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Una bicicleta en Berlín

Recorrer los 191 kilómetros del Muro, subir al monte del Diablo o pedalear hasta el lago Liepnitz, al norte de la ciudad, cinco planes ciclistas en la capital de Alemania

Ciclistas paseando por la East Side Gallery de Berlín al atardecer.
Ciclistas paseando por la East Side Gallery de Berlín al atardecer. Sergi Reboredo

Berlín y la bicicleta tienen una cosa muy importante en común: ambas se disfrutan mucho más con buen tiempo. La capital alemana cuenta con unos 620 kilómetros de carril bici y hay decenas de empresas que viven de alquilar velocípedos a los turistas por unos 10 euros al día. Una vez en el sillín, puedes servirte de webs como BBBike , que funciona como un Google Maps pero creando itinerarios específicos para bicis. Pero si eres de esos que prefieres que te lo den todo hecho, aquí van cinco planes ciclistas para recorrer Berlín.

Ruta Mauer

Nada más llegar a la ciudad te das cuenta de que puede que el muro no esté, pero rentabilidad turística le sacan un rato. Además de pasearte un rato por el Checkpoint Charlie y hacerte la foto de rigor con un tipo vestido de soldado estadounidense o ruso, si quieres entender un poco más la división que esta pared sometía a la ciudad, recorre en bici los 191 kilómetros de hormigón que aislaban Berlín occidental de la República Democrática de Alemania. Se recomienda estar en buena forma, además de llevar agua y un buen bocata.

Ruta Alter-Fritz

Potsdam es un pequeño pueblo en las cercanías de Berlín que, además de albergar la antigua corte del imperio prusiano, es famosa por albergar la conferencia en la que Churchill, Stalin y Truman se repartieron Alemania en 1945. Esta ruta, llamada así en honor al monarca Federico I el Grande, recorre sus preciosos palacios, sus icónicos puentes y sus cuidados parques. Se puede llegar en tren, pero si quieres ser un profesional puedes animarte a pedalear también los 40 kilómetros que la separan de Berlín.

Ruta del Teufelsberg

Teufelsberg, el monte del Diablo, está en el interior del bosque Grünewald y es el punto más alto de Berlín. Ahí arriba se escondía una antigua estación estadounidense, desde donde monitorizaban las comunicaciones soviéticas mediante escuchas. El paseo discurre a lo largo de unos tres kilómetros desde la calle Teufelssee, pero además se puede aprovechar para pasar el día por el bosque.

Ruta de Liepnitzsee

Al norte de la ciudad se encuentra el lago Liepnitz, uno de los más limpios de la zona y donde, a diferencia de otros, no están permitidos los vehículos a motor. Para llegar hay que atravesar kilómetros de bosque y es importante recordar que en los lagos, lo que es arena de playa, no hay mucha.

Ruta de la arquitectura

Desde que se fundó en el siglo XIII, Berlín ha sido capital de un reino, una república, un reich, del moderneo europeo... Y en todos estos imperios, gobernantes y dictadores han tratado de dejar su impronta en forma de edificios. Para disfrutarlos, puedes seguir esta ruta del periódico The Guardian por los edificios modernos o este recorrido alternativo que pasa por lugares como el Altes Museum, de Karl Friedrich Schinkel; un Plattenbau, edificio prefabricado ideado para albergar familias de clase media; el Reichstag con la cúpula de Norman Foster o la contemporánea Potsdamer Platz.

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