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El gran reto del arquitecto Tadao Ando gracias al que mantiene el entusiasmo, a pesar del cáncer y los años

A los 77 años, el creador japonés no deja de trabajar. A principios de 2020 reabrirá La Bourse de Commerce de París que ha rehabilitado para albergar la colección de Fraçois Pinault, y el museo Armani/Silos de Milán cuenta con una retrospectiva sobre su trabajo

Giorgio Armani y el arquitecto Tadao Ando, durante la inauguración del Teatro Armani de Milán (2001).
Giorgio Armani y el arquitecto Tadao Ando, durante la inauguración del Teatro Armani de Milán (2001).

"En 1998 recibí una llamada de Giorgio Armani", recuerda el arquitecto japonés Tadao Ando (Osaka, 1941). "Quería que transformara la vieja fábrica de Nestlé en Milán en un teatro con aforo para mil personas. Una semana después, me enseñó personalmente el lugar". El edificio, inaugurado como Teatro/Armani en 2001, es uno de los 50 proyectos incluidos en The challenge, la retrospectiva sobre la obra de Ando que acoge el museo Armani/Silos, situado enfrente del teatro. La exposición abarcará las cinco décadas de carrera del ganador del Premio Pritzker 1995.

La luz es un elemento más arquitectónico en el interior del Edificio Festival, construido en 1984 por Tadao Ando en Naha.
La luz es un elemento más arquitectónico en el interior del Edificio Festival, construido en 1984 por Tadao Ando en Naha.

Además, coincidirá con el 30º aniversario de su obra más representativa: la Iglesia de La Luz, una capilla protestante en su Osaka natal, famosa por la manera en que los rayos de luz atraviesan la apertura cruciforme de la pared de hormigón que hay tras el altar. "Para ser bella, la arquitectura tiene que enmarcar la naturaleza y crear una frontera permeable entre el interior y exterior. Es difícil expresarlo con palabras, pero creo que ese es el verdadero valor de la arquitectura", dice Ando. Esa mezcla de hormigón y naturaleza está también en el Teatro Armani y en la mayoría de sus edificios.

"Hay algo muy bello en poder utilizar un material disponible en cualquier sitio, como el hormigón, para crear espacios que no existan en ninguna otra parte", explica sobre su idilio con este material contundente, pero dúctil. The challenge (El desafío) incluye maquetas, bocetos, planos originales y fotografías realizadas por el propio Tadao Ando en sus edificios.

Vista del Chichu Art Museum, un museo subterráneo construido en la isla de Naoshima en 2014.
Vista del Chichu Art Museum, un museo subterráneo construido en la isla de Naoshima en 2014.

Hasta el 28 de julio podrá verse en Milán tras su paso por el Centre Pompidou de París, donde el pasado octubre se inauguró con ese mismo título traducido al francés, Le défi. "Soy incapaz de predecir qué tipo de futuro le espera a mi profesión, pero en la arquitectura hay un desafío perenne: cómo sobrepasar los confines de la mera funcionalidad de un edificio para que este perdure en los corazones de quienes lo visitan. Ese es el principal reto al que seguiré enfrentándome durante el resto de mi carrera", reflexiona Ando sobre el título de su exposición, que él mismo escogió.

No lo menciona, pero su propia vida fue un desafío: su familia era tan humilde que de joven no pudo estudiar arquitectura en una universidad. Tuvo que aprender solo, leyendo por su cuenta los manuales de la carrera. Mientras, se ganaba la vida con el boxeo, un deporte que sigue practicando a pesar del cáncer que, hace solo unos años, le costó el bazo, el páncreas, la vesícula, el duodeno y la vía biliar. "El boxeo mantiene mi mente clara. No creo que haya influido en mis habilidades como arquitecto, pero para diseñar espacios es necesario tener la cabeza despejada".

En 2010, Ando sustituyó la estructura de este viejo granero de Bad Münster am Stein (Alemania), por otra de hormigón.
En 2010, Ando sustituyó la estructura de este viejo granero de Bad Münster am Stein (Alemania), por otra de hormigón.

En 1965, ese aprendizaje autodidacta con el que sustituyó la universidad le llevó a subir a bordo del Transiberiano, rumbo a Europa. Quería conocer en persona a su admirado Le Corbusier. Cuando llegó a Francia su ídolo ya había muerto, pero contemplar la Cité Radieuse de Marsella o la Villa Savoye en Poissy caló de todos modos en el joven Ando. Barcelona fue otra de las etapas de su particular grand tour por la Europa moderna. "La obra de Gaudí me inspiró mucho, sobre todo la Sagrada Familia", recuerda. "Su milagrosa estructura es mucho más impresionante que las que ahora se diseñan con ordenador. Quiero seguir los pasos de Gaudí, pero con los materiales que representan este siglo: el acero, el cristal y el hormigón".

Al aniversario de su capilla de hormigón y la retrospectiva en el museo Armani/Silos, se sumará a principios de 2020 otro hito importante en la carrera de Tadao Ando: la inauguración de la colección de arte del magnate François Pinault en la Bourse de Commerce de París, un imponente edificio del siglo XIX que Ando ha reformado. El museo será su tercera colaboración con Pinault, para cuya colección ya rehabilitó el Palazzo Grassi y la Punta della Dogana en Venecia. "La luz fluirá a través de la cúpula hasta el enorme cilindro de hormigón que hemos colocado en el centro a modo de rotonda. De esa manera, los visitantes experimentarán tanto la colección de arte moderno como una intrincada coreografía de sombras que expresarán el paso del tiempo", explica.

La Bourse de Commerce de París reabrirá al público a principios de 2020.
La Bourse de Commerce de París reabrirá al público a principios de 2020.

Un paso del tiempo a pesar del cual Tadao Ando, de 77 años, se resiste a madurar. "Es mejor ser ingenuo y juvenil. Cuando has madurado del todo, dejas de ser capaz de aprender cosas nuevas y de intentar aquellas otras que puedan resultar un fracaso. Como dice uno de mis poemas favoritos, Juventud, de Samuel Ullman, 'Los años pueden arrugar la piel, pero abandonar el entusiasmo arruga el alma'. En eso Giorgio Armani y yo somos muy parecidos. ¡No me imagino a ninguno de los dos jubilándose pronto!".

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