Eric Underwood, antiguo bailarín solista del Royal Ballet, enfundado en unos pantalones de KeithLink.
La danza es el virtuosismo del cuerpo humano llevado hasta sus límites, el cuerpo entendido como un instrumento de resonancia e intercambio que envía señales captadas por nuestros sentidos a la velocidad de la luz. El fogonazo de la cámara fotográfica congela esa explosión continua de formas y fija el flujo de la vida en un instante de movimiento perpetuo, creando una burbuja sin tiempo que transforma la perspectiva del espectador. La danza y la moda fueron creadas la una para la otra. Una fascinante sinergia con ejemplos inolvidables: Coco Chanel y los Ballets Rusos de Diághilev, Christian Lacroix y el Ballet de la Ópera de París, Donna Karan y Martha Graham… Toda una historia de amor.
Este texto es un extracto del libro The Style of Movement, editado por Rizzoli.