El veto del PP a jueces progresistas, último escollo para renovar el Poder Judicial
Los populares rechazan nombres como De Prada o Rosell y dicen que el PSOE acepta dejar fuera a otros, cercanos a Unidas Podemos
La larga partida de póker entre el PSOE y el PP en que se ha convertido la renovación del Poder Judicial llega a su fin y los últimos movimientos pueden romperlo todo. El PP aseguró este lunes que el PSOE ha aceptado dejar fuera a Unidas Podemos del Consejo General del Poder Judicial, pero tanto el PSOE como el grupo de Pablo Iglesias lo desmintieron. Los populares vetan nombres cercanos a Podemos como el de José Ricardo De Prada, juez de la Gürtel decisivo en la sentencia que precipitó el final de Mariano Rajoy, y la exdiputada Vicky Rosell. El tiempo se acaba. El jueves se vota una parte del Consejo de RTVE y se busca antes un pacto de bloque: la televisión, el Poder Judicial, el Tribunal Constitucional y el defensor del Pueblo.
Llegados a este punto, el acuerdo parece inminente. Pero ahora la dificultad es cómo venderlo. El PP tiene esta vez una espada de Damocles que antes no sufría: si se queda fuera de la negociación del Consejo de RTVE, que se vota parcialmente el jueves en el Congreso —6 de sus 12 miembros, a elegir entre los 87 que han superado el concurso público—, corre el riesgo de que se pueda renovar ese organismo clave sin su concurso.
En la primera votación, la del jueves, se necesita el apoyo de dos tercios del Congreso. Es decir, el PP resulta imprescindible. Pero en la segunda, pasados 15 días, basta una mayoría absoluta y el voto de cinco grupos, algo que el PSOE y Unidas Podemos pueden lograr sin el PP.
Por eso, la votación de este jueves precipita todo el paquete —RTVE, CGPJ, Tribunal Constitucional y Defensor del Pueblo— y es previsible que antes de ese momento se anuncie el acuerdo completo. Pero todo podría irse al traste en cualquier instante, porque los negociadores admiten que el acuerdo está “cogido con alfileres” y son tantas las variables que la negociación puede estallar súbitamente.
Ya hay muchos nombres encima de la mesa, aunque fuentes de la negociación insisten en que ninguno es definitivo. Como presidenta del Poder Judicial, la magistrada Pilar Teso ha cobrado mucha fuerza, pero también están la jueza Ana Ferrer o Encarnación Roca. Para defensor del Pueblo, el diputado socialista Ángel Gabilondo se da casi por seguro.
En este contexto de negociación muy frágil, el PP optó el lunes por lanzar una carga de profundidad que por un momento parecía reventar los intentos de llegar a un acuerdo, aunque varias fuentes indican que se sigue negociando. El secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, principal negociador en esta recta final con Félix Bolaños, hombre de confianza de Pedro Sánchez, aseguró que el PSOE ha aceptado la condición de Pablo Casado de apartar a Podemos de la negociación para la renovación del Poder Judicial.
Desmentido al PP
Tanto el sector socialista del Gobierno como el de Unidas Podemos desmintieron la versión del número dos del PP y señalaron que Bolaños, el hombre que habla con el PP, lo hace en nombre de todo el Gobierno de coalición, también de Unidas Podemos. Estas mismas fuentes añaden que no hay nada cerrado de momento, por lo que sacar conclusiones sobre la negociación es todavía prematuro.
García Egea fue más lejos. No solo dijo que Podemos “está al margen de las conversaciones”, algo que es real porque nunca estuvo en las reuniones. En los dos años largos que lleva caducado el mandato del Poder Judicial, la negociación siempre ha sido entre el PSOE y el PP. En una entrevista en la COPE, García Egea tocó la tecla más sensible: el partido de Iglesias “no va a estar” ni va a “tener personas” en el órgano de Gobierno de los jueces, aseguró. Y dijo además que eso ya estaba aceptado por el PSOE.
Este sería un salto muy diferente. Unidas Podemos puede aceptar no estar en las conversaciones, y de hecho no parece tener mucha información de cómo transcurren, pero no podría asumir quedarse fuera del Poder Judicial cuando históricamente hasta IU, por no hablar de los nacionalistas, tuvo presencia con muchos menos votos que Unidas Podemos y sin estar dentro del Gobierno. Eso sí sería un golpe duro que podría desestabilizar el Ejecutivo. Por eso, tanto Unidas Podemos como el PSOE y La Moncloa aseguraron extraoficialmente que el grupo de Iglesias sí tendrá vocales cercanos. En principio deberían ser dos de los 20.
Y ahí llega el punto difícil de la negociación. Unidas Podemos tenía para esos dos puestos, desde hace meses, dos nombres elegidos: el del magistrado De Prada, clave en la sentencia del caso Gürtel que motivó la moción de censura que tumbó a Rajoy, y por tanto anatema para el PP, y Rosell, una jueza que ha sido diputada de Unidas Podemos y ahora es delegada del Gobierno contra la violencia de género.
La presencia de cualquiera de estos dos jueces mostraría que el PP miente y Unidas Podemos sí está en el CGPJ. Pero el grupo de Iglesias tiene más opciones que también corresponden a su sensibilidad, y asegura que en cualquier caso, cuando se conozcan los 20 nombres, se verá que sí está ahí.
Candidatos “inasumibles”
El PP, por el contrario, intentará convencer a su sector más duro, contrario al pacto, de que ha dejado fuera a los perfiles más claros de Unidas Podemos. “Nuestros diputados no van a votar a nadie inasumible para nosotros”, dicen fuentes del PP en clara referencia sobre todo a De Prada. El pacto incluye que todos los diputados de ambos bloques deben apoyar a los vocales del otro.
El problema ya no es tanto de nombres como de fuero. Todas las negociaciones del Poder Judicial se han resuelto con una máxima: nadie veta los nombres del rival. Pero el PP esta vez sí quiere vetar.
El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, rechazó de plano este planteamiento del PP. Dijo que después de dos años de mandato caducado del CGPJ y pasadas ya las elecciones catalanas, al PP “ya no le caben más excusas”. “Por eso, confío en que recapaciten y se avengan a un acuerdo sin chantajes ni vetos”, aseguró. Un claro aviso a los populares.
Ábalos también señaló, como se había acordado internamente en el Gobierno, que La Moncloa negocia con el PP en nombre de todo el Ejecutivo; es decir, también de Unidas Podemos. Mientras, el portavoz parlamentario de este grupo, Pablo Echenique, tachó la versión difundida por los populares de “noticia falsa”. “No sé por qué ha mentido, pero ha mentido”, dijo Echenique en TVE. “O para sabotear las conversaciones o porque tiene miedo de que Vox les llame ‘derechita cobarde”, remató.
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