condenarlo, afirma este tribunal, que solo ha aceptado el recurso de la Fiscalía. El ministerio público consideró que se había calculado mal la pena impuesta por “homicidio en grado de proposición”, uno de los dos delitos por los que se le sentencia —el otro es depósito de armas de guerra—. Y, por ello, los magistrados aceptan castigarlo con 15 meses más de cárcel.
Murillo, hijo del último alcalde franquista de Rubí (Barcelona), fue detenido por los Mossos en 2018. Los investigadores lo habían puesto bajo sospecha tras recibir la alerta de que había comentado a sus conocidos que quería matar a Sánchez y que ya había comenzado a moverse para ejecutar su idea. “Nos hemos de mojar y actuar. Yo estoy dispuesto. Mi mayor ilusión es meter al traidor de Sánchez debajo de la lápida de Franco”, escribió por WhatsApp a sus conocidos. Además, llegó a contactar con una coordinadora local de Vox para comentar sus planes y pedirle ayuda. Los agentes le intervinieron un arsenal de armas.
Los mensajes del acusado: "Armados para dar un golpe de Estado"
Las sentencias de la Audiencia Nacional recopilan los numerosos mensajes amenazantes enviados por el acusado a sus conocidos:
"Empezar a volar cabezas". "Estoy por coger el rifle de francotirador y empezar a volar cabezas de hijos de puta y traidores [...] Pero solo no llego a ninguna parte. Ha de haber una organización y ser más".
"Estoy haciendo 150 balas". "Bueno, voy a seguir con las balas, que he de estar concentrado y estoy haciendo 150 balas [...] Si [Pedro Sánchez] viene por Cataluña y hace algún mitin, lo tenemos que estudiar y tengo todo para hacerlo [...] Vendí dos rifles de caza y compré uno de francotiradores de la bala más rápida del mundo, 1.370 metros por segundo".
"Como Tejero". "Si alguien me ayudara formando un comando, intentaría acabar con todo como Tejero. Si no, tendremos que ir de francotiradores anónimos cargándonos a esos hijos de puta poco a poco, sin ayuda y dando nuestra vida con orgullo por nuestra patria. Que es UNA GRANDE Y LIBRE [sic]".
"Hay que pensar en un alzamiento nacional". "Las leyes no hacen nada mientras siga este Gobierno. Aquí hay que pensar en un alzamiento nacional [...] Ahora solo queda la guerra [...] Si levantara la cabeza el abuelo materno de Pedro Sánchez, que estuvo al lado de Franco, le estaría dando ostias [sic] hasta donde no se puede decir, por haber traicionado todo por lo que luchó. Ya me gustaría tenerlo un día en el punto de mira".
"Debemos volver al 'far west". "Si no hay elecciones pronto y sigue este desgobierno de ineptos corruptos y traidores que consienten la invasión y destrucción de España... debemos volver al Oeste del far west con un revólver en el cinto y si es con una MG42 mejor, así se limpia de mierda más rápido".
"Llamo al Ejército y la Legión". "Llamo a un alzamiento nacional. Aunque parezca de locos, sería la verdadera solución [....] Llamo al Ejército y la Legión [...] Si no, tendremos que ir de francotiradores anónimos cargándonos a esos hijos de puta poco a poco, sin ayuda".
"Defender a España con las armas". "Un día nos hemos de reunir y, si todo va a peor, estoy dispuesto a defender a España con las armas. Tenemos que estar organizados, armados para dar un golpe de Estado y cargarse a toda esa mierda que se ponga por delante”.
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