El pasado 6 de febrero, una montaña de residuos equivalente a cuatro campos de fútbol se desplomó ladera abajo en el vertedero de Zaldibar, en el límite entre Gipuzkoa y Bizkaia. Dos trabajadores, Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze, fueron sepultados bajo toneladas de basura. Recorremos los escenarios del fatal suceso en busca de respuestas.
Maquinaria pesada en el vertedero de Zaldibar.Alex IturraldeUn trabajador del vertedero.Alex IturraldeHan pasado cuatro meses desde el derrumbe y el espectáculo que se divisa desde lo alto del vertedero sigue siendo sobrecogedorAlex IturraldeTrabajos en una de las zonas delimitadas de búsqueda donde se cree que puedan estar los desaparecidos.Alex IturraldeLa Ertzaintza
graba y analiza imágenes
durante el desescombroAlex IturraldeCartel en recuerdo
de una de las víctimas en Ermua.Alex IturraldeCartel en recuerdo
de una de las víctimas en Ermua.Alex IturraldeVista del vertedero desde la carretera.Alex IturraldeUno de los operarios de la unidad canina de la Ertzaintza que trabajan en la búsqueda de los dos hombres que quedaron sepultados en el vertedero.Alex IturraldeLa Ertzaintza, en labores
de búsqueda con la ayuda
de la unidad canina.Alex IturraldeElena Moreno, viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno vasco, durante la búsqueda de los desaparecidos.Alex IturraldeUn agente en el interior de una furgoneta de la policía autónoma vasca que participa en las labores de búsqueda.Alex IturraldeTxisko Beltrán,
hermano de Joaquín Beltrán,
uno de los dos desaparecidos
en la tragedia de Zaldibar.Alex IturraldeAltar en recuerdo de
las víctimas del derrumbe.
Alex Iturralde