Los hijos de la infanta Pilar: “Está muy malita, la pobre”
Los reyes eméritos y el resto de la familia permanecen junto a la duquesa de Badajoz en el hospital Ruber Internacional de Madrid, donde ingresó el pasado domingo
Pilar de Borbón, de 83 años, la hermana mayor del rey emérito, ha recibido la visita de sus familiares en la clínica Ruber Internacional de Madrid, donde ingresó de urgencia el pasado domingo. Don Juan Carlos llegaba a primera hora de esta mañana en un coche con los cristales tintados sin querer hacer ningún tipo de declaración sobre cómo se encuentra su hermana. Más tarde, hacía su aparición la reina emérita doña Sofía. Tampoco se han separado de su lado en ningún momento sus hijos Fernando Gómez Acebo, quien la acompañó el día de su ingreso, y el mayor, Juan, quien a la salida del centro ha ofrecido la última hora sobre el estado de salud. “Está muy malita, la pobre”, ha explicado el primo del rey Felipe VI con el rostro serio a los medios de comunicación congregados.
La tía de Felipe VI y duquesa de Badajoz ingresó de urgencia por complicaciones en su estado de salud el pasado domingo 5 de enero, coincidiendo con el 82 cumpleaños de su hermano don Juan Carlos. La Infanta padece desde hace un año un cáncer de colon, como ella misma confirmó el pasado mes de mayo. “Yo sé que tengo un cáncer, que me han operado de un cáncer de colon, eso es”, dijo entonces. Aunque no se ha hecho público el parte médico y se desconocen los motivos concretos que le han llevado a este último ingreso, su delicada salud preocupa a sus familiares. Además de sus cinco hijos y los reyes eméritos, hasta el hospital madrileño también se ha acercado la hermana pequeña de Pilar de Borbón, la infanta Margarita, que llegaba en coche y se desplazaba hasta las puertas de la clínica en silla de ruedas, y algunos de sus sobrinos, como María Zurita.
La infanta Pilar ha tenido varios ingresos hospitalarios a lo largo de los últimos años. A principios de febrero de 2019 tuvo que ser intervenida de urgencia por un problema intestinal en la clínica Ruber de Madrid. Doña Pilar estaba en Mallorca, en su residencia de Calviá, cuando empezó a sentirse mal, acudió a un centro médico cercano y los médicos le recomendaron ser operada de urgencia. Entonces la trasladaron a Madrid, donde se la intervino. Dos semanas después, fue dada de alta.
Este verano también tuvo que ser ingresada de nuevo en Mallorca por una complicación en el tratamiento de quimioterapia que recibe. La Infanta mantiene una excelente relación con sus hermanas y también con su cuñada la reina Sofía, quien la visita regularmente.
La última vez que se la vio en público fue durante la celebración de El Rastrillo, el mercadillo benéfico que se organiza todos los años en vísperas de Navidad y cuyo dinero se destina a la ONG Nuevo Futuro de la que la hermana del rey emérito es una de las impulsoras.
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