5 pistas dulces en Buenos Aires
De una confiteria abierta en 1884 a un clásico chocolate con churros en plena Avenida Corrientes
Nada como una aromática taza de café acompaña de un dulce para combatir el frío cuando el invierno austral está llegando a Buenos Aires. Para ello proponemos una ruta que visita las confiterías más importantes y características de la ciudad porteña, algunas de ellas ya centenarias.
Las Violetas
Declarada lugar histórico de Buenos Aires, fue inaugurada en 1884. No solo se caracteriza por la belleza de su edificio con vidrieras y puertas de cristales curvos, vitrales franceses y pisos de mármol italiano, también por sus meriendas especiales cargadas de exquisiteces como budín, pan dulce, tortas, masas finas, scons, sándwichs, entre otros.
Confitería Ideal
Con más de cien años de historia y emplazada en el corazón del centro porteño, fue declarada “bar notable, área de protección histórica y sitio de interés turístico” por las autoridades de la ciudad de Buenos Aires. Este clásico rincón que nació como un salón de té conserva su costumbre de ofrecer todo tipo de exquisiteces para disfrutar la tarde: alfajores, facturas, churros, bombones, tartas, tortas y mucho más.
La Giralda
Emplazada en la mítica Avenida Corrientes, junto a los cines y teatros más famosos de la ciudad, esta cafetería mantiene su estructura y su austera decoración desde su inauguración en 1951, conservando aún los revestimientos de madera, las luces de neón y el mármol en sus mesas. Su especialidad es el chocolate caliente con churros.
Dos Escudos
La esquina de Juncal y Suipacha obliga a hacer una parada para entrar en esta confitería pequeña y moderna, donde hacen una pausa diaria cientos de oficinistas y turistas por la exquisitez y calidad de sus productos. Las tortas, las facturas y los sánwichs de miga constituyen se convierten en imperdibles para todo aquel que conoce el lugar.
Café Martínez
Esta cadena que ahora cuenta con sucursales en España, Chile, Paraguay, Uruguay y hasta en Emiratos Árabes Unidos, nació en Buenos Aires en 1933 como un despacho de café. Con los años fue creciendo y abriendo sucursales en toda la ciudad. Tanto el surtido de cafés como el de su pastelería resultan exquisitos: galletitas, tortas, cuadraditos dulces y alfajores.
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