Guía ‘El Viajero’ de Burgos
Pistas para tapear, dónde dormir y visitas tan interesantes como el Museo de la Evolución Humana
LA CIUDAD
La primera recomendación para el viajero que escoja Burgos como destino es que vaya bien pertrechado con ropa de abrigo (aunque sea agosto, la climatología es caprichosa al anochecer y al cierzo le gusta besarnos con su aliento helado). Dicho esto, el turista puede prepararse para descubrir una ciudad tallada en caliza de gran belleza y un interesante pasado. No en vano las huellas del hombre en Europa se rastrean a escasos kilómetros de la ciudad, en la Sierra de Atapuerca, donde se puede visitar in situ la antigua morada de nuestros antepasados o profundizar en el tema con un recorrido por el Museo de la Evolución Humana.
Burgos evoca caballeros y princesas medievales, como el Cid, que está presente en diferentes espacios de la ciudad (calles, avenidas, estatuas, pastelerías, clubes de baloncesto…, todo tiene referencias cidianas) o la reina Leonor de Plantagenet , la hermana de Ricardo Corazón de Léon, que eligió ser enterrado en el Monasterio de las Huelgas. Las agujas de la Catedral destacan sobre el bosque de torres de iglesias góticas. Los palacetes y casas blasonadas como la del Cordón, Castilfalé o la Casa de Miranda rememoran intrigas palaciegas y bonanzas de comercios. Los peregrinos de pieles bronceadas llegan con gafas de espejo y botas de trekking siguiendo desde el barrio de Gamonal las veneras que en el suelo marcan el Camino de Santiago; son los mismos que trajeron consigo a lo largo de los siglos ideologías, influencias artísticas y vientos de modernidad europea.
Burgos es un cruce de caminos, una ciudad abierta y moderna donde su vocación por el buen comer ha eclosionado en los últimos años. La morcilla, el lechazo asado, los quesos, los buenos vinos de la Ribera del Duero entonan a cualquiera aún en los días más fríos, y la tradición de tapas y pinchos se ha convertido en un arte que cada inicio del verano, y coincidiendo con las fiestas, enfrenta a los mejores restaurantes, que concursan para ver quién ofrece el mejor pincho del año. Y la competencia es cada vez más dura.
La oferta cultural burgalesa en época de crisis se ha reinventado y es fácil encontrar conciertos, exposiciones, presentaciones de libros y obras de teatro. Citas recomendables a lo largo del año son la Semana Santa, el Festival Internacional de Folclore, el de Teatro Escena Abierta, Titirimundi para los más peques, el Fin de Semana del Cid o el Festival de Instrumentos Insólitos. En invierno la vida de la ciudad late dentro de sus recoletos cafés y los bulliciosos restaurantes que se ríen de las nieves. En cambio, los veranos son suaves y es una delicia caminar por los parques que abrazan el río Arlanzón, el principal eje de la ciudad. Desde la margen izquierda del río se admira una de las vistas más hermosas, el Paseo del Espolón, con sus plátanos podados y unidos que estiran sus sombras hacia las estatuas de los reyes de Castilla, y la Catedral al fondo.
DORMIR
Hoteles
- Hotel Mesón del Cid (www.mesondelcid.es; Plaza de Santa María, 8; (+34 947 20 87 15). Amanecer con las mejores vistas de Burgos es posible gracias a este bonito hotel situado frente a la Catedral. Tranquilo y familiar, cuenta además con uno de los mejores restaurantes de comida tradicional castellana.
- NH Palacio de la Merced (www.nh-hoteles.es; Calle de la Merced, 13; (+34 34 947 47 99 00). Un histórico palacio frente al Arco de Santa María cuyo principal atractivo es su espectacular claustro gótico. Las habitaciones y zonas comunes exhiben obras de arte. Cuenta con un elegante restaurante, sauna y gimnasio. Modernidad y tradición en pleno centro.
- Hotel Landa (burgos-landahotel.com; Carretera de Madrid-Irún, kilómetro 235; (+34 947 25 77 77). A 5 kilómetros de la ciudad y en dirección a Madrid se recorta el perfil de un torreón medieval que alberga algunas de las habitaciones más bonitas del hotel con más categoría de Burgos. Merece la pena visitar la piscina de invierno, de estilo neogótico, y el estupendo restaurante donde se degusta su famosísimo cordero asado.
- Hotel Palacio de los Blasones (www.hotelricepalaciodelosblasones.com; Calle de Fernán González, 6; (+34 947 27 10 00). Situado en un palacete del siglo XVI, este agradable hotel se asoma a una de las calles más auténticas del centro histórico. Los elementos góticos y el aire señorial compiten con la modernidad de sus instalaciones.
Para dormir diferente
- Apartamentos Rice (www.apartamentosriceburgos.com; Calle Lavadores, 3; (+34 947 22 80 00). Un antiguo lavadero de lana del siglo XVII se ha visto reconvertido en una opción diferente de alojamiento muy recomendable para familias o para largas estancias. Situados entre la antigua muralla y el parque de la Isla, son ideales para disfrutar de la tranquilidad y la belleza de su entorno arbolado.
