Aborto en Argentina: la promesa de Fernández
El presidente tiene la oportunidad de revertir la derrota que el proyecto de legalización sufrió en el Senado en 2019
Todo indica que Argentina avanzará hacia la legalización del aborto en 2020. Si bien se trata de una lucha que lleva décadas, la masividad que consiguió en 2018 y que se manifestó en las calles de Buenos Aires le dio un impulso imposible de detener. Aquel año el debate fue histórico: llegó al Congreso y el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo logró pasar por Diputados; sin embargo, tras un extenso debate, fue rechazado en el Senado
La normativa vigente contempla el aborto legal en dos causales: si está en peligro la vida o la salud de la madre, o si el embarazo es producto de una violación. En este contexto, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito y el movimiento de mujeres luchan desde hace décadas para conseguir la despenalización y legalización del aborto en Argentina. Si se lograra esta conquista, permitiría a una mujer, adolescente o niña acceder a un aborto sin necesidad de invocar una causal. Es probable que la norma establezca un plazo determinado dentro del cual se podrá acceder a la práctica de aborto, tal como lo tiene la mayoría de los países que ha liberalizado el aborto en Europa y en otras partes del mundo.
El aborto es un servicio de salud básico y su legalización es clave. Está probado que su prohibición no ha desalentado su práctica y solo ha empujado a las mujeres a la clandestinidad poniendo en riesgo sus vidas. Se trata de un problema de salud pública. Poner fin a un embarazo es una decisión que toman millones de mujeres y personas con capacidad de gestar, por eso las mujeres venimos alzando la voz para decidir sobre nuestro propio cuerpo.
Cualquier persona podría preguntarse: ¿Cómo puede Argentina pasar del rechazo del poder legislativo de 2018 a la posible aprobación en 2020? Mauricio Macri era presidente cuando la legalización del aborto fue rechazada por el Senado, y si bien en aquel momento su posición no era explícita, en 2019 fue contundente y dijo estar a favor de los sectores que están en contra de la ley, que se declaran “provida”. Al mismo tiempo, quién era uno de sus alfiles en la Cámara Alta, Federico Pinedo, explicó en Twitter que habían trabajado para que la ley no fuese aprobada. Pero encerrado por la crisis económica, Macri no fue reelecto. Así, tras las presidenciales de octubre, el 10 de diciembre de 2019 asumió el peronista Alberto Fernández.
Fernández llegó al poder acompañado por una figura central en el escenario de la política argentina, Cristina Fernández de Kirchner, quien cuando era presidenta se había manifestado en contra del aborto, pero que, sin embargo, votó a favor de la interrupción voluntaria del embarazo en 2018. Explicó entonces que su hija la había hecho reflexionar y cambiar de posición. En aquellos meses de arduo debate, Alberto Fernández, que se desempeñaba como docente en Derecho en la Universidad de Buenos Aires, utilizó su cuenta de Twitter para manifestarse a favor de la despenalización del aborto.
Durante la campaña presidencial de 2019, Alberto Fernández destacó la necesidad de despenalizar el aborto. Luego de asumir, lo reiteró. Se espera que anuncie ahora el envío del proyecto de ley durante la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, prevista para este domingo; una instancia similar al Discurso del Estado de la Unión que se realiza en los Estados Unidos.
El peronismo es la fuerza gobernante, tiene mayoría en el Senado y también puede lograr, con acuerdos, mayoría en Diputados. Sin embargo, el partido no tiene una posición unívoca con respecto al aborto y varía según los distritos y pertenencias ideológico-religiosas de cada uno de los legisladores. Se da la paradoja de que el peronismo puede ser el espacio político que aporte más votos en Diputados para darle media sanción al proyecto y que, al mismo tiempo, sea el responsable de que la ley no pase en el Senado.
Así las cosas, el recambio legislativo producto de las elecciones arroja ciertas dudas: algunos candidatos manifestaron sin grises sus posiciones tanto a favor como en contra, otros aún son una incógnita para quienes contamos los votos para intentar predecir el resultado. Sin embargo, los sistemas presidencialistas otorgan al primer mandatario un poder, a veces, hipertrofiado. Alberto Fernández, en un año que será duro en términos económicos para la Argentina, tiene en la legalización del aborto uno de sus posibles triunfos políticos de 2020. Es posible que intente, con ímpetu, convencer al menos, a los integrantes de su partido.
El movimiento de mujeres en Argentina ha inspirado al mundo por su energía: pañuelo verde en mano, han llevado el debate a la calle, a los medios, a las casas y al Congreso. La despenalización y legalización del aborto es una lucha de Amnistía Internacional hace muchos años; somos parte de esa marea verde que espera emocionarse y celebrar cuando de una vez y para siempre el derecho al aborto sea ley.
Este año, lo que parecía imposible es más tangible que nunca: la legalización está al alcance de la mano.
Mariela Belski es directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina
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