Una noche en la ‘suite’ del Inquisidor

La historia del hotel Landa Palace, único establecimiento de la provincia de Burgos con cinco estrellas, se remonta a 1964. Ese año, la familia Landa trasladó piedra a piedra un torreón del siglo XIV desde el cercano pueblo de Albillos. La torre, ubicada a dos kilómetros de Burgos capital, ofrece a los visitantes habitaciones decoradas con antigüedades, que gozan de unas vistas espectaculares de la ciudad. En el edificio porticado anexo, una bóveda de estilo gótico acristalada con forjados modernistas alberga la piscina climatizada del establecimiento, parcialmente cubierta. En los jardines, comparten espacio desde un quiosco de música hasta una colección de carruajes antiguos de madera, mientras que el restaurante, especializado en recetas tradicionales, ha obtenido números reconocimientos.

No es la única fortaleza burgalesa que ha sido reconvertida en alojamiento de lujo en los últimos tiempos. La Posada Torre-Palacio de los Alvarado, en El Ribero, comarca de Las Merindades, perteneció a esta poderosa familia y alojó a personajes tan ilustres como el Emperador Carlos V y el rey Fernando VII. Rodeado de unos agradables jardines, este conjunto histórico consta de una torre medieval del siglo XVI, un palacio del siglo XVIII, una capilla privada y una acogedora biblioteca. Merece la pena visitar su restaurante que sirve cocina tradicional de la región.

La Torre de San Martín, establecimiento de turismo rural, es un palacio fortificado del siglo XVII, también conocido como el Palacio del Inquisidor, pues su constructor y primer propietario fue Juan Antonio Díaz Trechuelo y García de la Yedra, miembro del santo tribunal. El torreón, en estado ruinoso hasta 2006 fruto de muchos años de saqueo y abandono, está situado en Quintana, en pleno Valle de Valdivielso, y tras una reconstrucción integral culminada en 2007, acoge en la actualidad tres apartamentos y la bautizada como suite del Inquisidor. En la parte superior del edificio, la terraza ofrece incomparables vistas del valle. Y si a los huéspedes les seduce la decoración interior, con el inconfundible mobiliario en madera del artista burgalés Carlos Armiño, están a la venta para los visitantes.

El Castillo de Olmillos de Sasamón constituye una joya de la arquitectura militar medieval. Fue construido por Don Pedro de Cartagena en el siglo XV con fines poco defensivos: quería una fortaleza desde la que controlar sus dominios. Después de pertenecer a diferentes casas nobiliarias, a comienzos del siglo XIX, a raíz de la invasión francesa, fue destruido por un incendio y quedó en estado de semiabandono. Tras un gran trabajo de restauración se ha convertido en el Hotel Señorío de Olmillos, de cuatro estrellas, un fantástico establecimiento que consta de 28 habitaciones, salón-comedor y sala de reuniones.

Cierra esta miniruta la Posada Real Torre Berrueza, un coqueto hotel alojado en un torreón original del siglo XII. Situada en la blasonada villa de Espinosa de los Monteros, la posada está distribuida en dos edificios, uno de los cuales, independiente a la fortificación medieval y construido en un lateral de la finca, acoge el restaurante, centrado en los mejores platos de la gastronomía local.

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