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Cinco escenas impactantes que demuestran que la serie ‘The Boys’ dinamita el cine de superhéroes

En contraposición al estilo familiar de películas como 'Vengadores: Endgame', la reciente ficción es una fiesta 'gore'

Queen Maeve (interpretada por Dominique McElligot) y Homelander (interpretado por Antony Starr), dos de los superhéroes villanos en la serie 'The Boys'.
Queen Maeve (interpretada por Dominique McElligot) y Homelander (interpretado por Antony Starr), dos de los superhéroes villanos en la serie 'The Boys'.

Es una queja habitual de los puristas del género: las películas de superhéroes de los últimos tiempos tienen una pátina naïf que no se corresponden necesariamente con el cómic. El objetivo es claro: atraer a un público familiar a la taquilla, que se podría sentir incómodo ante imágenes más crudas. Ahí está el caso de reciente de Vengadores: Endgame, que se ha convertido en la película más taquillera de todos los tiempos.

Sí, los personajes se pelean y no se dan tregua, pero apenas hay sangre. La violencia se maquilla y se acentúa el punto cómico. Todo tiene un filtro Disney. Eso en el cine. En el terreno de las series ha llegado una para acabar con esto, The Boys. En octubre se estrenará la nueva Watchmen (HBO), pero, hasta ese momento, y con permiso de Alan Moore, su creador, llega (el viernes 26 de julio) para romper esquemas The Boys (Amazon).

Garth Ennis (autor de Preacher) y Darick Robertson se imaginaron en sus cómics una versión cafre de la película Liga de la justicia (2017). Y les ha salido un puñado de viñetas crudas, salvajes y hasta pornográficas. Los Siete, como se hacen llamar los superhéroes de The Boys, se parecen en lo físico y comparten superpoderes con los de Liga de la justicia, pero ahí se acaban las similitudes. Porque estos ídolos de masas de The Boys, en realidad, son una panda de sinvergüenzas y asesinos. Por ejemplo, Homelander vendría a ser la peor versión de Superman; Queen Maeve, como Wonder Woman, pero en malvado. El ninja Black Noir, un Batman al que nunca vemos la cara tras la máscara. Y el hombre Traslúcido… pues como el Hombre Invisible, pero desnudo.

Los superhéroes de 'The Boys' se hacen llamar Los Siete, se parecen en lo físico y comparten superpoderes con los de 'Liga de la justicia', pero ahí se acaban las similitudes.
Los superhéroes de 'The Boys' se hacen llamar Los Siete, se parecen en lo físico y comparten superpoderes con los de 'Liga de la justicia', pero ahí se acaban las similitudes.

“Hago lo que me da la puta gana”, dice Homelander en un momento de la serie. En efecto, en The Boys los superhéroes son celebridades, tan influyentes como los políticos y tan venerados como los dioses. Son corruptos, en una palabra, porque abusan de su estatus. Los supuestos héroes son los villanos y en el lado de los buenos surgen Los Chicos del título (The Boys), que quieren vengarse y acabar con su reinado. El equipo lo forman Butcher y sus antiguos colegas de la CIA (Mother’s Milk, el Francés y Hembra, una máquina de matar) y Hughie, un chaval que se mete en un gigantesco problema sin apenas darse cuenta.

Adaptada por Seth Rogen, Evan Goldberg (que también llevaron la violenta Preacher a la televisión) y Eric Kripke, la serie imagina cómo sería ese mundo moderno donde los superhéroes protagonizan blockbusters, anuncian todo tipo de merchandising y viven bajo el amparo de una oscura corporación que los financia y cuya jefa es nada menos que Elisabeth Shue, en el papel más perverso de su carrera. Tras esta primera temporada de ocho capítulos de una hora (disponibles todos desde el viernes 26 de julio en Amazon), The Boys ha confirmado una segunda temporada.

Elegimos las cinco de las escenas (con superpoderes) más impactantes de la serie:

- Cómo un beso romántico entre una pareja se convierte en una carnicería

Pobre Hughie. Imaginemos a Jack Quaid –en la vida real, el hijo de Dennis Quaid y Meg Ryan–, con la misma cara empalagosa que Joshua Jackson en Dawnson crece (son clavados). Besa a su novia en la acera y… ¡choof! La chica desaparece en una nube de vísceras y sangre. ¿Cómo es posible? Uno de Los Siete llamado A-Train, tan rápido como The Flash, no ha sabido frenar a tiempo y desintegra a la chica a su paso. No te dará tiempo a reaccionar.

- Todo puede pasar en el cuarto oscuro

Ya quisiera el protagonista de Instinto (la serie de Mario Casas) haber descubierto el antro oscuro de The Boys. Parejas desnudas levitan en el techo, manteniendo relaciones sexuales suspendidas en el aire. Un hombre, tan pequeñito como Átomo, coge carrerilla en una mesa y se lanza en picado entre las piernas de una mujer que goza de placer. Al Hombre Elástico un tipo le practica una felación mientras se contorsiona por debajo de la mesa besándose con otros dos.

- Ser una Amazonatrix

En uno de sus ratos libres, la novia de A-Train tiene relaciones con su casero disfrazada de dominatrix. No contenta con asfixiarle cuando se sube a horcajadas sobre su cabeza, le revienta el cráneo en una sangrienta secuencia –por no decir gore– que acerca The Boys a cualquiera de los míticos filmes de la compañía de serie Z Troma (popular por la saga Vengador tóxico).

- Conciencia ecológica un poco particular

Los superhéroes de The Boys son malotes, pero The Deep (Chace Crawford, que recordarás por Gossip girl) es una especie de Aquaman con conciencia ecológica: se preocupa por los delfines. En un intento por salvar a uno de ellos, este acaba disparado a través del cristal delantero del coche y rematado posteriormente por un camión cisterna.

- Rayos láser 'baby'

En la lista de las armas improvisadas más extrañas de la historia del cine hay que añadir una más. Butcher (Karl Urban), que quiere acabar como sea con Los Siete, se ve acorralado en una habitación llena de incubadoras y agarra lo que tiene más mano. En efecto, un bebé. Pero no es uno cualquiera. Sus ojos disparan rayos láser con los que mutila a los matones, para su propia sorpresa. Esperemos que al niño no le queden secuelas. Nosotros seguiremos, con estas escenas y con alguna más, con el susto en el cuerpo.

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