La reforma laboral se enfrenta a una incierta votación en el Congreso

La votación para convalidar el decreto con el que el Gobierno de coalición aprobó en Navidades la reforma laboral está prevista en el Pleno del Congreso para el próximo 3 de febrero y su resultado sigue siendo a día de hoy más que incierto. La negociación del pacto social logrado entre el Gobierno, la patronal CEOE y los sindicatos CCOO y UGT se ha trasladado ahora al Parlamento, con varios frentes y variantes.

El Gobierno, por ahora, solo tiene más o menos asegurados 167 votos afirmativos (120 del PSOE, 34 de Unidas Podemos, nueve de Ciudadanos y uno de Teruel Existe, el Partido Regionalista de Cantabria, Coalición Canaria y Nueva Canaria) frente a 173 negativos: 88 de PP, 52 de Vox, 13 de ERC, seis de PNV, cinco de EH Bildu, cuatro de Junts, dos de la CUP y uno de BNG, Foro Asturias y un fugado de Cs).

Los dos parlamentarios de Unión del Pueblo Navarro (UPN) están por definir, aunque la semana pasada tras un primer contacto con el Ejecutivo cerraron un encuentro con su presidente, Javier Esparza, y avanzaron que en principio podrían entrar en el bloque de los que respaldarán la iniciativa consensuada entre los agentes sociales. Al final, esos dos votos de un partido aliado natural del PP y muy crítico normalmente con este Gobierno podrían ser determinantes.

La otra gran clave de esa votación está en si los siete diputados del PDeCAT (cuatro), Más País (dos) y Compromís (uno) se suman al no, a la abstención o al sí. En principio, fuentes de esas formaciones habían anticipado que no estaban en la disposición de hacer fracasar la reforma actual, que modifica la impuesta por un Gobierno con mayoría absoluta del PP en 2012. Pero también apuntaron que les sería muy difícil continuar con un voto afirmativo si al final el PNV permanece en el no, como está ahora de manera muy firme. Si esos siete escaños pasaran al bloque del sí, el Gobierno tendría una mayoría de hasta 174 votos positivos frente a los 173 que recabarían los partidos del no. La abstención o el voto de UPN podría resultar definitiva. Hay otros escenarios, pero mucho más complejos, que el Ejecutivo por ahora ni se plantea.