Mohamed VI invita a Sánchez a la cena de ruptura del ayuno de este jueves para normalizar las relaciones diplomáticas
España reanuda las repatriaciones a Argelia con el envío de una veintena de inmigrantes el sábado desde Almería
El rey de Marruecos, Mohamed VI, ha invitado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a participar el próximo jueves en el iftar, la cena con la que se rompe el ayuno durante el Ramadán, según han adelantado fuentes marroquíes. El iftar es la principal celebración del día durante el mes sagrado de los musulmanes por lo que invitar a un extranjero a participar supone una muestra de amistad.
Mohamed VI llamó el pasado jueves a Sánchez para pedirle que acudiera personalmente a Rabat para escenificar la reconciliación entre los dos países, tras una crisis diplomática que se ha prolongado diez meses. Y le trasladó su “alta valoración” por el contenido de la carta que el presidente español le había dirigido el pasado 14 de marzo, en la que calificaba el plan marroquí de autonomía para el Sáhara como la fórmula “más seria, realista y creíble” para resolver el conflicto en la antigua colonia española. La llamada del monarca alauí llevó a suspender el viaje a Rabat que ese mismo día iba a realizar el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien acompañará a Sánchez en su visita de esta semana. El jefe del Gobierno tiene previsto reunirse también el jueves, por vez primera, con el nuevo presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, por lo que previsiblemente Sánchez viajará a Marruecos por la tarde.
Por otra parte, España ha reanudado la repatriación de inmigrantes a Argelia, según fuentes gubernamentales. Tras dos semanas de parón en las devoluciones, el pasado sábado, una veintena de argelinos que habían entrado irregularmente en España embarcaron en un ferri en Almería de regreso a su país. Es la primera repatriación desde que, el pasado día 18, la Casa Real marroquí hiciera pública la carta remitida por el presidente español, Pedro Sánchez, a Mohamed VI, en la que consagraba el giro de la posición española sobre el Sáhara.
Desde entonces, no se había realizado ninguna devolución, con la excepción del vuelo que el 24 de marzo llevó a la localidad argelina de Chlef al militar Mohamed Benhalima, quien a través de su canal en YouTube había denunciado casos de corrupción en el ejército argelino y al que se negó asilo político en España. Interior subió al mismo vuelo a varios inmigrantes irregulares.
Fuentes gubernamentales creen que el hecho de que Argel haya admitido reanudar las repatriaciones es un buen síntoma, aunque no se descarta que continúen las tensiones en las relaciones entre los dos países. En cambio, fuentes diplomáticas argelinas advierten de que los repatriados en el vuelo con el militar y los embarcados en el ferri de Almería formaban parte de un grupo de 26 inmigrantes cuya devolución había sido acordada antes de conocerse la carta el pasado 18 de marzo. La suspensión de las repatriaciones se mantendría así en vigor, aunque no tendría carácter retroactivo.
El país magrebí llamó a consultas el pasado 19 de marzo a su embajador en España, Said Musi, y nada indica que esté próximo su regreso. Además, ha denegado la ampliación de los vuelos regulares entre ambos países, una vez que se han relajado las restricciones impuestas por la pandemia, por lo que estos seguirán limitados a cuatro semanales, todos a Argel: tres de Vueling desde Barcelona; y uno de Iberia desde Madrid. Otros países europeos —como el Reino Unido, Bélgica o Italia— sí han conseguido un aumento de sus frecuencias.
Pero lo más preocupante para los intereses de España ha sido el anuncio de Toufik Hakkar, presidente ejecutivo de Sonatrach, el gigante argelino de hidrocarburos, de que su país mantendrá congelado el precio del gas para todos sus clientes, a excepción de España, con quien se propone revisarlo. Fuentes gubernamentales indicaron que el contrato vigente con Naturgy ya preveía una revisión de los precios del gas, que han aumentado un 500% en los últimos meses. Otra cosa es si esta revisión resulta más onerosa para la compañía española debido a la crisis diplomática entre los dos países.
Mientras tanto, la reconciliación de España con Marruecos se ha traducido en una reanudación de los vuelos de repatriación de inmigrantes llegados en patera a Canarias. Durante la pandemia se suspendieron las repatriaciones y las autoridades marroquíes solo aceptaron, entre diciembre de 2020 y abril de 2021, los vuelos desde el archipiélago hasta El Aaiún (Sáhara Occidental), como una forma de reconocimiento tácito de la soberanía marroquí sobre la capital de la antigua colonia española. El Gobierno confía en que ahora puedan extenderse también a Casablanca y Agadir, lo que permitiría triplicar el número de repatriaciones, cifradas en unas 80 semanales.
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