La ofensiva rusa en Ucrania diluye las discrepancias entre los socios de la coalición en el Gobierno

La invasión de Ucrania por el Ejército ruso ha suscitado la unanimidad en el arco parlamentario español, algo inédito en los últimos tiempos. Todos los partidos políticos condenaron este jueves la ofensiva de Vladímir Putin sobre la antigua república soviética. La brutalidad del ataque disipó incluso las discrepancias iniciales sobre este asunto en la coalición del Gobierno. Tanto el sector socialista como el de Unidas Podemos criticaron con la misma dureza la actuación del presidente ruso.

Desde Gabriel Rufián, portavoz parlamentario de ERC, que tachó al presidente ruso de “sátrapa”, a Alberto Garzón, ministro de Consumo, que criticó al líder ruso por tener un “planteamiento imperialista próximo al zarismo”, pasando por el PP, que mostró su respaldo absoluto al Gobierno, PNV, Ciudadanos, EH Bildu e incluso Vox, que esta vez sí se sumó al consenso, todos condenaron de forma tajante la invasión.

Pero lo más llamativo políticamente fue el consenso dentro de la coalición. En un tono diferente al de enero, cuando los ministros de Unidas Podemos criticaron públicamente al PSOE por el anuncio sobre el envío de tropas al este de Europa, los máximos dirigentes de la formación se han limitado en esta ocasión a apelar a la “diplomacia” y el “respeto a la legalidad internacional” como única vía de solución al conflicto. Si hace apenas un mes el partido lamentaba los “aspavientos belicistas” de la titular de Defensa, Margarita Robles, el discurso del presidente del Gobierno este jueves, en el que enfatizó su compromiso con la paz, la legalidad internacional o la cooperación humanitaria con los pueblos afectados por el conflicto, fue bien recibido por el socio minoritario de la coalición. Antes hubo conversaciones entre los dos grupos para evitar esta vez mensajes contradictorios, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, participó en la reunión urgente del Consejo de Seguridad Nacional presidida por el Rey en La Zarzuela.

Díaz se esforzó para que todo lo que se diga desde el Gobierno esté acordado y muestre que el Ejecutivo habla con una sola voz, una frase que repite habitualmente en público. Han quedado así atrás las tensiones de hace un mes, que forzaron al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, a aclarar que la política Exterior la dirige Sánchez. El presidente, en una declaración institucional sin preguntas en La Moncloa, apeló a la unidad de toda Europa y también indirectamente de la política española, y eso fue lo que sucedió este jueves “Toda mi solidaridad con la ciudadanía ucraniana, víctima de esta irresponsable escalada. Condeno esta intolerable agresión de Rusia. La diplomacia y el derecho internacional han de prevalecer en el marco de Naciones Unidas”, señaló Díaz.

Hubo algunos matices, como un comunicado inicial de Izquierda Unida que rechazaba posibles sanciones contra Putin, pero a lo largo del día, en cuanto empezaron a hablar ministros como Garzón (IU) o Ione Belarra (Podemos), quedó claro que las palabras eran muy similares en el sector socialista y el del socio minoritario.

“La guerra nunca es el camino. Quiero sumarme al llamamiento que ha hecho el secretario general de la ONU, António Guterres, que ha pedido el cese inmediato de los ataques y la retirada de las tropas. Cualquier solución pasa por una resolución diplomática”, señaló Belarra, ministra de Derechos Sociales. La secretaria general de Podemos fue en su día una de las dirigentes más críticas con Robles.

Mientras el comunicado de IU señalaba que “sería un error entrar en una nueva espiral de sanciones y medidas coercitivas unilaterales como la vivida hace siete años entre la Unión Europea y Rusia, que tuvo un fuerte impacto económico para ambas partes”, su líder, Garzón, fue rotundo en la condena a Putin. “Es inadmisible la posición de Rusia”, ya que demuestra “un planteamiento imperialista próximo al zarismo”, sentenció en los pasillos del Congreso. “Mi solidaridad con el pueblo trabajador ucraniano”, había indicado antes en redes. “Un ataque que vulnera el derecho internacional y los acuerdos previos alcanzados para preservar la paz”, añadió.

Un paso más allá que Podemos fue el ex secretario general de la formación, Pablo Iglesias, para quien el discurso del líder ruso en los últimos días “refuerza a una OTAN que no representa ni la paz ni los intereses de Europa, sino los de Estados Unidos”. “Nos van a llamar ingenuos y cándidos por decir ‘No a la guerra’”, añadió. “El pacifismo fue la seña de identidad histórica del socialismo, del movimiento obrero y del feminismo”, defendió en su programa La Base.

Entre los grupos, pese a la condena unánime, también hubo matices. Rufián, de ERC, pidió al Gobierno que se mantenga al margen de cualquier hipotética represalia militar contra Rusia y criticó el “belicismo” de la OTAN. Por el contrario, Aitor Esteban, portavoz del PNV, fue más contundente y pidió que los países occidentales “no se crucen de brazos” ante Moscú.

La guerra dejó en segundo plano la crisis del PP, mientras el todavía presidente del partido, Pablo Casado, trasladó el respaldo de su partido al Gobierno en la “respuesta coordinada con la UE y la OTAN” al ataque ruso. Casado llamó a Pedro Sánchez para mostrarle ese apoyo y comentar las posibles opciones. Poco después de que el dirigente anunciara la llamada en redes sociales, Cuca Gamarra, que se hará cargo de la formación hasta el congreso de abril, compareció en la Cámara baja para fijar la posición del PP de respaldo total al Gobierno y acaparó el protagonismo.

Vox, que hace menos de un mes convocó en Madrid una cumbre con la ultraderecha europea que contó con Víctor Orban, el presidente de Hungría, muy cercano a Putin, reivindicó que en esa reunión se hizo un comunicado de rechazo a las maniobras rusas en la frontera con Ucrania. Esa condena, sin embargo, fue promovida por los representantes polacos en esa cumbre, y tuvo mucha discusión interna. Además de condenar la decisión de Putin, al que no citaron en ningún momento en su comunicado, Vox cargó al mismo nivel contra la Comisión Europea. “No hay que dejar de señalar su fracaso y su irresponsabilidad”, señaló este grupo.