Bogotá desde el sofá
Un icono arquitectónico, un sabroso y reconfortante plato local y una canción muy ‘rola’ dedicada a uno de sus céntricos barrios. Cinco pistas que nos llevan hasta la capital colombiana sin salir de casa
1. Dos visitas online
Arte en pantalla
En 2023 el Museo Nacional de Colombia cumplirá 200 años, aunque no siempre estuvo en el lugar que ocupa hoy. La estructura panóptica de su edificio actual no ha de sorprendernos, pues durante 72 años el espacio fue una prisión, hasta que en 1948, y tras una remodelación, se instaló aquí el museo. Su colección de alrededor de 2.500 obras de arte y objetos históricos, arqueológicos y etnográficos proporciona una panorámica cultural e histórica de Colombia, desde la artesanía hasta la pintura contemporánea. Mientras esperamos su reapertura —cerró el pasado marzo por la pandemia—, en Google Arts and Culture han generado una exposición que explica al detalle varias obras aquí expuestas de uno de los pintores colombianos más célebres: Fernando Botero.
Por su parte, el decimonónico teatro Colón bogotano ofrece una visita virtual por sus espacios y una selección de espectáculos para disfrutar temporalmente desde casa. El espacio es hoy monumento nacional y Colombia entera presume de elementos tan icónicos como su telón de boca, pintado por el artista Annibale Gatti, quien lo elaboró en Florencia en 1890 y lo envió a la ciudad un año después. Además del valor artístico de su edificio de estilo italiano (construido entre 1885 y 1895 por el arquitecto italiano Pietro Cantini), el teatro forma parte importante de la historia de Colombia, pues en él se firmó en 2016 el acuerdo de paz entre el Gobierno del país y la guerrilla de las FARC.
2. Un documental
Vecinos inesperados
Una ciudad como esta, donde la naturaleza está tan presente —no hay más que alzar la vista para contemplar los imponentes cerros orientales al fondo de la capital colombiana—, no podía olvidarse de sus “otros” habitantes: los animales. Para que los tengamos en mente, la alcaldía de Bogotá produjo en 2019 el documental Vecinos inesperados, dirigido por Mauricio Vélez. En él, además de presenciar espectaculares vistas panorámicas de la ciudad a horas diversas del día y de la noche, nos acercamos a la abundante fauna silvestre que no sabíamos que andaba (y volaba) por la urbe: zorros, colibríes, ardillas, mariposas y muchas otras especies que habitan en los cerros y en cualquier rincón donde encuentren un refugio y algo de comer. El documental se puede ver en el canal de YouTube de la Secretaría de Cultura de Bogotá.
3. Un plato típico
El ajiaco
La capital colombiana es muy sopera y su plato de cuchara más célebre es el ajiaco santafereño, una sopa potente y sabrosa. Su historia es precolombina: los chibchas, habitantes locales, comían mazamorra de maíz y papas (patatas) con ají. Los españoles añadieron pollo y crema de leche, y después siguió evolucionando hasta el reconfortante guiso actual. Sus ingredientes son:
- 800 gramos de papas criollas, 500 de pastusas y 500 de sabaneras.
- 800 gramos de pechugas de pollo.
- 2 mazorcas tiernas.
- 2 bulbos de cebolleta.
- 1 cucharadita de ajo triturado.
- 1 ramillete de guascas (mezcla de hierbas sustituible por estragón y perejil).
- Hojas de cilantro.
- 250 ml de crema de leche.
- 100 g de alcaparras.
- 2 cucharadas de aceite.
- 2 aguacates pelados.
Se saltea el pollo con cilantro, ajo, pimienta y sal. Cuando se dore, se añaden las mazorcas, la cebolla y las papas criolla y pastusa (que se deshacen). Se incorpora agua hasta cubrir el pollo y a medida que las papas se cocinan se agrega más agua. Cuando el pollo esté blando se retira, y cuando estén tiernos los granos de maíz se añaden la papa sabanera, el perejil y el estragón. Dejar cocinar hasta lograr el espesor deseado. Finalmente se decora con pollo mechado, aguacate en cubitos, alcaparras y la crema de leche.
4. Un edificio
Las Torres del Parque
Bogotá es escarpada, marcada por cerros y colinas. Rogelio Salmona, el arquitecto de la biblioteca Virgilio Barco Vargas y del Museo de Arte Moderno de Bogotá (Mambo), era consciente de ello cuando proyectó a finales de los sesenta sus Torres del Parque, tres altos edificios de color ladrillo junto a la plaza de toros. Su presencia es poderosa en el barrio bohemio de La Macarena, que atrae a visitantes y lugareños por sus casas de colores, cafés, restaurantes y espacios culturales. A pesar de ser un área residencial, el interés de Salmona era que cualquiera recorriese sus plazoletas y jardines. Otros quizá consideren que la Torre Corferias, al ser más alta (196 metros) e iluminarse con motivo de celebraciones, es el verdadero icono arquitectónico de la ciudad. Pero no hay por qué escoger.
5. Una canción
Santa Fe
La banda sonora de una ciudad es, por suerte, portátil: nos la podemos llevar puesta en los oídos y nada más escucharla reaparecerá en nuestra imaginación el lugar evocado. Como canción que inmediatamente nos traerá a la mente Bogotá tenemos Santa Fe, de Andrea Echeverri, solista de Aterciopelados, una banda esencial de la Colombia de hoy. Este elogio de su ciudad venerada —su título se refiere a uno de los barrios céntricos— contiene versos como: “Te amo más porque estás a 2.600 metros de la soledad”. La canción nos recuerda que Bogotá exige de nuestros pulmones un esfuerzo grande debido a su altura sobre el nivel del mar, pero solo es cuestión de acostumbrarse y prevenir el soroche o mal de altura.
Otras canciones también muy rolas (ese es el gentilicio informal de Bogotá para lo bueno) son: Hola rola, del Grupo Niche; Ay qué dolor, de La Derecha; Bogotá, de Ondatrópica; Mi ciudad es fresca, del rapero Ali, y La gata golosa, de Fulgencio García. Estos cinco temas se pueden ver y escuchar en la web oficial de la ciudad.
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