- Hostal Acuarela (www.hostalacuarela.com; Calle Guardia Civil, 7; (+34 947 20 50 50). Hostal de lujo accesible ya que sus habitaciones disponen de ordenador portátil y conexión wifi, televisión con DVD, acceso a la música de Spotyfy y el contacto virtual de Skype, además de ducha hidromasaje. Todo ello ambientado con un diseño cuidado y moderno.
- Hostal Rimbobín (http://www.rimbombin.com; Calle Sombrerería, 6;, (+34 947 26 12 00). Un moderno y económico alojamiento propiedad de los dueños del famoso restaurante del mismo nombre. A dos pasos de la catedral y en la zona de tapas más concurrida de la ciudad.
- Monjes Magnos (www.monjesmagnoshotel.com; Calle Cardenal Benlloch, s/n; (+34 947 20 51 34). Hotel urbano situado en el Burgos más comercial y cerca de la zona de copas de La Puebla y la calle San Juan. Incluye gimnasio para no perder ni un día de entrenamiento, minibar y prensa.
COMER
Restaurantes
- Casa Azofra (Don Juan de Austria, 22; (+34 947 46 20 03). Asador histórico donde poder disfrutar de carnes rojas a la brasa como su famoso chuletón, el solomillo o el entrecot. Su lechazo al horno de leña acompañado con morcilla y chorizo es un clásico en Burgos. No apto para vegetarianos.
- La Favorita (www.lafavoritaburgos.com; Calle de Avellanos, 8; (+34 947 20 59 49). Cocina casera con guisos 'para untar'. Este acogedor restaurante, decorado con madera y piedra, cuenta con una completísima bodega y su especialidad son las carnes y pescados a la brasa.
- Casa Ojeda (restauranteojeda.com; Calle Vitoria, 5; (+34 947 20 90 52). Referencia gastronómica dentro y fuera de Burgos, combina la cocina tradicional de la tierra con innovadores toques de autor. La estrella del restaurante es el cordero asado. Tiene una tienda de delicatesen con productos de refinadísima calidad.
- 24 de la Paloma (www.restauranteel24delapaloma.com; Calle Paloma, 24; (+34 947 20 86 08). A dos pasos de la catedral, este restaurante ofrece un amplio menú que cambia a tenor del mercado y la temporada. Un comedor muy luminoso y una abundante bodega harán el resto para poder disfrutar de una experiencia muy agradable.
Bares de tapas
- Tapería Royal (Calle Plaza Huerto del Rey, 25; (+34 947 20 26 11). Con más de 60 años de recorrido, este local situado en la popular plaza de La Flora está a la vanguardia de la cocina en miniatura. Imperdible su mejillón hispano nipón, escabechado en casa con ensalada japonesa y explosión de sopa fría de tomate.
- Gaona Jardín (gaonajardin.com; Calle Sombrerería, 29; (+34 947 20 61 91). Al fondo de la calle Sombrería, la zona de pinchos por excelencia se esconde una joyita. Un bonito atrio ajardinado donde poder degustar tapas tan ricas como la de solomillito o su popular revuelto de bacalao.
- El Polvorilla (www.polvorilla.es/; Plaza de la Libertad, 2; (+34 947 22 67 56). Un referente en comida mini, este local ha sido ganador de numerosos certámenes de tapas. Imposible decidirse entre el Caribe (mango, micuit y flameado de azúcar), el Nido (revuelto de pisto y huevo de codorniz) o la patita de cordero rellena con mollejas. Mejor probarlos todos.
- Mesón Los Herreros (mesonlosherreros.es; Calle de San Lorenzo, 20; (+34 947 20 24 48). Las tapas más tradicionales, los cojonudos (huevo de codorniz, pimiento y chorizo picante) y las cojonudas (huevo, pimiento y morcilla), se alternan con sus famosas patatas bravas y los tigres (croquetas de mejillones). Un clásico del tapeo burgalés.
LA NOCHE
Clubes
- El Ruido Azul (Plaza Hortelanos s/n). El local indie de Burgos por excelencia. Buena música, buen ambiente y sesiones de DJ´s con aires hipster. Ecos de Sonorama y Benicassim y un montón de gente con Vans aunque sea enero.
- La Pécora (Calle Cardenal Segura, 18). Clásico desde hace 20 años en la noche burgalesa. Un bar de auténticos rockeros con sofás de cabaret, matrículas americanas, buena música y mucho güisqui de Tennesse.
- La Cuca (Calle La Puebla, 20). Mítico café bar de la frecuentada calle La Puebla que ha vivido diferentes etapas desde la movida sin perder su esencia bohemia. Un sitio ideal para tomar unas cervezas y los martes, vino con queso.
