Bàrbara Forès Abrisa't 2014, frisado moderno

Ya pasó el tiempo en que parecía que cualquier blanco español que aspirara a conquistar mercados de calidad solo podía elaborarse con chardonnay. La albariño puso las cosas en su sitio; luego se recuperaron la godello, treixadura y verdejo. Y, finalmente, la portentosa garnacha blanca. Y uno de los narradores más solventes es Bàrbara Forés, la pionera. Hemos tenido ocasión de hablar de su soberbio El Quintà, fermentado en barrica.

Parecía que poco más era posible decir de esta uva, pero todavía quedan pequeñas parcelas de cepas con casi 100 años, capaces de regalar una experiencia inolvidable. Como la hectárea de la finca La Sendroseta, una solana de cultivo ecológico. A la potente materia prima se le aplica un novedoso, por antiguo, método de elaboración, conocido en Terra Alta como vino frisado: fermentación, como si se tratara de un tinto, durante 20 días en una jarra de cerámica de 750 litros de capacidad, y posterior crianza sobre sus lías finas. Ya el impacto aromático es profundo, telúrico, con la fruta madura carnosa recorrida de sutilezas florales y herbáceas. Y un sabor amplio, untuoso, de fresca vena ácida, sostenido por el alcohol, que se remansa en el amplio regusto final.