Vox pone en la diana a la OMS y se alinea con Trump
El partido ultra acusa a la agencia de la ONU para la salud de estar vendida a China
Tras haber acusado repetidamente al Gobierno de no seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su gestión de la crisis sanitaria, Vox ha puesto en la diana a la agencia de Naciones Unidas, acusándola de estar vendida a China. El partido ultra español se alinea así con el presidente estadounidense Donald Trump, quien ha suspendido la financiación de la OMS en plena pandemia mundial y ha pasado de minimizar la gravedad de la covid-19 a culpar a esta organización de ocultar datos por presiones de Pekín.
El pasado día 9, el líder del partido, Santiago Abascal, afirmaba durante el pleno del Congreso que debatía la prórroga del estado de alarma: “Parece que la dictadura china también ha comprado a la OMS y yo les pediría que estuviéramos atentos porque dentro de seis meses, si no nos protegemos, aquí todo va a ser chino menos el virus”.
El líder de Vox aludía, sin mencionarlas, a las informaciones que apuntan a una creciente influencia de Pekín en la agencia de la ONU para la salud, aprovechando el hueco dejado por el desinterés de Estados Unidos por la diplomacia multilateral.
Previamente, el presidente Pedro Sánchez había esgrimido las declaraciones del responsable regional de la OMS para Europa, Hans Kluge, quien, tras visitar España, se había mostrado “profundamente impresionado por el heroísmo de los trabajadores en primera línea, la solidaridad de la gente y la inspiradora resolución del Gobierno”.
Este miércoles era el portavoz del partido ultra en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, quien retuiteba un artículo de The Washington Times ―un diario conservador de la capital federal, vinculado a la Iglesia de la Unificación— con el siguiente comentario: “Liz Cheney, congresista y una de las líderes del Partido Republicano, tilda al líder de la Organización Mundial de la Salud de ‘marioneta’ del Partido Comunista Chino y exige su cese. USA estudia cortar la financiación de la OMS por el claro sesgo pro chino de su líder”. Las declaraciones de Liz Cheney, hija del vicepresidente de EE UU con George W. Bush, servían para justificar la decisión de Trump.
Las críticas a la OMS son nuevas, pero encajan con el discurso antichino de Vox, que ha ido subiendo de tono a medida que lo hacía la Administración estadounidense. Primero fue el secretario general del partido, Javier Ortega Smith, quien habló de “virus chino”y de “anticuerpos españoles” en un tuit. Ante las protestas de la Embajada de Pekín en Madrid, Ortega Smith lo borró. Sin embargo, Abascal empezó a utilizar el término “virus de Wuhan”; en contra de las recomendaciones precisamente de la OMS, que pide evitar términos que criminalicen a una comunidad u origen geográfico de una pandemia global. La que ha ido más lejos ha sido la secretaria general del grupo parlamentario, Macarena Olona, que ha hablado de “peste china”, un término que evoca la estigmatización de los enfermos de esta enfermedad durante la Edad Media.
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