- BNB Buenas Noches Burgos (Carretera del Castillo, s/n). Lounge-Club situado en un inmejorable entorno, el mirador del Parque del Castillo, ideal para disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad. Copas, cócteles de moda, sesiones con DJ de diferentes estilos y un público más o menos tranquilo en función de la hora. En verano, no hay que perderse la terraza desde la que se pueden contemplar hermosos atardeceres con Burgos de fondo.
QUÉ HACER
Planes en la ciudad
- Conciertos en el Hangar (Calle de San Pedro y San Felices, 56; (+34 947 27 59 79). Depósito de locomotoras en los años 50, el centro de creación musical Hangar ofrece periódicamente diversas actividades como conciertos, monólogos,dj sessions, fiestas temáticas (dedicadas en muchas ocasiones a rememorar discotecas míticas de la ciudad). Los primeros domingos de cada mes organizan un coqueto mercadillo vintage.
- Los espectáculos de El Principal (Paseo Espolón, s/n; (+34 947 28 88 73). De todos los teatros de la ciudad, el Principal es el más antiguo e importante. Inaugurado en 1858, fue restaurado y puesto de nuevo en funcionamiento en 1997 tras años de declive y abandono. Desde entonces, su renovado aire decimonónico y su escenario de cortinas rojas albergan no solo a la Orquesta Sinfónica de Burgos, sino también interesantes ciclos de danza, obras de teatro, conciertos y toda clase de espectáculos.
- El Patillas (Calle de la Calera, 6; (+34 947 26 61 74). Esta vetusta taberna se cuela en esta sección ya que estuvo cerca de ser declarada Bien de Interés cultural y la ciudadanía se movilizó para evitar su cierre tras la jubilación de su dueño. Lugar habitual de reunión de flamencos y tangueros, es fácil que cualquiera de sus parroquianos se arranque por bulerías tocando una de las guitarras que adornan sus muros. Botellines, chatos y aires flamencos, pero muy castellanos, eso sí.
- Camino del Cid y Ruta de Carlos V. El de Santiago no es el único camino histórico que atraviesa la provincia de Burgos. En Vivar, a escasos kilómetros de la capital, parte el Camino del Cid, un itinerario turístico cultural que sigue las huellas de Rodrigo Díaz de Vivar utilizando como principal guía de viaje el Cantar de mío Cid. El Camino, que atraviesa cuatro comunidades autónomas hasta llegar a Valencia, puede hacerse por carretera o en bici o a pie a través de senderos. La Ruta de Carlos V rememora el viaje que emprendió el Emperador desde su arribo al puerto de Laredo proveniente de Flandes para dirigirse al Monasterio de Yuste en Cáceres. El rey pernoctó en diversas localidades burgalesas como Medina de Pomar o Villarcayo hasta llegar a la capital, que engalanó el Arco de Santa María para su homenaje. Una interesante ruta cultural para conocer algunos de los pueblos más bonitos de la provincia.
Visitas que no hay que perderse
- Casa del Cordón (Plaza de la Libertad s/n). El Palacio de los Condestables de Castilla es una hermosa casona de estilo renacentista con una gran carga de historia a sus espaldas. Aquí se firmó la anexión de Castilla y Navarra y los Reyes Católicos recibieron a Colón tras su segundo viaje a las Indias. Hoy es sede de un banco y acoge un centro cultural donde se realizan exposiciones temporales.
- Museo del libro Fadrique de Basilea (Travesia del Mercado, 3; (+34 947 25 29 30). Museo que nace de la iniciativa de la editorial burgalesa Siloé, muestra la historia del libro desde sus primeras manifestaciones escritas hasta los modernos ebook. A lo largo de sus cuatro plantas el visitante puede ver la evolución de un objeto infinito, desde las tablillas precuneiformes hasta el libro electrónico, con un diseño expositivo global y didáctico. Además, los bibliófilos más apasionados podrán adquirir ejemplares de algunas de las obras más importantes de la historia del libro.
- MEH Museo de la Evolución Humana (Paseo Sierra de Atapuerca, s/n; (+34) 902 02 42 46). Centro museístico que da cabida no solo a los hallazgos de los yacimientos de Atapuerca, sino también a las disciplinas científicas, interpretaciones y teorías que de ellos se extraen. Todo un centro divulgativo de primer orden, innovador y didáctico para todos niños y mayores. El edificio en sí mismo, obra de Juan Navarro Baldeweg, también tiene interés.
- Castillo de Burgos. En el cerro donde se emplaza el castillo de Burgos se encuentran los orígenes de la ciudad. Se empezó a construir en el siglo IX y sufrió numerosas modificaciones y reconstrucciones a lo largo de la historia. En 1813 fue destruido por las tropas napoleónicas. Tras una importante rehabilitación puede visitarse el centro de interpretación, el pozo y las galerías musealizadas. Desde el mirador se contempla una espectacular vista de la ciudad y merece la pena un paseo por el bonito parque que lo rodea.
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