El Constitucional avala el uso del bable en el parlamento de Asturias
La sentencia subraya que esta reforma no implica la cooficialidad del asturiano en la administración ni en la enseñanza
El Tribunal Constitucional ha decidido en su último pleno avalar el uso del bable en las sesiones de la Junta General —el parlamento autonómico— de Asturias, después de una deliberación que se prolongó durante dos días. El tribunal inició el debate con posturas muy alejadas, que pudieron reconducirse hacia un pacto interno al establecerse que el empleo del asturiano tendría validez en la Junta General o Parlamento del Principado, como defendía el Gobierno autonómico, pero precisando que ello no implica la cooficialidad del bable en las administraciones públicas ni como lengua vehicular en la enseñanza.
La reforma del reglamento de la asamblea parlamentaria asturiana que permitió el uso del bable en cualquier intervención fue recurrida por Vox, al considerar que se trataba de una iniciativa con objetivos políticos de diferenciación de la comunidad autónoma. El recurso señalaba efectos de difícil reparación, ya que el uso del bable se extendería entre otras a las actividades de control del Gobierno autonómico, y no todos los diputados entienden el asturiano.
Todos estos argumentos fueron citados y se estudiaron en el debate del Constitucional. En la votación, la vicepresidenta del tribunal, Encarnación Roca, se mantuvo en su postura negativa a avalar la reforma del reglamento del Parlamento asturiano. Al final, el recurso de Vox fue rechazado con ese único voto en contra, aunque también se anunció por lo menos un voto concurrente, del magistrado Pedro González Trevijano. El voto concurrente es el que se expresa dando conformidad al criterio mayoritario —en este caso a favor del uso del bable en la asamblea parlamentaria del Principado—, pero con propuestas alternativas de redacción del fallo, para dejar los argumentos esenciales más atados o expuestos de otro modo.
La sentencia, en todo caso, va a dejar muy claro que el bable seguirá sin tener la consideración de lengua cooficial en Asturias, porque no se reguló así en el Estatuto de Autonomía del Principado. A tenor de los argumentos empleados en el debate de la sentencia, el voto o votos concurrentes, a su vez, subrayarán que el posible objetivo político de regular la cooficialidad del bable tendría que canalizarse por medio de una reforma del Estatuto, con todas sus consecuencias, que entre otras cosas implica la necesidad de obtener una mayoría reforzada y la aprobación en las Cortes. Lo que el Constitucional ha querido evitar, en suma, es que esa cooficialidad pueda llegar a darse por la vía de reformas parciales, primero en el ámbito parlamentario, luego en el administrativo y más tarde en el sector de la enseñanza, por ejemplo, evitando un debate general y la modificación del Estatuto de autonomía del Principado, por entenderse que ello supondría una vía fraudulenta.
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