Los almacenes Tati reivindican la multiculturalidad para su recuperación
El diseñador y animador cultural Youssouf Fofana lidera la transformación en tienda efímera de este icono del París más diverso
En el barrio de Barbès, casi a los pies de Montmartre, en la esquina opuesta al maravilloso cine art déco a la egipcia llamado Louxor, donde se encuentran los bulevares Rochechouart y Barbès, dos años después de su triste cierre, el pasado 15 de julio reabrió sus puertas ese templo de la vida popular llamado almacenes Tati. Fueron creados en 1948 por el tunecino Jules Ouaki con el sueño de liberar los precios de la ropa y aportar color y alegría a un barrio que tras las guerras mundiales precisaba de ellos.
Al frente de la transformación del histórico inmueble se han posicionado la agencia Forest y el francés de origen senegalés Youssouf Fofana. Es una figura muy estimada en el barrio, conocido por ser el fundador de la marca de ropa Maison Château Rouge y por fundar junto a su hermano la asociación Les Oiseaux Migrateurs, cuyo objetivo es contribuir al desarrollo de pequeñas empresas en Senegal y ayudar a financiar infraestructuras.
El nuevo Tati es un espacio de carácter efímero, pues su nueva vida como pop-up tendrá una duración de 10 meses. Cuenta con cafetería donde degustar especialidades del barrio (no falta la famosa bana-bana, la coca-cola africana creada a partir del bissap, bebida de flor de hibisco) y con una tienda que pone de relieve a los artistas de la Goutte d’Or (como se conoce esa zona del distrito 18), así como espacios de workshop food y moda para conocer la cultura africana. Un proyecto integrador llamado a enriquecer la vida de un barrio ya de por sí multicultural en el que siempre se pierde algún turista que va al Sacré Coeur.
La agencia Forest y Youssouf Fofana tienen también prevista la creación de una radio con el canal Arte y potenciar el espacio expositivo que se inauguró con United Youth International, un diálogo creativo entre Maison Château Rouge y Air Jordan. Algo lógico, pues Fofana es conocido por revisar las Air Jordan con motivos y colores africanos, en una colaboración que ya ha dado de sí varios modelos. Por ejemplo, el icónico Jordan 2, con colores solares, y símbolos cercanos a su infancia como los edificios industriales de La Courneuve, donde creció, o los estampados de cera que lucía su madre.
Fofana creó su marca de ropa para imponer una visión multicultural en la moda, una marca inspirada en la herencia africana. ¿Por qué el mundo se fascina con piezas de diseño americano, japonés o escandinavo y no de África?, se preguntó. Porque, según él, no se había democratizado lo suficiente. Ahora ha tratado de hacerlo accesible. “Al hacer referencia al vecindario, logramos crear algo que el equipo de Nike no esperaba. Siempre he actuado de forma instintiva, pero sabiendo lo que quiero”.
Detrás del éxito de Maison Château Rouge reside el deseo de promocionar un barrio conocido por su cosmopolitismo y apertura, pero cuya reputación sigue siendo negativa en el imaginario colectivo. Con el impulso del nuevo Tati, este creador-emprendedor de apenas 30 años, que acompañó a Macron en su última visita a Senegal, da un paso más en su empeño de celebrar a un mismo tiempo la vida de barrio parisienne y la diáspora africana a través de su marca artesanal y de su fundación sin ánimo de lucro, cuyo espíritu definió así: “Mi hermano Mamadou y yo decidimos crear Les Oiseaux Migrateurs por dos razones. En primer lugar, estaba la noción de migración, que es parte de nuestra historia. Además, cuando las aves migratorias vuelan, adoptan una formación en V que les permite viajar un 70% más de la distancia que recorre un ejemplar solo. Ese es el principio que tratamos de transmitir con nuestro proyecto”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.