La reina del pádel tiene un arma secreta: la inteligencia artificial

Es casi imposible concertar una cita con ella. Entre entrenamientos, campeonatos, sesiones de fisioterapia y shootings y eventos publicitarios, Ariana Sánchez (Reus, 26 años), Ari Sánchez, como es conocida en las pistas, apenas tiene media hora libre. Hoy la ha conseguido y ahí está, al otro de la videollamada, con el pelo suelto sobre una sudadera de batalla. Recuerda su niñez, la primera vez que cogió una pala, una pelota, y se adentró, junto a su padre, en las cuatro paredes acristaladas que cubrían la pista de pádel del centro de la urbanización en la que vivía su familia. “Solo era una niña que disfrutaba jugando. No pensaba en poder vivir de este deporte. Además, el pádel no era lo que es ahora”, rememora. En los últimos cuatro años, los federados de pádel han superado las 100.000 fichas, 20.000 más que las de tenis. Y en plena eclosión, Sánchez se ha convertido en una de las mejores jugadoras de pádel del mundo. También es socia fundadora e inversora de Aiball, una aplicación de inteligencia artificial que promete revolucionar este deporte.

Esta leyenda se empezó a forjar en el club local Reus Monterols, donde los padres de Ari Sánchez apuntaron a la joven promesa de nueve años. Vinieron torneos y campeonatos en la categoría de menores, en la cual la pequeña rozó la imbatibilidad. Se apasionó por el deporte. A los 16, ya competía por toda España. A los 18, decidió dedicarse profesionalmente al pádel. “Me mudé a Barcelona porque sabía que si quería seguir mejorando tenía que estar allí. Había mejores entrenadores de pádel, de entrenamiento físico… Había más nivel que en Reus”, explica.

Dio ese primer paso gracias a la ayuda de sus padres. En pocos meses pudo mantenerse económicamente. La leyenda siguió. La deportista fue constante. Los 38 títulos que hoy conforman su palmarés así lo demuestran. Entrenaba —y entrena— a diario. Fue pareja competitiva de Alejandra Salazar (número uno de pádel femenino en cuatro ocasiones) y con ella estuvo a punto de coronarse dos veces como mejor del mundo. Ahora lo es de Paula Josemaría, con la que intentó repetir hazaña las dos temporadas pasadas. A la segunda, en octubre de 2023, lo consiguieron y hoy siguen en lo más alto.

Antes, en febrero, cuando se había quedado a un partido de alcanzar por primera vez el título, Sánchez viajó a casa de sus padres en Reus un fin de semana. “Mi padre me dijo que el hijo de un amigo suyo tenía un proyecto relacionado con el pádel y quería hablar conmigo”, cuenta. Así conoció a Lluís Colomés, con quien había compartido colegio —pero no aula por diferencia de edad— y a Ferran A. Mazaira. “Estaban haciendo una aplicación de inteligencia artificial para mejorar la técnica del pádel, sobre todo para los más amateurs, y me pidieron que me uniese a ellos”, cuenta.

Se convirtió en la primera jugadora profesional en utilizar Aiball y, a la vez, en socia fundadora e inversora de la app. Junto a su entrenador, Ángel González (también socio del proyecto), usó la aplicación para mejorar su técnica: el revés, su posicionamiento, la velocidad de los golpes… Solo hacía falta una pista con dos cámaras conectadas a la app para identificar y analizar su juego, y su coach recibiría los resultados en cuestión de minutos. “Me he convertido en una especie de conejillo de Indias”, bromea. Su entrenador le pedía al equipo de matemáticos e ingenieros de Aiball distintos parámetros para aplicar en los entrenamientos de la jugadora. Algunos de los algoritmos que se crearon pasaron a la versión para amateurs.

La aplicación tiene más de 7.000 usuarios en más de 40 clubes distribuidos por toda España. “Fue clave para ganar”, celebra Sánchez. Solo con mencionar la fecha, el 15 de octubre, le brillan los ojos. Con la emoción contenida, subraya que el duro momento en el que perdió el reinado en 2022 la hizo más fuerte. Y dice que su objetivo ahora es seguir reinando.