Los Presupuestos regresan al Congreso tras apoyar el PP una enmienda de Compromís sobre lenguas regionales
El Gobierno daba por segura la aprobación de las cuentas en el Senado, que ahora se retrasarán una semana
El Gobierno se ha llevado un chasco monumental este martes en el Senado y tendrá que esperar una semana para aprobar sus segundos Presupuestos Generales del Estado consecutivos. Las cuentas regresarán al Congreso después de que el PP apoyase una enmienda que Compromís ha presentado a propuesta de la Chunta Aragonesista para la difusión de las lenguas protegidas por la Carta europea de las lenguas regionales o minoritarias en las comunidades autónomas de Galicia, Asturias, Euskadi, Navarra, Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares. La iniciativa también ha contado con el voto favorable de ERC y PNV. Por unos días, el Ejecutivo de Mariano Rajoy continuará siendo el último que ha logrado aprobar las cuentas públicas dos años seguidos y en plazo. El expresidente del Gobierno del PP lo consiguió con los Presupuestos de 2015 y 2016.
Ahora, el presidente del Senado, Ander Gil, debe informar a la del Congreso, Meritxell Batet, para que convoque un pleno el próximo martes 28 de diciembre para debatir esa enmienda en exclusiva, cuyo importe es de 1,6 millones. “Si no es hoy será en unos días. Si esto sirve para que el PP reconsidere su política de promoción de las lenguas cooficiales, bienvenido sea”, ha afirmado Pedro Sánchez tras abandonar el Senado sin aguardar a que se anunciara formalmente el resultado de la votación. La intención era que el resultado de la votación se hubiese conocido antes del inicio de la sesión de control en la Cámara Alta a las cuatro de la tarde. “Aquí el problema es que alguien no ha calculado que esto podía suceder”, ha dicho Javier Maroto sobre la sorpresa que se ha llevado el Gobierno. El portavoz popular ha asegurado que la enmienda “respeta el ideario y programa” de su partido tras recordar que la Carta europea de las lenguas regionales o minoritarias, de 1992, cuenta con el apoyo del PP “desde que existe”. Maroto ha subrayado que la Carta “en ningún caso” dice que por ejemplo el bable “se deba considerar cooficial”. “No apoyamos su cooficialidad en Asturias”, ha sido tajante.
ERC ha eludido cualquier responsabilidad en el resultado de la votación y ha justificado su respaldo a la enmienda, que ya preveían en el PSOE. “Hemos respetado el acuerdo que teníamos con los partidos del Gobierno. Son sus Presupuestos, por tanto, la responsabilidad de los números era suya. En cualquier caso, y por eso el sentido de nuestro voto en la enmienda en cuestión, cualquier medida que proteja a las lenguas nos parece bien, como no puede ser de otra manera”, han explicado fuentes de la formación.
Los Presupuestos seguirán saliendo adelante “en tiempo y forma”, como le gusta decir a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Pero ya no será lo mismo. Las caras de los miembros del Gobierno eran de circunstancias. La foto que todos esperaban no se produjo. Varios ministros que no tenían pregunta en la sesión de control del Senado se han ido de la Cámara Alta sin esperar al resultado de las cuentas, que se ha conocido pasadas las seis y media de la tarde. La Moncloa pretendía aprovechar la sesión de control en el Senado, con pleno de ministros, para celebrar con todos los focos encima la luz verde a los Presupuestos de 2022.
Los ministros no disimulaban a su llegada la alegría por los pasillos tras una votación en la que no se iba a admitir ninguna de las casi 4.000 enmiendas presentadas. Con que solo una que saliese adelante, como ha ocurrido, las cuentas se retrasarían una semana para regresar al Congreso para su votación definitiva.
La decepción del Gobierno es relativa: en ningún caso peligran las cuentas tras superar a mediados de diciembre el momento clave: los vetos, equivalentes a las enmiendas a la totalidad. Más allá del revés causado por el PP con su respaldo a la enmienda de Compromís —fuentes del Senado apuntan que el PP se posicionó en su contra previamente en la comisión de Presupuestos—, la suerte del Gobierno dependía de que ERC no vetara las cuentas. Al final, los republicanos terminaron retirando también sus enmiendas parciales para agilizar el proceso tras cerrar un acuerdo sobre la ley audiovisual. El año pasado ya acordaron con el Gobierno no presentar enmiendas en el Senado, al igual que PNV y EH Bildu. Una operación que se ha repetido, pero que no ha sido suficiente para que se aprobara cumpliendo el calendario que pretendía el Gobierno.
