_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Postrimerías

No es tan difícil imaginar cómo quedará este mundo cuando desaparezca la raza humana de la faz de la Tierra

Manuel Vicent
Personal médico traslada a un paciente al hospital Jin Yintan, en la provincia china de Jiangxi.
Personal médico traslada a un paciente al hospital Jin Yintan, en la provincia china de Jiangxi. GETTY IMAGES

No es tan difícil imaginar cómo quedará este mundo cuando desaparezca la raza humana de la faz de la Tierra. Sin duda los simios celebrarán el acontecimiento rascándose las axilas entre grandes carcajadas y esta vez ninguna serpiente les ofrecerá manzanas, porque no habrá un mono que quiera ser dios, por la cuenta que le trae. Entre los animales seguirá la lucha cruel por la vida, pero gracias a que en ella ya no participarán los humanos la maldad dejará de existir. Desaparecida la ponzoña que ha generado la humanidad volverá la gloria vegetal a cubrir el planeta. El mar habrá purgado toda la basura, los ríos serán azules y las cascadas plateadas, en los montes y valles se producirá un gran sosiego preternatural semejante al que hubo en el viejo paraíso cuando las mariposas volaban sobre los helechos arborescentes. El fin del mundo, lejos de estar provocado por un gigantesco cataclismo, puede que comience un lunes por la mañana con un simple estornudo de un ser anónimo que ha cogido un catarro en un punto perdido de cualquier continente. Su desarrollo no será muy diferente de cuanto sucede hoy en esa ciudad china de Wuhan, que parece un avance o tráiler del espectáculo del fin de la raza humana, con las fronteras cerradas, las calles de las ciudades desiertas, sus habitantes confinados en sus casas con mascarillas sin hablar porque las palabras, sobre todo las de amor, transportarán el virus letal. ¿Y si este ensayo del fin del mundo fuera solo una falsa alarma debida a oscuras fuerzas del mal para vender vacunas? En ese caso, tal vez sería el miedo, una peste que carece de anticuerpos, el que acabara con la raza humana, hasta el punto que, bajo este régimen de terror, quien estornudara sería sulfatado, quien tosiera sería ahorcado y así hasta que el último bípedo, que se creía dios, a causa del propio miedo, desapareciera de la faz de la Tierra.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Manuel Vicent
Escritor y periodista. Ganador, entre otros, de los premios de novela Alfaguara y Nadal. Como periodista empezó en el diario 'Madrid' y las revistas 'Hermano Lobo' y 'Triunfo'. Se incorporó a EL PAÍS como cronista parlamentario. Desde entonces ha publicado artículos, crónicas de viajes, reportajes y daguerrotipos de diferentes personalidades.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_