Mas Mariassa, festín gastronómico en una masía de Tarragona
Un retiro de tranquilidad en Pratdip, a media hora de la costa tarraconense
El paisaje impresiona a quien no puede imaginar que, terra endins —o sea, al lado interior de la autopista del Mediterráneo—, va a sumergirse en un anfiteatro de montes aislado, al abrigo del viento y enfático en su expresión geográfica. El Baix Camp tarraconense ofrece paseos silvestres míticos como la Ruta de los Dips, cuya leyenda habla de aquellos perros vampiro que atemorizaban a los habitantes de Pratdip, toponímicamente el prado de los perros salvajes.
Puntuación: 8 | |
Arquitectura | 7 |
Decoración | 8 |
Estado de conservación | 8 |
Confortabilidad habitaciones | 8 |
Aseos | 7 |
Ambiente | 7 |
Desayuno | 8 |
Atención | 10 |
Tranquilidad | 10 |
Instalaciones | 7 |
Sobre los altos que amparan el casco medieval de esta población coronada por un castillo, aparece con un sesgo incógnito y callado el dominio en el que han labrado su futuro a costa de mucho esfuerzo personal y sensibilidad cultural Xesco Bellsolà y Raquel Navarrete. Es una masía centenaria, restaurada con señas posindustriales en su estructura y en el diseño de las ventanas. Desparramadas entre el emparrado casi se inhiben a la vista las otras instalaciones, como el anexo de piedra que amplía el número original de estancias, prolongado hacia una carpa donde celebraban bodas hasta que comprendieron que el barullo casamentero perturbaba la tranquilidad. En un requiebro secreto aparecen el jacuzzi y una pequeña sauna de madera, siempre con vistas a la espesura.
El silencio es prístino hasta el crepúsculo, cuando una miríada de aves revolotean por los tejados en la entonación de su canto nupcial. Es el momento de la estridulación para los grillos y las cigarras, pero también para el tintineo de los platos, los vasos y las cucharas que prometen una feliz cena casera. Xesco oficia en los fogones con la maestría aprendida de su madre, Dolors Abad, propietaria de uno de los mejores restaurantes de Andorra, el Molí dels Fanals. En el comedor del Mas, revestido de cemento pulido y mampostería, con ciertos aires minimalistas, Raquel sirve las elaboraciones más recordadas por la clientela: una rica clocha (tomate tostado), una vichyssoise natural sin nata, una dorada con endivias y una espalda de cordero al horno con setas. Una rosa perfuma las mesas mientras acompaña una música serena, sin glotonerías.
Desde las ocho de la mañana se sirve el desayuno, sabroso y abundante en panes, bollería, mermeladas caseras, huevos de corral, zumo de naranja recién exprimido, embutidos, quesos y café cremoso. Menos mal que, como dicen por aquí, el aire de estas montañas no engorda.
Mas Mariassa
Categoría oficial: 4 estrellas.
Dirección: carretera de Santa Marina, T-311, km 30. Pratdip (Tarragona).
Teléfono: +34 977 26 26 01.
Web: hotelmasmariassa.com
Instalaciones: aparcamiento resguardado, jardines, piscina exterior, terraza chill out, sauna, salón de estar, restaurante.
Habitaciones: 5 dobles, 2 suites.
Servicios: algunas habitaciones adaptadas para discapacitados; animales domésticos prohibidos.
Precios: desde 115 euros la habitación doble, desayuno e IVA incluidos.
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