Una esquina muy chic de Chueca

La confluencia entre las calles de Barquillo, Augusto Figueroa y Prim compone el eje de un emergente soho madrileño donde tienen cabida tiendas de ropa, diseño, gastronómía, arte y un hotel boutique. Delicados espacios con cuidados interiorismos encuentran su sitio en esta céntrica zona vecina al barrio de las Salesas. Situada en la parte baja de la plaza de Chueca, esta nueva rive gauche de espíritu europeo seduce y se reinventa. Un recorrido por lo último en sus calles más emblemáticas.

COMPRAR

Barquillo fue la calle del sonido y hoy apenas conserva tres tiendas en memoria del ayer. Ovalamp (Barquillo, 19), especializada en iluminación y con más de 30.000 bombillas, se salvó de la debacle. Lleva 40 años entre luces, focos y transformadores. Una pantalla corporativa de leds en la fachada palpita marcando el epicentro de esta parte baja de Chueca y señala el comienzo de una tentadora ruta de compras justo enfrente, en Gion (número 18), un bazar nipón con 15 años de vida. En dirección a Fernando VI, encontramos la vistosa Sonámbula (Barquillo, 26), la última boutique en llegar, hace unos meses. Entre diseños de Missoni o Cavalli, muestra esculturas y proyecciones. Más adelante, Mott (Barquillo, 31) pasa casi desapercibida, pese a haber abierto en 2000 y ser de las veteranas. Vende fina ropa gaseosa femenina y complementos de importación. Las monomarcas (Farrutx, Gant, Barbour) han tomado el resto de la calle, y otras como la belga Bellerose (36), en un local industrial. El mobiliario más rompedor está en Mestizo (Piamonte, 4), un espacio de 300 metros con diseños exclusivos de Luis Puerta y Madrid in Love.

COMER

Cualquier gourmet hará sus delicias en esta zona cercana al barrio de las Salesas. El romántico bistró Moncalvillo (San Lucas, 15), casi esquina con Barquillo, sirve fina comida afrancesada y nos retrotrae al París de época con sus fotografías en blanco y negro, entre cálida iluminación. Pasa por él gente que le da un punto intelectual al barrio. Al lado, ha florecido El Huerto de Lucas (San Lucas, 13), un supermercado ecológico con cantina (o viceversa), donde será posible abastecernos de producto eco y probar un plato veggi o crudivegano. El mundo dulce tiene nuevo exponente en Celicioso (Barquillo 19), la bonita pastelería gluten free con obrador y coloridos cupcakes en el escaparate, que suma aquí la opción de salados (solo dulce, en Hortaleza, 3), y acceso directo al hotel Only You, moderna insignia del barrio. Al final de Barquillo está Pomme Sucre (en el 49), con hojaldres de Julio Blanco, tés fríos, helados y batidos. Cerca, podremos deleitarnos en el delicioso Merci (Conde de Xiquena, 3), el colonial Creme de la Creme (Santo Tomé, 6) o el navarro Tomé & Lucas (en el 5).

QUÉ VER

La arquitectura moderna deja su impronta más bella y peculiar en el antiguo edificio Caja Madrid (Barquillo, 17), una parada clave en nuestro recorrido. Merece su estructura de trapecio, que suaviza el esquinazo con Augusto Figueroa, que nace aquí y muere en la calle de Fuencarral. Casto Fernández-Shaw fue el arquitecto y urbanista madrileño autor de este proyecto de cinco plantas, realizado entre 1959 y 1961, epatante muestra moderna entre fachadas clásicas. Envuelto en gresite y cristal, se reformó hace 16 años, y alberga hoy la tesorería municipal. Justo enfrente está el Kiosco de Prensa Teresa Sánchez Ortega, que va para un siglo de historia, donde encontrar un vogue japonés o una edición de autor entre prensa provincial, nacional y del mundo. Más adelante, conviene asomarse a MCNY (Mi Calle de Nueva York; Barquillo, 39), un bar con aires neoyorquinos. Callejeamos hasta Mondo Galería (San Lucas, 9), para ver una de sus modernas muestras. Al lado, El Gabinete de Mondo (Travesía de Belén, 3) es su nueva tienda experimental de diseño y asesoría.

DORMIR

Only You (Barquillo, 19 y 21) es un hotel boutique con inteiorismo de Lázaro Rosa-Violán. La carta del YOUnique Restaurant es de corte mediterráneo con platos y producto mayormente ibicenco, como el tumbet o los típicos arroces negros. Comunica con El Patio, una terraza que comparte la misma carta. La estructura laberíntica de este hotel de 2013 incluye tambien la coctelería YOUnique Lounge (también con acceso por Augusto Figueroa, 36). Aquí es posible tomar el brunch, un bocadillo gourmet con el nombre de una calle aledaña o cenar entre muebles vintage. Otra novedad es Padrino, una librería convertida en taberna, con vinos, ibéricos, quesos y conservas.

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