20 fotosCatamarcaOro por dólares o agua para vivirEn el lugar donde nació la megaminería en Argentina hay un pueblo empeñado en ser también donde ese tipo de proyectos muera. Esta es la crónica visual de una zona, en Casamarca, que vive en resistencia continuaIgnacio Conese14 jul 2021 - 14:38CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEl cerro nevado. Lo que alguna vez fueron nieves eternas, lo son cada vez menos producto del calentamiento climático. Los glaciares son claves para la supervivencia humana, representando el 70% de las reservas globales de agua dulce del planeta. El proyecto de megaminería de Agua Rica se ubica al borde de estos nevados, entre glaciares de roca; algo ilegal de acuerdo a la Ley Nacional de Glaciares. Ignacio ConeseEstos son los restos de la sede de Yamana Gold en Andalgalá, una de las empresas propietarias del proyecto Agua Rica-MARA. En los últimos años, la empresa invirtió millones en publicidad de lavado de imagen. Llamado “El nuevo Agua Rica”, ha financiado desde eventos hasta fundaciones que se presentan como ecológicas, pero que empujan la agenda del proyecto minero.Ignacio ConeseUn grafiti en el portón destruido de Yamana Gold. Los yacimientos de megaminería a cielo abierto del país han sido encontrado culpables en múltiples instancias de severos casos de contaminación, en especial derrames accidentales de minerales y tóxicos como el cianuro. El control ambiental por parte de las autoridades es laxo o inexistente.Ignacio ConeseFamiliares de los vecinos detenidos esperan su turno de visita en la Comisaría de Andalgalá. Sara Fernández, 35 años, estudiante, artesana, montañista y cicloviajera. Ailén Saracho Diamante, 21 años, futura maestra, militante feminista y del partido obrero. Aldo Flores, 73 años, sociólogo y docente jubilado; uno de los primeros en concientizar sobre la megaminería en Andalgalá... Estos son algunos de los perfiles apresados durante dos semanas y procesados por los daños a la sede de Yamana Gold.Ignacio ConeseTenny es madre de Jorge Ramos, el profesor de historia detenido, quien también es conocido como Jorge Divididos. “Rompieron todo, no paraban de golpearlo. ¿Cómo le pueden hacer esto a mi hijo?”, se pregunta desconsolada tras visitar a su hijo.Ignacio Conese“No podés ir a la Policía porque esta comprada. No podés ir al juez porque está comprado. A mí me da la sensación de que todo esto está vendido ya. Parece que se vendieron determinadas partes de la Argentina”, dice María Inés Mansilla, hermana de Walter Mansilla, también detenido. En la fotografía, la puerta de su cocina que, según su versión, fue "destrozada" por los policías.Ignacio Conese“Es una situación muy preocupante. Hay 12 presos políticos elegidos para amedrentar la resistencia a la megaminería”, opina el abogado especialista en temas socio-ambientales Enrique Viale, desde Buenos Aires. En la fotografía Ailén Saracho Diamante, desde su prisión domiciliaria, en Andalgalá.Ignacio Conese“Con los compañeros nos sentábamos a leer e informarnos, noches enteras leyendo. Ahí empezamos a ver lo que nos estaba pasando. La noche que nos reprimían, el 15 de febrero del 2010, empecé con vómitos raros. Al tiempo me diagnosticaron cáncer de colon. Por tomar el agua de mi pueblo me encontraron cianuro en la sangre”, relata Teresita Nieto, escritora y docente jubilada, parte de la primera camada de vecinos que comenzaron con la resistencia a la megaminería en la ciudad.Ignacio ConeseEl cáncer y su consiguiente deterioro físico le fueron desatando 18 enfermedades crónicas adicionales, entre ellas fibromialgia y artrosis reumatoidea. Para todos sus tratamientos, Teresita Nieto debe viajar hasta la capital, a 250 kilómetros, ya que nadie la puede atender en Andalgalá.Ignacio Conese“Mi marido falleció hace unos días, después de luchar nueve años contra un cáncer de vejiga. Mi cuñada murió por cáncer de páncreas; mi hermana murió por leucemia. Mi hija tiene cáncer de útero. Mis nietos llenos de enfermedades respiratorias, alergias. Todas las enfermedades arrancaron con Alumbrera. Nosotros teníamos el agua y el aire más puro del mundo, y ahora nos envenena. Ojalá la Pachamama nos ayude a detener a estos dementes”, reza con dolor Julia Oviedo, dueña de un lubricentro en Andalgalá, madre de seis hijos y abuela.Ignacio ConeseEstación de bombeo del mineraloducto de Minera Alumbrera en Villa Vil. Este conecta el yacimiento con la localidad de San Lorenzo, en Tucumán, a 310 kilómetros de distancia, donde el barro mineral es secado y transportado en tren hasta el puerto de Rosario, para ser industrializado en Europa. Minera Alumbrera enfrenta una docena de demandas legales aún sin resolver por contaminación ambiental.Ignacio Conese“Desde el Gobierno y los medios de comunicación han querido instalar la idea de que acá tenemos una grieta entre minería y antiminería, pero eso es falso; en este pueblo no hay grieta, la gente tiene conciencia, por eso no hay nada que negociar”, dice Rosa Farías, quien desde la radio de la Asamblea El Algarrobo recientemente expuso la situación de su pueblo en un foro mundial de la organización Extinction Rebellion.Ignacio ConeseLa juventud de Andalgalá es un factor clave para la vigencia de una organización horizontal como la Asamblea El Algarrobo. En la fotografía, Emanuel Guerrero, un joven de 25 años miembro del colectivo, que se dedica a la minería artesanal de gemas y piedras preciosas.Ignacio ConeseMujeres de asambleas ambientales y comunidades de pueblos originarios de distintas localidades de La Rioja, Tucumán y el oeste catamarqueño caminaron durante días para llegar el sábado 24 de abril a la caminata número 585 de Andalgalá, bajo el lema de “Guardianas del cerro y el agua”.Ignacio Conese“A la gente la han sacado de sus raíces, con planes y dinero fácil. ¿Para que sirve el dinero si no podés tomar el agua, si la comida es mala, si estas enfermo? Tenemos que volver a las raíces”, reflexiona Cecilia, una de las Guardianas.Ignacio Conese“La incidencia de enfermedades respiratorias y cáncer digestivos de esta zona es impresionante, pero estos datos se tapan, y las cifras se dibujan”, afirman los médicos Julio Sánchez (izquierda) y Guillermo Martínez (derecha), representantes gremiales sanitarios presentes en la caminata 585 de Andalgalá.Ignacio Conese“En nombre de algún progreso que mis ojos nunca vieron, andan sangrando tus bosques, sordos al clamor del pueblo”, escribe en un pasaje de su libro 'Con alas y raíces', Teresita Nieto, en el extremo derecho de la fotografía.Ignacio ConesePolicías provinciales vigilan el acceso a la Comisaría ante el arribo de la caminata 585.Ignacio Conese“¿Por qué tenemos que venir hace 11 años caminando para que nunca se nos escuche? ¡O son las mineras o somos nosotros! ¡No tenemos otra salida!”, pronuncia en un enardecido discurso Rosa Farias ante cientos de vecinos en la puerta de la comisaría de Andalgalá.Ignacio ConeseExisten en la actualidad alrededor de 300 proyectos de megaminería en la cordillera andina y sierras altas de Argentina. Grandes grupos mineros extranjeros actúan amparados por un laxo esquema fiscal.Ignacio Conese