La batalla por el liderazgo del feminismo agrieta la coalición de Gobierno
La pelea de Calvo y Montero deja heridas graves, según ambos grupos
La tensión entre el PSOE y Unidas Podemos, desatada por la ley de violencia sexual, no remite: este miércoles se repitieron los rifirrafes dialécticos entre representantes de ambos grupos. El asunto, según coinciden fuentes de ambos sectores, no es puntual. Detrás hay una batalla de fondo por el liderazgo del feminismo en pleno 8 de marzo entre Carmen Calvo, vicepresidenta y exministra de Igualdad, muy vinculada a este movimiento, e Irene Montero, actual ministra. La guerra deja heridas graves entre Unidas Podemos y Calvo y agrieta la coalición, según diversas fuentes.
Igualdad ha sido siempre un punto de gran tensión entre el PSOE y Unidas Podemos. En julio, fue este ministerio, con el de Trabajo, el que marcó la recta final de la negociación frustrada. Calvo no quería cederlo y se negoció de forma paralela entre María Jesús Montero y Alberto Garzón, que intentaban desbloquear la situación. Los negociadores de Unidas Podemos no tenían muy claro si estaba en la oferta o no hasta última hora, cuando Pedro Sánchez le envió un mensaje a Pablo Iglesias. Casi a la misma hora, Calvo le estaba enviando un whatsapp a Pablo Echenique. “¿Con Igualdad tampoco os vale?”. Para cuando lo vio el negociador de Unidas Podemos —que está mucho más pendiente del Telegram— todo estaba ya roto. El recelo del PSOE y en especial las feministas socialistas con la idea de entregar Igualdad a Unidas Podemos no ha desaparecido. Cada movimiento implica tensión. Dentro del propio feminismo hay una batalla intensa por la concepción del propio movimiento, y hay visiones contrapuestas entre el PSOE y Unidas Podemos. Fuentes de ambos sectores admiten que detrás de esta última batalla, la más importante que ha vivido la coalición, también está esta disputa de fondo por el liderazgo de un movimiento que no solo es masivo y creciente sino que tiene un peso electoral clave porque impulsa el decisivo voto femenino.
Otras fuentes de ambos sectores consultadas, que han seguido de cerca la tensión vivida en las últimas semanas hasta que el lunes, a las 17.00, se alcanzó un pacto de mínimos en una reunión con representantes de Igualdad, Justicia y vicepresidencia en las instalaciones que ocupan Calvo y su equipo en La Moncloa, están más preocupados por la herida de desconfianza que esta batalla ha dejado entre los representantes de Unidas Podemos, Pablo Iglesias incluido, y la propia Calvo. Ella era la encargada de mediar entre Igualdad y Justicia. Y así lo hizo en una tensa reunión el jueves en la Comisión de subsecretarios, la que prepara el Consejo de Ministros, según algunos de los presentes, que narran una escena de mucha agresividad entre los dos ministerios aunque la discusión era sobre cuestiones técnicas, algo habitual. Hasta ocho ministerios intervinieron en ese debate, pero algunos percibieron una tensión mucho mayor entre Igualdad y Justicia, con Calvo como pacificadora.
Sin embargo, después de esa reunión, según la versión de Unidas Podemos, en la recta final hasta el decisivo Consejo de Ministros del martes, Calvo se colocó claramente del lado de Justicia y forzó tanto la negociación que las heridas que han quedado de esta guerra complican su capacidad para mediar en el futuro. Hasta ahora todas las disputas se han resuelto por la buena relación entre Sánchez e Iglesias. Esta vez también intervino este contacto al máximo nivel, según estas fuentes, pero la preocupación de varios dirigentes consultados es cómo queda la relación entre Calvo y Unidas Podemos. Por su parte, los socialistas están indignados con Iglesias, que llegó a apuntar al ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, como un “machista frustrado” sin citarlo.
Estos rescoldos de la tensión quedaron este miércoles en evidencia en varias declaraciones públicas. “No hay ministros machistas, hay un Gobierno profundamente feminista, del primero al último”, aseguró la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra. El portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, reforzó la idea de Iglesias, aunque como él, sin citar a nadie. “Parece que hace falta que venga un machote y diga: ‘Venga, te arreglo la ley”, se quejó en Antena 3.
El propio ministro de Justicia, principal aludido, contestó tratando de quitar hierro a la polémica, pero dejando un mensaje claro a Iglesias: “Estoy convencido de que los políticos hablamos demasiado. Tengo la absoluta garantía de la colaboración de todos los ministerios con el de Justicia. Saben que hay unos ministerios más antipáticos, estoy pensando en Hacienda, en Justicia, que vamos poniendo tiquismiquis para que las leyes que salgan de un Gobierno sean lo más perfectas posibles. No hay ningún tipo de reproche, lo importante es que seamos un Gobierno feminista y nos pongamos al frente de Europa en la lucha por la igualdad”.
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