En busca de inspiración

Magda García-Arenal lleva más de 10 años vincu­lada a la compañía Teatro Guirigai, que este 2019 cumple su 40º aniversario en su sede de Los Santos de Maimona (Badajoz). Para celebrarlo, la compañía está de gira por España con el Libro de buen amor, en versión de Agustín Iglesias. Para preparar la obra hicieron una escapada a la provincia de Palencia.

¿Qué buscaban en tierras palentinas?

Nos fuimos tres miembros de la compañía a comenzar con el planteamiento de la escenografía. Para inspirarnos en la obra del Arcipreste queríamos empaparnos de románico palentino y también del que hay en Cantabria, en la colegiata de San Pedro de Cervatos.

¿Dónde se alojaron?

En la casa rural La Camarga, en el parque natural Montaña Palentina. Está en una aldea llamada San Martín de los Herreros, rodeada de hayedos y tilos.

Una vida muy rural…

Sí, de hecho yo acompañé a recoger tila a la dueña del alojamiento, que además de casa rural es una granja de caballos. Las dos estábamos calladas, disfrutando del silencio, cuando sonó un zumbido fortísimo. Ella me dijo tranquilamente: “Son las abejas”. En efecto, en las copas de los árboles había una nube de abejas. Fue precioso verlas.

Imagino que hicieron excursiones.

Queríamos ir de excursión a un hayedo y la dueña de la casa nos dijo que acababan de parir las osas, así que era mejor ir en otra dirección. Así que nos adentramos en otro bosque y vimos corzos y, a lo lejos, un lobo. 

A San Pedro de Cervatos, ¿cómo llegaron?

La colegiata está en el municipio de Campoo de Enmedio. Fuimos por la sierra de Híjar, que está entre Cantabria y Palencia. Es un recorrido precioso: el monte está lleno de bosques y en la parte alta está el pico de Tres Mares, que separa ambas provincias.

Y por fin vieron la colegiata.

Sí, fue emocionante comprobar lo bien conservadas que están las figuras en los capiteles. En uno de ellos había hasta un pulpo, y en otros incluso escenas eróticas. Algunas las hemos utilizado como inspiración para nuestro espectáculo.