En la Región del Extremo Norte de Camerún se encuentra el campo de refugiados de Minawao. Alrededor de 60.000 nigerianos viven en él, la gran mayoría victima del grupo terrorista Boko Haram, que busca implantar su versión radical del islam en la vecina Nigeria. Se estima que la organización ha matado a más de 37.500 personas y desplazado alrededor de 2,5 millones en la región del Lago Chad.
Andraus llegó a Minawao en 2014. Pasó ocho meses en distintos hospitales de la región después de que Boko Haram atacase su pueblo en Nigeria y le disparase en la cara. Sufre trastorno de estrés postraumático y ha mejorado gracias a sesiones de psicoterapia y a medicación, pero la falta de actividad en el campo le deja demasiado tiempo para pensar. "Me he sometido a ocho operaciones quirúrgicas, perdí huesos y dientes y la cara todavía me arde. Aquí no hay trabajo, nadie que te contrate. Me veo obligado a cruzar la frontera para trabajar en Nigeria. No quiero volver, pero no me queda alternativa, tengo que alimentar a mi familia. Cuando no estoy ocupado es cuando vuelven los recuerdos", cuenta.