La Eurocámara se inclina por retirar la inmunidad de Puigdemont con el apoyo del PSOE y el rechazo de Podemos
Lo previsible es que el suplicatorio contra el expresidente catalán y los exconsejeros Comín y Ponsatí, cuyo resultado se conocerá este martes, haya sido respaldado por una mayoría del hemiciclo
El expresidente catalán Carles Puigdemont, huido de la justicia española desde 2017 y elegido eurodiputado en 2019, se enfrentó el lunes al voto crucial sobre la retirada de su inmunidad en el pleno del Parlamento Europeo. Aunque el resultado de la votación, realizada de forma telemática y secreta, no se hace público hasta este martes, lo previsible es que la Eurocámara decida despojarle a él y a los exconsejeros Antoni Comín y Clara Ponsatí de la protección de la que gozan como miembros de la Eurocámara con una mayoría suficiente superior al 50%. Puigdemont está acusado por la justicia española de sedición y malversación por su papel en el procés.
Los partidos que forman el Gobierno en España emitirán sus sufragios divididos: el PSOE ha anunciado su voto a favor de retirar la inmunidad y Podemos, en contra.
De confirmarse, se pondría fin a una etapa más en el zigzagueante camino judicial de los políticos catalanes: a partir de ahora, seguirán siendo miembros del Parlamento Europeo, pero los tribunales belgas (en el caso de Puigdemont y Comín) y los británicos (en el caso de Ponsatí, que se instaló en Escocia, si bien en los últimos tiempos reside en Bélgica) podrán retomar los procesos sobre su extradición a España. Estos quedaron en suspenso desde que tomaron posesión del acta como eurodiputados a principios de 2020, por lo que el juez instructor del caso del procés en el Tribunal Supremo, Pablo Llarena, se vio obligado a reclamar mediante un suplicatorio a la Eurocámara que se levantase su inmunidad.
Aunque toda predicción es una ruleta rusa, al tratarse de un voto secreto, según distintas fuentes se prevé que el levantamiento de la inmunidad reciba el apoyo en bloque de los grupos de los populares y de los conservadores europeos, y un respaldo presumiblemente mayoritario de las familias de los socialistas y los liberales. Los Verdes y la izquierda (entre cuyos eurodiputados se cuentan los de la candidatura europea de Podemos) han anunciado su voto en contra. Uno de los eurodiputados consultados, de los pocos que se prestan a aventurar una cifra, calcula que se retirará la inmunidad con 400 votos a favor, 250 en contra y 50 abstenciones.
Técnicamente, lo que votan los europarlamentarios son los informes sobre los suplicatorios de Puigdemont, Comín y Ponsatí elaborados en la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo, el órgano encargado de emitir una recomendación al pleno sobre los asuntos de inmunidades. Estos informes proponen levantar su protección argumentando que el Supremo español los reclama por “hechos y procesos anteriores a la adquisición de la condición y, por tanto, de la inmunidad como diputados del Parlamento Europeo”. Hace dos semanas, los informes salieron adelante en la Comisión con 15 sufragios a favor, 8 en contra y 2 abstenciones, un 60% de los votos, quizá el pronóstico más fiable de lo que puedan haber decidido los 705 eurodiputados el lunes.
Desde el entorno de los políticos catalanes admiten desde hace tiempo que sería un “milagro” que no se les retirase la inmunidad. “Sabemos sumar y restar”, reconoció Puigdemont tras el resultado de la votación de su expediente en la Comisión. Aunque prometió que pelearía hasta el último minuto: “No hemos dado nunca ninguna batalla por perdida”. Estos últimos días, el expresidente ha concedido 18 entrevistas a medios de 20 países. Pero en ellas asume la derrota, dada la posición que defienden públicamente los grandes grupos.
Debate entre los socialistas
“La posición oficial es votar a favor [de levantar la inmunidad]”, dice el eurodiputado socialista Ibán García del Blanco sobre su familia europea, aunque reconoce que, dada la heterogeneidad del segundo grupo de la Eurocámara (con 147 escaños), no espera una “solidez pétrea” en el voto, sino una “posición mayoritaria”. Explica que ha habido “debate” entre los socialistas europeos. El eurodiputado y ex primer ministro de Malta, Alfred Sant, por ejemplo, tildó el viernes de “escándalo” la retirada de la inmunidad a los catalanes y anunció su voto en contra.
Más allá del número de apoyos que acaben recabando los independentistas, “en la práctica, lo que va a ocurrir es que se levantará la inmunidad y estaremos en el paso siguiente: que estos parlamentarios tengan la oportunidad de acudir y defenderse en los tribunales”, asegura García del Blanco. Lo “anormal”, concluye, sería impedir el funcionamiento de la justicia en una democracia “sustentada en la separación de poderes”.
Unidas Podemos, en cambio, considera que votar en contra sería un paso adelante para evitar la judicialización del procés: “Siempre hemos defendido que el conflicto político en Cataluña debe resolverse por vías políticas y mediante el diálogo”, expone en un comunicado. El partido considera, además, que la pérdida de inmunidad tampoco serviría para mucho: en una reciente sentencia, los tribunales belgas rechazaron la extradición a España del exconsejero Lluís Puig, también huido a Bruselas, pero sin inmunidad parlamentaria. Su caso marca un claro precedente de lo que podría ocurrir con el resto de reclamados por el Tribunal Supremo.
La defensa de los políticos catalanes también cree que si el caso regresa a los tribunales belgas el resultado será idéntico al de Puig: la no extradición al cabo de meses o incluso años de procedimiento en varias instancias judiciales. Los huidos han anunciado, además, una nueva maniobra: recurrirán el suplicatorio ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por supuestas “irregularidades” en su desarrollo.
La eurodiputada Dolors Montserrat cuenta que los populares españoles han explicado “uno a uno” a sus colegas europeos su visión sobre el asunto. “El Parlamento Europeo no está juzgando ni condenando a nadie”, expone. “No se entra a discutir nada del fondo. Es una cuestión puramente legal”. Los miembros del principal grupo de la Eurocámara (187 escaños), añade, tienen “muy claro” que “la inmunidad no sirve para proteger hechos previos” y que “España es un Estado de derecho y una democracia plena”. Augura un voto casi monolítico de su grupo.
Entre los liberales de Renew, el tercer grupo (98 escaños) y en el que se encuentra Ciudadanos, se esperaba alguna disensión, pero la posición oficial es a favor de levantar la inmunidad. “Entiendo la sensibilidad española, pero para mí es un caso como cualquier otro”, dice la eurodiputada liberal checa y vicepresidenta de la Eurocámara Dita Charanzová, miembro de la familia de los liberales. “El Parlamento Europeo no es un tribunal. Ese no es nuestro papel. Debemos ceder el paso a un proceso judicial”.
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