Las medidas de restricción por la covid-19 coartan en exceso las libertades de los ciudadanos, según Greenpeace y Liberties
Las organizaciones critican que algunas leyes adoptadas por los Gobiernos europeos han ido “más lejos de lo necesario”
Las restricciones a la movilidad para combatir la pandemia en España, Italia, Alemania, Holanda y otros países de la Unión Europea han coartado las libertades de sus ciudadanos y “van más allá de lo necesario”. Así lo afirma un informe que ha sido publicado este jueves por Greenpeace Europa y la red de ONG Liberties. A pesar de que las “restricciones temporales pueden ser necesarias sobre ciertas libertades para salvar vidas y proteger a los grupos en riesgo” las organizaciones denuncian que los gobiernos se han aprovechado "deliberadamente de la covid-19 para socavar las libertades individuales y la democracia”.
El estudio ha revelado que más de la mitad de los países pertenecientes al bloque europeo “no garantizaron el derecho a la reunión pacífica”. Asimismo, ha denunciado que “quienes reclamaron ese derecho, fueron objeto de una vigilancia invasiva” como fue el caso de España y otros países como Alemania, Bélgica o Eslovaquia.
Al momento de crear leyes que afectaran a la movilidad de las personas por razones sanitarias, muchos países como Holanda, Polonia, Rumanía, Eslovenia y España optaron por hacer de forma “acelerada” estos cambios en los procedimientos parlamentarios y "han limitado seriamente las oportunidades para que los ciudadanos, activistas y organizaciones de la sociedad civil tengan voz sobre las acciones de los gobiernos”, según el informe.
A través de denuncias e información recabada desde sus redes, Liberties y Greenpeace Europa han producido un estudio que aclaran “no pretende ser exhaustivo”. Sin embargo, sí ha hecho una revisión a las medidas y a las “fuertes sanciones” que grandes países del bloque europeo como Bélgica, Alemania, Grecia, Italia, Eslovaquia o España han aplicado y que no “salvaguardan las libertades cívicas”. Lo cual es “preocupante” durante una crisis como la pandemia del coronavirus, ya que es cuando más necesitan los ciudadanos de “herramientas de participación para garantizar que sus representantes estén haciendo todo lo posible para proteger su salud”.
Los países más problemáticos
El estudio ha hecho hincapié sobre todo en los países con las limitaciones más “excesivas” para sus ciudadanos como Rumania, donde a pesar de que se hayan empezado a reducir las medidas de distanciamiento social y se hayan vuelto a abrir los centros comerciales, negocios y restaurantes, continúa la prohibición a la libre reunión de personas. O Eslovenia y Hungría, donde según los informes, las autoridades también se han negado a interactuar con periodistas, activistas y la sociedad civil “incluso a veces desacreditando y acosándolos” cuando llegaban a cuestionar o criticar las acciones de sus gobiernos contra la pandemia.
Hungría ha llegado incluso a la represión de la participación democrática “de forma exacerbada” al utilizar como pretexto “la necesidad de prevenir la difusión de información errónea” para censurar la libertad de expresión y de prensa.
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