_
_
_
_
_

Amores cetáceos

La actriz Blanca Marsillach ha visitado lugares tan dispares como Ghana o Hawaii pero el viaje que la transformó fue a Barcelona por el "amor" de una orca

La actriz Blanca Marsillach
La actriz Blanca Marsillach

Nunca pudo interpretar ella una de las obras más famosas de su padre, Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?, pero ahora Blanca Marsillach se quita la espinita con el proyecto que presenta el 2 de diciembre en el Teatro de la Latina de Madrid. Pone en escena la función con actores de distintas capacidades, entre ellos Teresa Hurtado (Ciega a citas) y Ricard Sales (Gran Reserva) y alumnos de un curso de teatro para personas con discapacidad. Aunque la actriz y empresaria ha visitado lugares tan dispares como Ghana o Hawai y viaja constantemente a California, donde vivió ocho años, quiere hablar de un viaje a Barcelona que la transformó.

¿Qué le pasó?

Tenía 18 años y viví una historia de amor muy sui generis.

Vaya, ¿con?

La orca Ulises.

¿Perdón?

Boletín

Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
RECÍBELAS

Todo empezó con una visita al zoo. Fuimos a ver el espectáculo que hacía la orca Ulises y cuando vi ese pedazo de animal color azabache me dije: “Dios mío, yo quiero hacer eso”. Después me acerqué y nos quedamos mirando el uno al otro. El entrenador me dijo: “¿A que no te atreves a meterte en el tanque?” Lo hice y fue increíble. Me subí a lomos de la orca, que tenía una textura entre terciopelo y seda. Va a 60 kilómetros por hora pero te sientes muy segura.

¿Volvió?

Claro. Me quedé durante un año en Barcelona. Entrenaba los pulmones en el Club de Natación Barceloneta y después iba al zoo cuando cerraban a bañarme con Ulises. Los jefes no lo sabían. Él era como mi perrito faldero. Compraba juguetitos en Las Ramblas, se los lanzaba y él los recogía.

¿Y cómo acabó todo?

Las autoridades del zoo se enteraron. Nos hicieron un examen y no lo pasamos. Después de aquello me prohibieron la entrada en el zoo y ya no he vuelto. No podría. Separaron nuestro amor.

¿Volvió a ver a Ulises?

Sí, en el zoo de San Diego, pero ya no era el mismo. ¡Se había americanizado!

Habrán querido contar su historia.

Sí, Bigas Luna quiso hacer un vídeo pero yo no le dejé. Quería darle un sentido erótico que no había. Después, cuando vi Liberad a Willy, sentí que me habían robado mi historia y me llevé un enorme disgusto. Perico Vidal y yo la contamos en Hollywood y estoy convencida de que la oyeron y me la pisaron.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_