10 fotosVIH: el virus que nunca dejó de ser amenazaTodo el mundo está pendiente del coronavirus, pero hay otras epidemias que atenazan al mundo desde hace mucho tiempo. La propagación del VIH en Malawi es una de las más altas del mundo. Así se vive con esta condiciónIlaria LazzariniLilongüe - 27 may 2020 - 00:29CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceTodos los ojos están puestos en la nueva pandemia, la del coronavirus, pero existen otras a las que no prestamos suficiente atención. La propagación del VIH en África es enorme y en Malawi, una de las más altas del mundo. En la foto, Catherine (se tapa la cara) acaba de regresar a casa, después de pasar unos días en el hospital, donde fue tratada por contraer malaria. Catherine tiene 14 años y es VIH positiva. Es beneficiaria del programa Dream de la Comunidad Sant'Egidio, una ONG que apoya proyectos de prevención y tratamiento del sida en África. Según los datos proporcionados por Unaids, en 2018 en Malawi había 74.000 niños entre 0 y 14 años infectados de los cuales el 61% recibió terapia antirretroviral.Elizabeth, la madre de Catherine, muestra la casa, que consta de solo dos habitaciones, donde reside toda la familia. Es muy difícil para ella y su esposo mantener a todos los hijos y nietos. De hecho, la familia vive en una situación de extrema pobreza. Según el Fondo Monetario Internacional, Malawi es uno de los países más pobres del mundo, con un 50,7% de la población subsistiendo por debajo del umbral de pobreza y un 25% en condiciones de extrema necesidad.A pesar del gran progreso realizado en la difusión de la prueba de VIH en Malawi, aún existe mucha resistencia a ella. Especialmente en los lugares más remotos, las personas desconocen cuáles pueden ser los síntomas del VIH. Aunque el Gobierno y las organizaciones que trabajan en este sector estén haciendo un trabajo de sensibilización, es difícil llegar a las comunidades más aisladas. Este es uno de los centros dedicados al análisis y tratamiento en Blantyre, en el sur del país.Gracias a las terapias antirretrovirales administradas a embarazadas, nacen menos bebés con el virus del VIH. Sin embargo, es necesario un monitoreo periódico del crecimiento, a través de la medición y el peso, ya que la desnutrición podría causar otras enfermedades a los bebés sanos. A partir del 2018, más del 95% de las mujeres embarazadas se han hecho la prueba del VIH y también el 95% de las mujeres que han dado positivo han recibido tratamiento en el país. Algunos de estos programas de prevención de enfermedades infecciosas corren ahora peligro en África ante el desvio de fondos generalizado, en muchos casos, para tratar de frenar el coronavirus.Wilfred se encarga del control y el suministro de la farmacia. La disponibilidad de medicamentos antirretrovirales es esencial para el buen funcionamiento de la terapia. Este centro de salud en Blantyre recibe a más de 2.000 pacientes al mes y cada terapia administrada se calcula en función de la carga viral del enfermo. Según los últimos datos de Unaids, en el 2018 había un millón de personas (lo que incluye a niños y adultos) viviendo con VIH en Malawi, con una población de alrededor de 18 millones.En los centros Dream de Malawi se realizan las pruebas de monitoreo de la carga viral y el diagnóstico precoz de infección en lactantes. En la foto, el doctor Richard Luhanga, quien dirige el laboratorio de biología molecular del centro Blantyre. Beatrice tiene 16 años, tiene sida y es madre de una niña de año y medio. Sus padres murieron por esta enfermedad y el padre de su hija la abandonó cuando descubrió que era VIH positiva. Según las últimas pruebas, su carga viral ha aumentado, por lo que ya no puede amamantar al bebé. Ella dice que no ha tomado terapia regularmente porque no puede comer todos los días y tomar medicamentos con el estómago vacío la hace sentir mal. Es difícil para los adolescentes sin familia ser constantes en la toma de fármacos.Beatrice muestra la habitación donde duerme con su bebé. Ella es pobre y está sola, su condición de extrema vulnerabilidad hace que la enfermedad sea más difícil. Además, el estigma sigue siendo duro y los jóvenes a menudo no quieren que sus compañeros sepan que son portadores. Todos los jóvenes de entre 15 y 24 años son una categoría vulnerable a la infección.Jane Gondwe es hoy la coordinadora del centro de atención Blantyre. Su historia comienza hace casi 20 años. En 2001, su esposo fue diagnosticado con sida, ya en una etapa avanzada y en 2004 falleció. Jane se quedó sola con tres hijos, y también es portadora del virus. Según los datos disponibles, en Malawi son principalmente las mujeres las que contraen la enfermedad. Esta disparidad es particularmente evidente en el grupo de edad de 25 a 29 años.En Malawi hay alrededor de 500.000 huérfanos a causa del sida. El apoyo a sus necesidades y otros niños vulnerables se identifica como un elemento importante de la respuesta nacional al VIH. Los niños desnutridos están más expuestos a la malaria, las infecciones respiratorias y la diarrea, por lo que es esencial para ellos contar con una comida saludable y segura.