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Millones de euros en lucro cesante y una inevitable sensación de frustración e incertidumbre han venido a colapsar los grandes espacios de la cultura y el ocio. Museos, auditorios, teatros, salas de cine, pabellones, estadios y parques de atracciones comparten la amarga experiencia: el espectador se fue. Y se preguntan al unísono: ¿cuándo y cómo volverá? El estado de alarma y el confinamiento de toda una sociedad han hecho callar a los melómanos, a los cinéfilos, a los amantes del arte, a los hinchas…, a los niños. Pero la esperanza se abre camino. Cuando la crisis de la covid-19 parece haber dejado detrás sus peores zarpazos y aunque el riesgo pervive, los gestores de estos lugares de alegría, emoción y contacto se las ingenian para preparar el futuro inmediato mientras esperan el regreso del público. Hemos entrado en ellos, los hemos recorrido y los hemos retratado. Y solo cabe una conclusión: el show debe continuar.
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Esperando al público

Millones de euros en lucro cesante y una inevitable sensación de frustración e incertidumbre han venido a colapsar los grandes espacios de la cultura y el ocio. Museos, auditorios, teatros, salas de cine, pabellones, estadios y parques de atracciones comparten la amarga experiencia el espectador se fue

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