El PP, que ha sorprendido a todos logrando el retraso de la aprobación de las cuentas, ha sido muy crítico con las previsiones económicas del Gobierno y su decisión de no incorporar ninguna enmienda. “Estos Presupuestos son un gran engaño en el cuadro macroeconómico. Todos los organismos internacionales y nacionales lo ponen de manifiesto. No es de extrañar que el Banco de España tenga que cambiar sus previsiones de crecimiento”, ha afirmado el portavoz popular, Francisco Javier Fragoso. El organismo supervisor ha reducido en casi dos puntos su proyección de crecimiento para este año y la deja en el 4,5%, muy por debajo del 6,5% que mantiene el Ejecutivo. “Nos predican que arrimemos el hombro y no nos aceptan ni una de nuestras 2.125 enmiendas. Ni una miserable rotondita nos han concedido”, ha apostillado el senador. “La previsión de ingresos es absolutamente irreal”, ha zanjado José Manuel Marín, de Vox.
El PP ya intentó el jueves en la comisión de Presupuestos, sin éxito, que en la sesión de este martes se incluyera el debate de varias enmiendas para bajar el IVA a las peluquerías. Su objetivo era obligar a retratarse al Gobierno y sus socios, además de alargar en lo posible la aprobación de los Presupuestos. El Gobierno, que estaba atento a la jugada, las vetó sin dilación al final de la comisión presupuestaria. Pero no vio venir el apoyo a la enmienda de lenguas regionales y minoritarias.
Al igual que el PP, un grupo nutrido de aliados del Ejecutivo ha lamentado que el Gobierno se negase a aceptar sus enmiendas y las del resto de los grupos. “No podemos votar a favor de estos Presupuestos, que consideramos insuficientes. No han tenido la más mínima cortesía para explicar por qué no han aceptado ninguna de nuestras enmiendas. Desprecian esta Cámara”, ha reprochado Carles Mulet, de Compromís, que era uno de los más sorprendidos por el apoyo del PP. “Nos hubiera gustado añadir otras partidas, por desgracia no serán aprobadas ni las de mi grupo ni las de nadie, con lo que tendremos que preguntarnos: ¿cómo nos percibe la sociedad, para qué sirve el Senado?”, ha observado José Miguel Fernández (PRC), que no obstante ha votado a favor de las cuentas. Lo mismo que Más Madrid. “Somos conscientes de que tenemos un senador, pero les exigimos honestidad. Con su estrategia deslegitiman al poder legislativo. Habrá un día, señorías del PSOE, en que volverán a la oposición y no tendrán la más mínima autoridad moral para exigirle a la mayoría que acepte sus propuestas”, ha advertido su representante, Pablo Gómez Perpinyá.
Geroa Bai ha retirado sus enmiendas tras alcanzar un acuerdo con el Gobierno a cambio de varias medidas, como un centro de robotización en Navarra. “Soy consciente de que, con este apoyo, de alguna manera contribuimos al ninguneo del Senado”, ha asentido su senador, Koldo Urionabarrenetxea, que aun así ha recordado que estaban avisados de lo que iba a suceder: “Teníamos la experiencia del año pasado, en la que los grupos que apoyaron los Presupuestos en el Congreso nos dijeron que no se iban a aceptar enmiendas en el Senado”. Unas palabras que confirman fuentes del Gobierno y de partidos que asumieron las condiciones. “Las enmiendas son reivindicaciones lícitas que ya tendremos tiempo de afrontar”, se mostró conciliador el socialista Gonzalo Palacín. El pleno estaba en sus prolegómenos y el PSOE ya estaba con la cabeza puesta en los Presupuestos de 2023. Mientras, el PP se preparaba para aguarle la fiesta al Gobierno. Aunque solo sea por una semana.
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