Los niños que tienen que recibir sus clases virtuales por teléfono
Uno de cada tres alumnos no puede seguir las tareas escolares diarias porque no tiene ordenador o Internet en casa
Empieza el día de la marmota en casa de Irene Marqués, en Arganda del Rey, Madrid. Los madrugones se han paralizado porque, ahora, si algo sobra es tiempo. O no tanto. Porque Alejandro, de nueve años, tiene que seguir sus clases virtuales desde que dejó de ir al instituto el 11 de marzo. No tienen ordenador en casa, así que solo puede conectar con el mundo académico a través del móvil de su madre que comparte con sus otros tres hermanos. Alejandro es solo uno de los 287.000 alumnos de enseñanzas no universitarias que no pueden conectarse a la plataforma de EducaMadrid, según Comisiones Obreras (CC OO).
Esta es la brecha escolar que marca el coronavirus. A su hermana Paula, de 7 años, le suben los deberes a esta plataforma el problema es que el móvil no tiene la capacidad para descargar los archivos de Pdf con los deberes. “Al comienzo una compañera les iba dictando por teléfono las tareas y ellos las hacían en folios, pero es una situación insostenible”, afirma Marqués resignada con la situación. “Me llaman los profesores a preguntarme que porque no han entregado los deberes mis hijos y yo me muero de la pena de tener que decirles que no los han podido hacer porque no tenemos los medios”, dice.
En Madrid, 1.357.000 estudiantes de enseñanzas no universitarias, según cifras del Ministerio, llevan sin colegio desde el miércoles 11 de marzo. La emergencia sanitaria ha acentuado una grave desigualdad de base. Según datos de CC OO basados en el último informe PISA, uno de cada tres alumnos no puede seguir las clases virtuales, que arrancaron el lunes 16, porque no tiene ordenador o Internet.
La semana pasada el consejero de Educación y Juventud, Enrique Ossorio admitió en una entrevista en Onda Madrid que un 3,5% de los alumnos madrileños no puede seguir las clases impartidas a distancia “por falta de medios”. Desde la Asociación de directores de institutos de la Comunidad de Madrid (Adimad), Esteban Álvarez denuncia que “Los padres han hecho un llamamiento de socorro, pero la Comunidad solo ha llegado a ayudar a un 25% de las familias necesitadas”, afirma. “Los directores hemos pedido a los docentes que nos relajemos todos. Si no se puede dar todo, no pasa nada, el año que viene se reajusta. Ya lo hemos hecho con alumnos que han estado temporadas sin clases por enfermedad. Por otro camino se llega a donde hay que llegar”, dice.
El Gobierno regional, con la ayuda del Ministerio de Educación y de Telefónica entregó la semana pasada 1.000 tablets en préstamo y 2.000 tarjetas SIM con conexión a Internet a alumnos de “familias desfavorecidas”. Sin embargo, CC OO valoró esta medida "en la buena dirección”, pero la considera “totalmente insuficiente”, ya que calcula que no pueden conectarse a la plataforma EducaMadrid.
En el madrileño barrio de Usera, vive Azucena López, de 39 años con sus dos hijos. Su hija Ruth, de 10 de años que está en cuarto de primaria, pero desde hace un mes no ha podido asistir a ninguna clase virtual porque solo tiene el teléfono de su madre para hacer los deberes. “Tengo la cámara de adelante dañada y toda la pantalla rota, ni puedo ver quien me llama cuando suena el móvil”, explica López.
Su hijo mayor Antonio, de 22 años, está haciendo una FP (Formación Profesional) de informática y le quedaba muy difícil poder seguir sus clases por el móvil y más cuando muchos de sus deberes eran en tablas de Excel. “Trataba de replicar los cuadrados de la plantilla en un folio, pero no servía de nada porque ahí no podía aplicar las fórmulas que me pedían”, dice Antonio. Hace una semana el instituto le prestó un ordenador que le ha cambiado por completo su experiencia estudiando durante el confinamiento.
“Nuestros niños y niñas están haciendo los deberes del colegio, desde el teléfono de su mamá, por no tener ni tablet, ni ordenador en casa”, denuncia un portavoz de la Plataforma de Vivienda. “Tampoco tienen impresora para imprimir los deberes, y los locutorios están cerrados”, afirma. Por esta razón diferentes asociaciones de los barrios de Madrid han iniciado una manifestación por redes sociales con el #ColeEnCasa en donde las familias afectadas han hecho videos explicando la situación que están viviendo, con la esperanza de tener una solución mientras que pueden volver a clase.
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