El colectivo de pequeños ganaderos pide a Garzón un cambio en el etiquetado que ponga en valor sus productos

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha reivindicado el modelo familiar de ganadería en su reunión de este jueves con el titular de Consumo, Alberto Garzón, con el que se han encontrado para tratar de “zanjar la polémica” suscitada en los últimos días tras una entrevista en el diario británico The Guardian. En el encuentro de este jueves, que se ha producido en la sede del Ministerio, le han solicitado que apoye una Ley de la Agricultura y Ganadería Familiar, en la que ya están trabajando con el Ministerio de Agricultura, dirigido por Luis Planas (PSOE), y que promueva un etiquetado transparente “que ponga en valor el origen de los productos de agricultura familiar”, según ha manifestado la propia organización. Garzón se ha comprometido a considerar la propuesta porque los consumidores, ha defendido, “tienen derecho a saber con la mayor precisión posible de dónde proceden los productos que están consumiendo”.

La reunión se ha producido a petición de UPA, que había enviado una carta al ministro solicitándola para que “queden las cosas claras” y “se saque a los ganaderos de este debate”, según la organización agraria. Sobre todo, ha defendido su portavoz, Lorenzo Ramos, en declaraciones posteriores a los medios, a los que ellos representan, que suponen el 87% del total. “El ministro ya nos ha dicho que hoy mismo en una entrevista él ya habla de que hay una diferencia entre los modelos de explotaciones”, ha continuado Ramos, en referencia a la entrevista publicada por EL PAÍS este mismo jueves en la que el ministro sostiene que se está trabajando en un nuevo etiquetado “tanto ecológico como sanitario y ambiental”. Además, el portavoz de UPA ha defendido que no todos los modelos intensivos son macrogranjas, y ha invitado al ministro a visitar diferentes tipos de instalaciones. Garzón ha aceptado la propuesta y ha afirmado que acudirá a ver varias explotaciones en Madrid y Galicia.

Las grandes críticas que levantaron las declaraciones del ministro en The Guardian, en las que diferenciaba entre la sostenibilidad del modelo de ganadería familiar y el impacto nocivo del modelo intensivo que, sostuvo, alcanza su máxima expresión en las macrogranjas, han ido bajando a medida que ha avanzado la semana. La propia UPA, que el pasado 4 de enero defendió la “rectificación o dimisión” de Garzón por sus palabras, que consideraron un “ataque a la ganadería” en su conjunto, se pronunció este martes en sus redes sociales en unos términos muy similares a los del ministro. “En UPA defendemos el modelo familiar de ganadería, el mayoritario en España, frente a las macrogranjas que imperan en otros países, un modelo contra el que llevamos años luchando”, afirmaron en su cuenta oficial de Twitter. Este jueves, Lorenzo Ramos ha vuelto a defender su posición y ha sostenido que precisamente uno de los problemas actuales es que el concepto de macrogranja en España “está indefinido”. En ese sentido, ha demandado al Gobierno y en especial al Ministerio de Agricultura una delimitación clara del mismo.

Las aguas, no obstante, no solo han amainado entre los profesionales del sector. Después de que varios miembros del ala socialista del Gobierno e incluso el propio presidente, Pedro Sánchez, hayan desautorizado a Garzón en varias ocasiones, este jueves la vicepresidenta tercera del Ejecutivo y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha respaldado su posición. En un acto en Culleredo (A Coruña), Ribera ha afirmado que las explotaciones industriales tienen “un margen de mejora muy notable desde el punto de vista ambiental, social y de bienestar animal”. Además, ha sostenido que no cree que haya “motivo” para que Garzón dimita y ha apuntado la “necesidad de reforzar los parámetros de calidad”. “En esto hay un consenso total por parte del Gobierno”, ha concluido.

Este miércoles, el PSOE ya aseguró que defenderá al ministro de Consumo en el Congreso y votará en contra tanto de las propuestas para su reprobación, presentadas por PP, Vox y Ciudadanos, como de que comparezca en el pleno. “Le daremos un respaldo absoluto”, dijo entonces el portavoz del grupo socialista, Héctor Gómez. Las declaraciones de la vicepresidenta de este jueves confirman que la tensión de la semana pasada ya ha descendido entre los socios de la coalición.